Trastornos mentales/Psicopatología

Terapia de aceptación y compromiso: bases y técnicas


La terapia de aceptación y compromiso (ACT) es un tipo de terapia de las llamadas “de tercera generación”. En los últimos años, se ha vuelto una de las opciones más populares para el tratamiento de trastornos como la ansiedad generalizada, el trastorno obsesivo compulsivo o la ansiedad social, aunque su uso se está extendiendo a otros problemas.

La terapia ACT (por sus siglas en inglés “acceptance and commitment therapy”) se diferencia de las terapias de primera y segunda generación por su enfoque principal. En las de primera generación, la mayoría de técnicas estaban basadas en el cambio de comportamiento mediante refuerzo y otros métodos conductistas.

En las terapias de segunda generación, por el contrario, el enfoque estaba puesto especialmente en los procesos cognitivos de los pacientes. La terapia ACT se basa en las de segunda generación, pero incorpora elementos como el mindfulness y el examen de las propias emociones al tratamiento de distintas enfermedades psicológicas.

En un principio, la terapia de aceptación y compromiso se desarrolló como una alternativa para los pacientes que no respondían bien al tratamiento con terapia cognitivo – conductual, la más aceptada hasta el momento. Sin embargo, diversas investigaciones han mostrado que produce buenos resultados para todo tipo de trastornos mentales.

Índice del artículo

Bases

Las terapias psicológicas de segunda generación se basan en la idea de que nuestros pensamientos conforman la manera en la que experimentamos el mundo. Por lo tanto, su enfoque está en cambiar las creencias y el diálogo mental de los pacientes, para de esta manera modificar sus emociones y su estado de ánimo.

Por el contrario, la terapia ACT considera que los pensamientos negativos y el sufrimiento son partes inevitables de la experiencia humana. Debido a ello, en lugar de cambiar el diálogo mental de los pacientes, este enfoque terapéutico se centra en enseñarles a aceptar sus experiencias negativas para que no les produzca más malestar del necesario.

Debido a ello, la terapia ACT es comparada en muchas ocasiones con el “mindfulness”, ya que una de sus técnicas principales es la de ayudar a los pacientes a darse cuenta de lo que están sintiendo o pensando, y a darse cuenta e que sus experiencias internas no tienen poder sobre ellos.

Al mismo tiempo, la terapia de aceptación y compromiso también se basa en la idea de que tomar acción de acuerdo a los propios valores es algo fundamental para mejorar el estado de ánimo de los pacientes. Por ello, se trata de un enfoque muy práctico y orientado a realizar cambios tangibles en la vida de los clientes.

La terapia ACT se basa en seis principios fundamentales: defusión cognitiva, aceptación, contacto con el momento presente, acceso al “yo observador”, descubrir los propios valores, y tomar acción. A continuación veremos en qué consiste cada uno de ellos.

Defusión cognitiva

Uno de los principios fundamentales en los que se basa la terapia ACT es la idea de que nuestros pensamientos y emociones solo pueden hacernos daño cuando nos identificamos con ellos. Si, por ejemplo, en nuestra mente surge el pensamiento “no soy atractivo”, este solo nos causará sufrimiento si nos lo creemos.

La mayoría de terapias existentes hasta el momento se centraban en rebatir cualquier idea o emoción negativa mediante el diálogo mental. La ACT, por el contrario, enseña a los pacientes a simplemente observarlas sin juzgarlas ni tratar de modificarlas. De esta manera, el malestar que provocan se reduce significativamente.

Para lograr este objetivo, se utilizan varias técnicas que ayudan a los pacientes a ver sus pensamientos, emociones y recuerdos como algo externo.

Aceptación

Otra de las teorías fundamentales de la terapia de aceptación y compromiso es que el sufrimiento es inevitable: nunca va a llegar un momento en el que todo sea perfecto y las emociones negativas desaparezcan. Debido a ello, luchar contra sentimientos o ideas desagradables no solo no es efectivo, sino que hace que aumente el malestar.

En lugar de ello, la ACT enseña a aceptar las experiencias negativas, a dejar que desaparezcan por sí solas, y a actuar a pesar de ellas. De esta manera, su influencia sobre la vida del paciente se reduce significativamente, lo que paradójicamente también disminuye el malestar que este experimenta.

Contacto con el momento presente

La terapia ACT extrae elementos de prácticas como la meditación o el mindfulness para ayudar a los pacientes a estar más conectados con lo que están haciendo en cada momento. La idea detrás de esta práctica es que, cuando nos enfocamos en el presente, gran parte de nuestras experiencias negativas desaparecen.

Al mismo tiempo, el hecho de centrarse en el momento presente ayuda a los usuarios de la terapia ACT a actuar a pesar de sus emociones y pensamientos negativos. Esto reduce en gran medida la necesidad de luchar contra ellos, lo que a la larga puede resultar contraproducente.

Acceso al “yo observador”

Uno de los motivos principales por los que tratamos de luchar contra nuestros pensamientos, emociones y recuerdos negativos es porque pensamos que van a hacernos daño si les permitimos mantenerse en nuestra mente. La terapia ACT busca demostrar que esta idea no es real.

Según este método terapéutico, nuestra mente está dividida en dos partes: el “yo pensante” y el “yo observador”. Sin importar lo que el yo pensante haga, el yo observador siempre puede mantener un estado de calma y bienestar, separado de cualquier pensamiento o emoción que tengamos.

Por eso, al identificarnos con el yo observador, es posible reducir en gran medida el malestar que nos provocan nuestros sentimientos y pensamientos.

Descubrir los propios valores

Según las investigaciones al respecto, tomar acción para conseguir lo que uno quiere es fundamental para alcanzar un nivel alto de bienestar. Sin embargo, alcanzar cualquier meta requiere realizar acciones incómodas o difíciles, por lo que muchas personas no trabajan en sus objetivos para evitar sentirse mal.

La solución que propone la terapia ACT a este problema es descubrir cuáles son los valores de cada paciente. Se trata de aquello que es más importante para cada persona, una brújula que apunta hacia lo que quiere conseguir cada uno.

Cuando una persona clarifica sus valores y actúa de manera congruente con ellos, es más fácil que trabaje para conseguir sus metas incluso si tiene que realizar tareas desagradables o poco motivantes.

Tomar acción

Una vez que se ha aprendido que los pensamientos y emociones propios no tienen por qué influir negativamente sobre nuestra experiencia, y se han descubierto cuáles son nuestros valores más importantes, el último paso de la terapia ACT implica fijarse una serie de metas desafiantes y tomar acción para conseguirlas.

De esta manera, el enfoque de esta terapia es doble: por una parte se busca reducir el malestar emocional de manera directa, y por otra mejorar la vida de los pacientes para reducir la frecuencia con la que se encuentran en situaciones que les causan infelicidad.

Técnicas

Cada sesión de terapia de aceptación y compromiso será única en función del punto en el que se encuentre el paciente. En todo momento, el terapeuta trabajará con su cliente para conseguir uno de los siguientes objetivos: tomar conciencia de los propios estados mentales, aceptarlos y quitarles poder, clarificar los propios valores, y emprender acción.

Tomar conciencia de los estados mentales

El primer paso de la terapia de aceptación y compromiso implica que el paciente se de cuenta de lo que está experimentando: las emociones, pensamientos y recuerdos que le pasan por la mente en cada momento. Para ello, lo más habitual es realizar ejercicios de mindfulness o reflexionar sobre lo que ha ocurrido en una situación concreta.

Los ejercicios de mindfulness están basados en técnicas como la meditación. Generalmente implican que el paciente dedique un tiempo determinado a observar lo que ocurre dentro de su cabeza. Para ello, lo más habitual es realizar ejercicios de respiración.

Además de ello, el terapeuta puede ayudar al paciente a indagar sobre lo que estaba sintiendo o pensando en un momento determinado. Con la suficiente práctica, el individuo es capaz de reconocer sus propios estados mentales con una facilidad cada vez mayor.

Aceptar y quitar poder a los estados mentales

El segundo paso de la terapia ACT es enseñarle al paciente distintas maneras en las que puede reducir el malestar que le causan sus propios pensamientos y emociones.

Esto suele implicar ser capaz de observar los estados mentales sin juzgarlos, identificarse con el yo observador, y desasociarse de los propios pensamientos y emociones.

Clarificar los propios valores

Una vez que la persona ha conseguido quitarle poder a sus sentimientos, pensamientos y recuerdos, el terapeuta debe ayudarla a descubrir qué es realmente importante para ella.

De esta manera, se puede identificar qué partes de la vida del individuo están alineadas con sus valores, y cuáles necesitan un cambio.

Emprender acción

La última parte de la terapia de aceptación y compromiso implica que la persona, con ayuda del psicólogo, desarrolle un plan de acción que le ayude a crear una vida cada vez más congruente con sus propios valores y a actuar a pesar de tener todavía estados mentales negativos o incómodos.

Por otra parte, la terapia ACT es cíclica. Esto quiere decir que, aunque estas cuatro etapas suelan darse de manera lineal, en cualquier momento del proceso es posible volver atrás y practicar de nuevo cualquier técnica o ejercicio que pueda mejorar los resultados que está consiguiendo la persona.

Referencias

  1. “Acceptance and Commitment Therapy (ACT) for GAD” en: VeryWell Mind. Recuperado en: 27 Marzo 2019 de VeryWell Mind: verywellmind.com.
  2. “Acceptance and commitment therapy” en: Psychology Today. Recuperado en: 27 Marzo 2019 de Psychology Today: psychologytoday.com.
  3. “Acceptance and commitment therapy (ACT)” en: Good Therapy. Recuperado en: 27 Marzo 2019 de Good Therapy: goodtherapy.org.
  4. “Acceptance And Commitment Therapy (ACT): The Psychology Of Acting Mindfully” en: Positive Psychology Program. Recuperado en: 27 Marzo 2019 de Positive Psychology Program: positivepsychologyprogram.org.
  5. “Acceptance and commitment therapy” en: Wikipedia. Recuperado en: 27 Marzo 2019 de Wikipedia: en.wikipedia.org.