Célula animal: características, partes, funciones, ejemplos
¿Qué es una célula animal?
Las células animales son las células que forman a los seres humanos y a todos los demás seres vivos que conocemos como animales: los perros y los gatos, las vacas y los caballos, las hormigas y las arañas, los gusanos y las aves, los delfines y los cangrejos, los caracoles y los escarabajos, entre otros.
Las células pueden ser definidas como las unidades básicas fundamentales de los seres vivos, ya que son las partes vivas más pequeñas en las que se puede dividir un ser viviente.
Las células animales son células eucariotas, es decir, son células con un núcleo definido y distintos compartimientos internos como las mitocondrias, el retículo endoplásmico, el complejo de Golgi, los peroxisomas y lisosomas, entre otros que más adelante explicaremos.
La principal diferencia entre los animales y las plantas está en el tipo de células que los componen: las plantas están formadas por células vegetales y los animales están formados por células animales. Ambas son dos tipos de células eucariotas, es decir, células con un núcleo definido y compartimentos internos.
Características de las células animales
Las células animales tienen varias características:
- Son células eucariotas, así que tienen un saco o compartimiento rodeado por una membrana donde está encerrado el material genético (ADN).
- Tienen estructuras u “órganos” internos rodeados por membranas, los cuales podrían considerarse análogos a los órganos de nuestro cuerpo.
- Están formadas por una membrana celular y no tienen pared de ningún tipo.
- Son células heterótrofas, lo que quiere decir que no son capaces de producir su propio alimento, sino que tienen que alimentarse de lo que pueden obtener en el medio a su alrededor.
- Generalmente son células con capacidad de movimiento y/o desplazamiento
- Establecen estrechas comunicaciones con las células adyacentes, por contacto directo o indirecto a través de la membrana plasmática
Partes de la célula animal (organelos)
Las células animales, como todas las células eucariotas, tienen distintas partes que ejercen funciones especiales, fundamentales para la vida celular. Veamos, a continuación, cuáles son las principales partes de las células animales:
Membrana plasmática
La membrana plasmática es una estructura común para todas las células en la naturaleza. Es sumamente importante, pues proporciona la “barrera” que delimita a las células y separa lo que hay en su interior del medio externo.
Generalmente se describe como una estructura semipermeable o selectivamente permeable, lo que quiere decir que permite el paso de ciertas sustancias y evita el paso de otras hacia adentro y hacia afuera.
Está formada principalmente por unas moléculas llamadas lípidos, pero también contiene muchas proteínas y carbohidratos que ejercen funciones importantes.
El citoesqueleto
Así como nuestro cuerpo tiene un esqueleto formado por huesos que soportan nuestro peso, que protegen nuestros órganos y que facilitan algunos de nuestros movimientos, muchas células también poseen un sistema de andamios moleculares internos que las ayudan a mantener su estructura.
Tal es el caso de las células animales, donde dichos andamios componen lo que denominamos el citoesqueleto (el esqueleto celular), que proporciona soporte estructural y permite la organización interna y el movimiento de vesículas y sustancias de un lado a otro de la célula.
Citosol
El citosol es una especie de fluido que se encuentra en el interior de la membrana plasmática, donde están suspendidos todos los orgánulos membranosos y donde se encuentra gran cantidad de agua, proteínas, azúcares, iones y otros tipos de moléculas.
En el citosol ocurren numerosas reacciones químicas que las células necesitan para sobrevivir. Este fluido también contribuye a la forma de las células y a su comunicación con el medio que las rodea.
Núcleo: envuelta nuclear, nucleoplasma y nucleolo
Uno de los orgánulos o compartimientos más vistosos de las células animales es el núcleo. Este, además, es el compartimiento que define a las células eucariotas, es decir, a las células de las plantas, de los hongos y de los animales.
En el núcleo se almacena toda la información que una célula necesita para ser una célula; es más o menos como el cerebro de nuestro cuerpo.
Esta información se almacena en forma de cromosomas, que son estructuras formadas por un complejo de proteínas y ácido desoxirribonucleico llamado cromatina.
El ácido desoxirribonucleico (ADN) es la molécula que contiene toda la información de una célula. Durante la división celular, esta molécula se duplica y una copia fiel es transferida hacia la célula hija.
Envuelta o lámina nuclear
El núcleo tiene su propia membrana organelar, la cual lo separa del resto de los componentes del citosol. Esta membrana se conoce como envuelta, lámina o envoltura nuclear y, así como la membrana plasmática, permite el paso de ciertas sustancias e impide el de otras.
En la envuelta nuclear existen unos poros, conocidos como complejos del poro nuclear, los cuales permiten la comunicación del núcleo con el resto de los componentes en el citosol.
El nucleoplasma y nucleolo
El interior del núcleo contiene lo que se conoce como nucleoplasma o lumen, que es análogo al citosol. Es en el nucleoplasma que se encuentra la cromatina y el nucleolo, que es el lugar donde se producen los ribosomas (los “orgánulos” encargados de fabricar proteínas).
Retículo endoplásmico
Este orgánulo es un sistema de membranas que están conectadas a la membrana que forma la envuelta nuclear. Su trabajo es procesar y distribuir muchas proteínas celulares, especialmente las que deben ser enviadas a las distintas membranas.
Complejo o aparato de Golgi
También es un orgánulo membranoso, pero está formado por una pila de “sacos” aplanados con forma de cisternas. No está asociado con la membrana del núcleo, pero también participa en el procesamiento y la modificación de algunas proteínas.
Este orgánulo también es importante para el transporte de distintas sustancias en el interior de las células y hacia su exterior.
Mitocondrias
Son los centros energéticos celulares, las fuentes de poder de todas las células eucariotas. Tienen una forma alargada, muy similar a la de algunas bacterias. En su interior ocurren reacciones químicas que permiten que las células respiren y que obtengan energía de los alimentos que adquieren de su alrededor.
Las mitocondrias son de los orgánulos más importantes de una célula. Tienen su propio ADN, pero algunas de las proteínas en su interior son producidas por el ADN en el núcleo.
Lisosomas
Los lisosomas son como el “vertedero” de las células animales. En su interior van a parar gran cantidad de desechos que las células tienen que eliminar porque su acumulación puede ser tóxica.
Dentro de estos orgánulos -que no tienen ADN propio- hay una gran cantidad de enzimas que ayudan a digerir distintos tipos de moléculas como, por ejemplo, proteínas, lípidos, carbohidratos, etc.
Peroxisomas
Son orgánulos más pequeños que los lisosomas, por eso se clasifican como microcuerpos. No tienen ADN propio y su función también tiene que ver con la eliminación de sustancias tóxicas, específicamente del peróxido de hidrógeno.
También se encargan del metabolismo de algunas grasas, de ciertos aminoácidos y de algunos azúcares.
Centrosomas
Estos son “orgánulos” característicos de las células animales. Participan en la división celular y están formados por dos centriolos, que son las estructuras encargadas de la formación de los microtúbulos, las moléculas que separan las copias de ADN durante la división celular.
Funciones celulares
Las células animales tienen muchas funciones:
Soporte
Las células animales forman los tejidos y órganos de los animales, de la misma manera en que los ladrillos forman las paredes que constituyen un edificio.
Además, algunas células sirven de soporte nutricional para otras, como es el caso de las células gliales en el cerebro. Esto quiere decir que su función es proveer la energía y los nutrientes necesarios para otras células con distintas funciones.
Por otra parte, hay células que soportan el desarrollo de otras, como por ejemplo las células de Sertoli en los testículos, y de muchas otras células que se encargan de producir los factores moleculares necesarios para el correcto desarrollo de determinadas células.
División celular
Todas las células del cuerpo de un animal se dividen y es la división celular la que permite que los tejidos se mantengan y se renueven constantemente.
Las células del cuerpo humano, por ejemplo, con excepción de las células germinales, se dividen por mitosis generando copias de sí mismas, lo que favorece el mantenimiento de los linajes celulares en cada tejido particular, así como el crecimiento del cuerpo animal (en los animales multicelulares).
Las células germinales se dividen por meiosis, y gracias a esta división se producen los gametos, que son las células sexuales especializadas en la reproducción.
Movimiento
Casi todas las células animales son capaces de realizar algún tipo de movimiento.
Los animales tienen normalmente células equipadas con cilios y/o flagelos que les permiten realizar distintos tipos de movimientos y, con ello, diferentes actividades.
El movimiento de distintos conjuntos de células ciliadas es fundamental en el intestino delgado para la digestión, así como en el oído interno es fundamental para la audición y en el sistema respiratorio es esencial para la filtración de las partículas contenidas en el aire.
Por otra parte, los animales vertebrados tienen tejidos musculares formados por células capaces de contraerse y relajarse al unísono. Las células de estos tejidos facilitan el movimiento de dichos animales -incluyendo al ser humano- para la realización de múltiples actividades.
Defensa
Hay muchas células animales que participan en la defensa del organismo al que pertenecen.
Por ejemplo, en los mamíferos las células especializadas del sistema inmune son capaces de reconocer microorganismos invasores o sustancias extrañas peligrosas y eliminarlas con cierta rapidez y eficiencia.
Comunicación
La comunicación es fundamental para todas las células en la naturaleza, y los animales no son la excepción.
En los animales unicelulares la función de comunicación implica la “conciencia” del medio que los rodea, pues con el fin de encontrar alimento, agua, detectar potenciales peligros y responder a los cambios que se sucedan, es necesario establecer intercambios constantes con el medio exterior.
En los animales multicelulares, la comunicación entre las células es esencial para el funcionamiento del tejido y del organismo al que pertenecen.
Ejemplos de células animales
Veamos varios ejemplos comunes de células animales:
Glóbulos rojos
Los glóbulos rojos o eritrocitos son las células animales que se encargan del transporte del oxígeno a través de la sangre. Estas células, en los mamíferos, no tienen núcleo y están repletas de una proteína llamada hemoglobina, que es la que se encarga de llevar el oxígeno.
Neuronas
Son las principales células del sistema nervioso animal. Están formadas por un cuerpo -soma- que tiene una serie de prolongaciones que lucen como los cabellos de Medusa (mitología griega) -dendritas- y una larga proyección -axón- que establece contacto con otras células del cuerpo.
Las neuronas se especializan en la transmisión de mensajes en forma de impulsos nerviosos. Las que están conectadas con el sistema musculoesquelético, por ejemplo, les dicen a los músculos del cuerpo cuándo y cómo moverse.
Hepatocitos
Son las células que forman el tejido que compone al hígado, uno de los órganos del cuerpo de los animales vertebrados.
Miocitos
Son las células que forman los tejidos musculares de los animales. Algunas son cilíndricas y muy alargadas y en su interior tienen unas proteínas capaces de deslizarse unas sobre las otras para acortar su longitud y contraer el tejido al que pertenecen.
Inmunoglobulinas
Son unas células muy importantes del sistema inmune de los animales mamíferos. Se han descrito alrededor de 5 tipos diferentes y las más importantes funcionan en la detección de sustancias extrañas y la producción de anticuerpos, algunos de los cuales son capaces de “neutralizar” o “marcar” a los invasores para su eliminación.
Otros temas de interés
Referencias
- Alberts, B., Bray, D., Hopkin, K., Johnson, A. D., Lewis, J., Raff, M., … & Walter, P. (2013). Essential cell biology. Garland Science.
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- Villanueva, J. R. (1970). La célula viva.