Hipófisis: características, funciones, patologías
La hipófisis o glándula pituitaria es una glándula endocrina que segrega hormonas encargadas de regular la homeostasis del organismo. Se encarga de regular la función de otras glándulas del sistema endocrino y su funcionamiento está condicionado por el hipotálamo, una región del cerebro.
Se trata de una glándula compleja ubicada en un espacio óseo conocido como silla turca del hueso efenoides. Este espacio está situado en la base del cráneo, concretamente en la fosa cerebral medial, la cual conecta el hipotálamo con el tallo pituitario o tallo hipofisario.
La hipófisis es una glándula endocrina que permite que las respuestas hormonales del organismo estén bien coordinadas entre sí. Es decir, es una glándula que se encarga de mantener un estado de armonía entre el organismo y el entorno de la persona.
Índice del artículo
- 1 Funciones y características de la hipófisis
- 2 Localización
- 3 Anatomía
- 4 Hormonas de la hipófisis
- 5 Enfermedades relacionadas con la hipofisis
- 6 Referencias
Funciones y características de la hipófisis
La hipófisis es una de las regiones por las que se transmiten rápidamente las órdenes de producir ciertas hormonas cuando se detectan ciertos estímulos en el entorno. Por ejemplo, cuando una persona detecta visualmente la presencia de un animal peligroso, el estímulo visual percibido genera una respuesta inmediata en la hipófisis.
Este hecho permite una respuesta rápida del organismo, producida antes de que la información percibida llegue a las regiones superiores del área cerebral, las cuales son las encargadas de analizar y convertir la señal en pensamientos abstractos.
Esta función realizada por la hipófisis se lleva a cabo a través de la intervención de un región específica del cerebro conocida como hipotálamo. Esta estructura cerebral procesa la información visual y al detectar datos relacionados con el peligro, transmite una señal que pasa rápidamente a la hipófisis.
De este modo, la respuesta que lleva a cabo la hipófisis permite adaptar el funcionamiento del organismo de una forma rápida y eficaz. En algunas ocasiones, dicha respuesta puede ser innecesaria, por ejemplo cuando una persona gasta una broma a alguien y le asusta.
En este tipo de situaciones la hipófisis actúa antes que la corteza cerebral en la detección del estímulo percibido. Por este motivo, la respuesta de miedo aparece antes de que la persona pueda darse cuenta que la situación no es peligrosa, sino que es un simple broma de un compañero.
No obstante, la hipófisis no se limita a liberar hormonas como respuesta de estados emocionales concretos, sino que se encarga también de liberar un gran número de hormonas vitales para el funcionamiento y el desarrollo adecuado del organismo.
Localización
La hipófisis es una glándula compleja que se aloja en un espacio óseo que se llama silla turca del hueso esfenoides. Esta región está situada en la base del cráneo, ocupando una zona conocida como fosa cerebral media.
La fosa cerebral media es la región del organismo que conecta el hipotálamo con el tallo pituitario. Posee una forma ovalada, y un diámetro antero-posterior de 8 milímetros, transversal de 12 milímetros y vertical de 6 milímetros.
Anatomía
De forma general, la hipófisis de una persona adulta pesa unos 500 miligramos. Dicho peso puede resulta ligeramente superior en las mujeres, especialmente esas que han dado a luz varias veces.
Anatómicamente, la hipófisis puede dividirse en tres grandes regiones: el lóbulo anterior o adenohipófisis, la hipófisis media o parte intermedia y el lóbulo posterior o neurohipófisis.
Adenohipófisis
La adenohipófisis es el lóbulo anterior de la hipófisis, es decir, la región más superficial de esta estructura; presenta un origen ectodérmico ya que proviene de la bolsa de Rathke.
La adenohipófisis está formada por cordones epiteliales anastomosados, los cuales se encuentran rodeados de una red de sinusoidades.
Esta región de la hipófisis se encarga de segregar seis tipos diferentes de hormonas: la hormona adrenocotricotropa, la betaenforfina, la hormona estimulante de tiroides, la hormona foliculoestimulante, la hormona luteinizante y la hormona de crecimiento.
La hiposecreción (secreción demasiado baja) de las hormonas de la adenohipófisis suele originar enanismo por atrofia de las gónadas y otras glándulas relacionadas con el crecimiento. Por otro lado, la hipersecreción (secreción demasiado elevada) de las hormonas de la adenohipófisis, suele generar gigantismo en niños y acormegalia en adultos.
Por lo que respecta su actividad celular, la hipófisis cuenta con cinco tipos celulares diferentes: las células somatótropas, las células maótropas, las células corticótropas, las células gonadótropas y las células tirótropas.
- Somatótropas: son células que contienen unos grandes gránulos acidófilos, presentan un color naranja intenso y se ubican principalmente en la parte distal de la adenohipófisis. Estas células se encargan de secretar la hormona del crecimiento.
- Mamótropas: son células que se encuentran en racimos y aparecen separadas individualmente. Poseen un tamaño pequeño con gránulos de prolactina. La liberación de estos gránulos está regulada por el péptido intestinal vasoactivo y la hormona liberadora de tirotropina.
- Corticótropas: son células basófilas y redondas que contienen retículo endoplasmástico rugoso y abundantes mitocondrias. Se encargan de secretar las gonodotropinas LH y FSH.
- Tirótropas: son células basófilas que se encuentran cerca de los cordones. Se distinguen del resto de células de la adenohipófisis por presentar pequeños gránulos de tirotropina. Su actividad se encarga de estimular la liberación de prolactina.
- Cromofobas: estas células no se tiñen ya que contiene poco citoplasma. Se encuentran en medio de los cordones que forman las células cromófilas y presentan grandes cantidades de poliribosomas.
- Foliculoestrelladas: estas células constituyen una población grande ubicada en la parte distal, presentan prolongaciones largas con las que se forman uniones herméticas y se caracterizan por no contener gránulos.
Hipófisis media
La hipófisis media es una región estrecha de la hipófisis que actúa como límite entre su lóbulo anterior y su lóbulo posterior. Posee un tamaño pequeño (aproximadamente el 2% del tamaño total de la glándula pituitaria) y proviene de la bolsa de rathke.
La hipófisis media se caracteriza por presentar una función diferente a la del resto de regiones de la hipófisis. Está formada tanto por células reticulares como por células estrelladas, un coloide y un epitelio de células cúbicas que lo rodea.
Así mismo, la hipófisis media contienen otras células con formas ovaladas, las cuales poseen gránulos en su parte superior. Estas células se encargan de segregar la hormona estimulante de melanocitos.
La hipófisis media se encuentra encima de los capilares, por lo que permite un tránsito más rápido y efectivo de la hormona al torrente sanguíneo.
Neurohipófisis
Finalmente, la neurohipófisis constituye el lóbulo posterior de la hipófisis. A diferencia de las otras dos partes de la hipófisis, no presenta un origen ectodérmico, ya que esta se forma a través de un crecimiento hacia abajo del hipotálamo.
La neurohipófisis puede dividirse en tres partes: la eminencia media, el infundibulo y la pars nervosa. Esta última es la región más funcional de la neurohipófisis.
Las células de la neurohipófisis son células gliales de sostén Por este motivo, la neurohipófisis no constituye una glándula secretora, ya que su funcionamiento se limita a almacenar los productos de secreción del hipotálamo.
Hormonas de la hipófisis
La función principal de la hipófisis consiste en liberar distintas hormonas, las cuales modifican el funcionamiento del organismo. En este sentido, la hipófisis libera un gran número de hormonas diferentes.
Las más importantes son: la hormona del crecimiento, la prolactina, la hormona estimulante de tiroides, la hormona estimulante de la corteza suprarrenal, la hormona luteinizante y la hormona estimulante del folículo.
Hormona del crecimiento
La hormona del crecimiento, también conocida como hormona somatrotropina, es una hormona peptídica. Su función principal consiste en estimular el crecimiento, la reproducción celular y la regeneración.
Los efectos de esta hormona sobre el organismo pueden ser descritos de forma general como anabólicos. Las funciones principales de esta hormona son:
- Incrementar la retención de calcio y mineralización de huesos.
- Incrementar la masa muscular.
- Promover la lipolisis
- Incrementar la biosíntesis proteica.
- Estimular el crecimiento de los órganos (excepto el cerebro).
- Regular la homeostasis del cuerpo.
- Reducir el consumo de glucosa del hígado.
- Promover la gluconeogénesis en el hígado.
- Contribuir al mantenimiento y función de los islotes pancreáticos.
- Estimular el sistema inmune.
Prolactina
La prolactina es una hormona peptídica que es segregada por las células lactotropas de la hipófisis. Su función principal consiste en estimular la producción de leche en las glándulas mamarias y sintetizar progesterona en el cuerpo lúteo.
Hormona estimulante de la tiroides
La hormona estimulante de las tiroides, también conocida como tirotropina, es una hormona que se encarga de regular las hormonas tiroideas. Los efectos principales de esta hormona son:
- Incrementa la secreción de tiroxina y triyodotironina por las glándulas tiroides.
- Aumenta la proteolisis de la tiroglobulina intrafolicular.
- Aumenta la actividad de la bomba de yodo.
- Incrementa la yodación de la tirosina.
- Incrementa el tamaño y la función secretoria de las células tiroideas.
- Aumenta el número de células de las glándulas.
Hormona estimulante de la corteza suprarrenal
La hormona estimulante de la corteza suprarrenal es una hormona poli-peptídica que estimula a las glándulas suprarrenales. Ejerce su acción sobre la corteza suprarrenal y estimula la esteroidogénisis, el crecimiento de la corteza suprarrenal y la secreción de cortico-esteroides.
Hormona luteinizante
La hormona luteinizante, también conocida como hormona luteoestimulante o iutropina es una hormona gonadotrópica producida por el lóbulo anterior de la hipófisis.
Esta hormona se encarga de estimular la ovulación femenina y la producción de testosterona masculina, por lo que resulta un elemento de vital importancia para el desarrollo y el funcionamiento sexual de las personas.
Hormona estimulante del folículo
Finalmente, la hormona estimuladora del folículo u hormona folículo estimulante es una hormona gonadotropina sintetizada por las células gonadotropas de la parte interior de la hipófisis.
Esta hormona se encarga de regular el desarrollo, el crecimiento, la maduración puberal y los procesos reproductivos del cuerpo. Así mismo, en la mujer genera la maduración de los ovocitos y en los hombres la producción de espermatozoides.
Enfermedades relacionadas con la hipofisis
Alteraciones en la glándula suprarrenal pueden provocar un gran número de patologías. De todas ellas, la más conocida de todas es el síndrome de Cushing. Esta patología fue detectada a principios del siglo XX, cuando el neurocirujano Harvey Cushing detectó los efectos del mal funcionamiento de la hipófisis.
En este sentido, se demostró que un excreción excesiva de adrenocotricotropina altera el metabolismo y el crecimiento de las personas mediante una serie síntomas que se engloban dentro del síndrome de Cushing.
Este síndrome se caracteriza por provocar debilidad en los miembros y fragilidad en los huesos; afecta a diferentes sistemas y órganos del cuerpo, y se caracteriza principalmente por una hipersecreción de cortisol. Los principales síntomas del síndrome son:
- Cara redondea y congestiva (cara en luna llena).
- Acumulación de grasa en el cuello y en la nuca (cuello de búfalo).
- Obesidad central (abdomen obeso y extremidades delgadas).
- Estrías en el abdomen, en los muslos y en las mamas.
- Dolor de espalda frecuente.
- Incremento de vello púbico en las mujeres.
Otras patologías
A parte del síndrome de Cushing, anomalías en el funcionamiento de la hipófisis pueden provocar otras afecciones importantes en el organismo. Las que se han detectado hoy en día son:
- Acromegalia, producida por una sobreproducción de la hormona del crecimiento.
- Gigantismo, producido por una sobreproducción de la hormona del crecimiento.
- Deficiencia de la hormona de crecimiento, debido a una baja producción de la hormona del crecimiento.
- Síndrome de la secreción inadecuada de la hormona antidiurética provocada por una bajo producción de vasopresina.
- Diabetes insípidas producida por una baja producción de vasopresina.
- Síndrome de Sheehan debido a una baja producción de cualquier hormona de la hipófisis.
Referencias
- Afifi, A.K. (2006). Neuroanatomía funcional. Mexico:McGraw-Hill/Interamericana.
- Bear, M.F.; Connors, B.W. i Paradiso, M.A. (2008). Neurociencia. La exploración del cerebro. Barcelona: Wolters Kluwer/Lippincott Williams and Wilkins España.
- Bear, M.F.; Connors, B.W. i Paradiso, M.A. (2016). Neuroscience. Exploring the brain. (Fourth edition). Philadelphia: Wolters Kluwer.
- Carlson, N.R. (2014). Fisiología de la Conducta (11 Edición). Madrid: Pearson Educación.
- Bartholomew, Edwin F.; Martini, Frederic; Judi Lindsley Nath (2009).Fundamentals of anatomy & physiology. Upper Saddle River, NJ: Pearson Education Inc. pp. 616-617.
- Knepel W, Homolka L, Vlaskovska M, Nutto D. (1984). Stimulation of adrenocorticotropin/beta-endorphin release by synthetic ovine corticotropin-releasing factor in vitro. Enhancement by various vasopressin analogs. Neuroendocrinology. 38(5):344-50.
- Mancall, Elliott L.; Brock, David G., eds. (2011). “Cranial Fossae”.Gray’s Clinical Anatomy. Elsevier Health Sciences. p. 154.