Botánica

Macrófitas: características, hábitat, clasificación e importancia


Las macrófitas o plantas acuáticas son especies vegetales adaptadas a vivir en medios acuáticos. Están constituidas por un conjunto funcional heterogéneo de plantas de importancia económica en los ecosistemas acuáticos.

De hecho, especies tan disímiles como las plantas vasculares -angiospermas y pteridofitas-, algas filamentosas, briofitos, algunas monocotiledóneas y dicotiledóneas conforman este grupo.

Al respecto, los macrófitas acuáticas o hidrófitos tienen sus estructuras vegetativas (raíces, tallos y hojas) flotantes o sumergidas bajo el agua. Esta categoría incluye plantas completamente sumergidas, parcialmente sumergidas y las flotantes.

Factores como el clima, condiciones geológicas, hídricas y topografía son fundamentales para determinar la distribución de las macrófitas. La colonización de diversos ecosistemas acuáticos está sujeto a la abundancia de rizomas, desarrollo clonal y mecanismos de dispersión.

De la gran variedad de macrófitas acuáticas destacan la lechuga de agua (Pistia stratiotes), el jacinto de agua (Eichhornia crassipes) y la salvinia (Salvinia Spp.). Así mismo, la redondita de agua (Hydrocotyle ranunculoides), y ciertas especies de lentejas de agua (Spirodella Spp. y Lemna Spp.).

Índice del artículo

Características

– Las macrófitas son plantas macroscópicas de vida acuática, constituidas por macroalgas, angiospermas y pteridofitas (helechos y musgos).

– Estas plantas se han adaptado a los hábitats acuáticos, al respecto han desarrollado epidermis fina, poco lignificada y estomas especializados.

– Los tallos herbáceos y rizomatosos presentan apariencia frágil debido al extenso aerénquima que lo circunda.

– El sistema radicular es poco extenso y compacto, caracterizado por un gran volumen de raíces adventicias.

– Las raíces generalmente tiene función de anclaje ya que la absorción de agua y nutrientes se realiza por el tallo y hojas modificadas.

– La mayoría de las hojas presentan diversas morfologías, tonalidades verde-cremoso y adaptadas funcionalmente para sobrevivir en medios acuáticos.

– Se localizan dos tipos de hojas, las flotantes generalmente ovaladas y suculentas, y las sumergidas, filamentosas y fraccionadas.

– Las flores generalmente son vistosas y de vivos colores, o diminutas y modificadas, con polinización anemófila o zoófila.

– La propagación se realiza normalmente por multiplicación vegetativa, siendo limitada la reproducción sexual por semilla debido a la baja viabilidad de las semillas.

– Los hábitats de vida son completamente variables, desde las plantas completa o parcialmente sumergidas, hasta las de vida libre o flotantes.

Hábitat

Las plantas acuáticas o macrófitas habitan frecuentemente fuentes de agua salada o dulce, además prefieren acuíferos estáticos y de baja circulación. Los principales cuerpos de agua donde se desarrollan son lagunas, represas pantanos, márgenes de ríos, desagües, e incluso ecosistemas de manglares.

Clasificación

La clasificación de las macrófitas se realiza en base a la forma de desarrollo y la relación con el medio ambiente donde viven.

Macrófitas enraizadas y flotantes

Son plantas acuáticas de gran área foliar suspendida sobre la superficie del agua estancada o suaves corrientes de agua. Los rizomas fuertes y con gran cantidad de raíces secundarias se encuentran fijos al fondo del sustrato.

Las especies más representativas son Ceratophyllum demersum (jopozorra), usado como planta ornamental en peceras, y Myriophyllum spicatum (miriofilo). Igualmente, la Nymphaea alba (nenúfar blanco europeo) y Nuphar luteum (nenúfar amarillo), empleadas en jardines acuáticos.

Macrófitas sumergidas

La principal característica de este tipo de plantas acuáticas es que permanece completamente sumergida bajo el agua. Son plantas de gran volumen, localizadas en la región fótica del cuerpo de agua, donde aprovechan recursos del ambiente acuático y terrestre.

El sistema radicular cumple solo la función de anclaje, la absorción de agua y nutrientes se realiza a través del tallo modificado. Algunos ejemplos son Cabomba caroliniana, Egeria naias, Myriophyllum aquaticum, Potamogeton ferrugineum y P. pedersenii.

Macrófitas palustres o hidrófitos emergentes

Plantas acuáticas que se localizan sobra las zonas húmedas alrededor de los cuerpos de agua o el borde de los ríos. Se caracterizan por la presencia de tejidos especializados -aerénquima- que les permite mantener almacenado oxigeno para sus funciones vitales.

Especies como Ludwigia grandiflora y L. peploides poseen tallos flotantes a partir de los cuales nacen las estructuras foliares. Apium nodiflorum (apio de borde), Sagittaria montevidensis (sagitaria) y Rorippa nasturtium-aquaticum (berro o mastuerzo de agua) son otras especies representativas.

Macrófitas de vida libre o flotantes

Plantas acuáticas que habitan sobre la superficie del agua, la mayor parte de su estructura -tallos, hojas y flores- son flotantes. En este caso las raíces no están sujetas al fondo del cuerpo de agua, presentan un rizoma de rápido crecimiento.

Algunos ejemplos son Lemna sp. (lenteja de agua) caracterizada por un robusto cormo y Azolla sp. (helecho de agua) de hojas flotantes. Así como Eichhornia crassipes (jacinto de agua) y Pistia stratiotes (repollito de agua) con forma de roseta y hojas modificadas para flotar.

Importancia

Las macrófitas son estructuras vegetales adaptadas a vivir en condiciones especiales sobre la superficie del agua o zonas inundadas. Desde punto de vista práctico suelen ser empleadas como fuente de carbono -humus- en suelos pobres de materia orgánica.

Al respecto, son materia prima para la preparación de alimentos concentrados para bovinos, caprinos, ovinos, peces, e incluso como alimentación humana. Algunas especies tienen propiedades medicinales y cosméticas, así mismo es utilizada para la fabricación de celulosa y la obtención de bio-gas.

Son consideradas excelentes bioindicadores de la calidad del agua, ya que son altamente sensibles a los cambios químicos, físicos e hidrológicos del agua. Al respecto, la presencia de las macrófitas en un ecosistema está determinado por el pH, eutroficación, temperatura y circulación del agua.

No obstante, la presencia de algunas especies de plantas acuáticas puede constituir un grave problema ecológico. El incremento población de la especie Lemna minor constituye una plaga invasiva en lagunas de sedimentación o cultivo de peces y crustáceos.

La acumulación de macrófitas favorece la ausencia de oxígeno de los cuerpos de agua debido a la acumulación de materia orgánica. De hecho, evitan la entrada de luz a la región fótica reduciendo la liberación de oxígeno de las algas fotosintéticas.

Algunas especies actúan como medio ambiente para la propagación de plagas y enfermedades, además la acumulación y descomposición genera malos olores. En obras hidráulicas tienden a ocasionar obstrucciones en canales, embalse, represas y cursos de agua, llegando a debilitar dichas infraestructuras

Referencias

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