Cultura general

30 Normas del Buen Hablante y del Buen Oyente


Las normas del buen hablante y del buen receptor es algo que se nos ha enseñado de manera repetida casi desde que tenemos uso de conciencia, cuando de pequeños íbamos al colegio y nuestros profesores intentaron inculcarnos estas directrices sociales. 

Estas normas nos ayudan a poder tener una comunicación efectiva, sin problemas y a mejorar nuestro desenvolvimiento a la hora de transmitir un mensaje ante las demás personas.

normas del buen hablante y oyente

La comunicación es una actividad que nos acompaña desde nuestro nacimiento hasta el día que morimos. Es aquel proceso que se da al intercambiar un mensaje e información entre dos o más personas.

Normas efectivas del buen hablante o del emisor

1- Pensar antes de hablar

Es importante pensar la idea que se quiere emitir antes de argumentarla, para no cometer ninguna equivocación. Es decir, pensar muy bien el tema que se está hablando o discutiendo, para que no se pierda la coherencia acerca de lo que se habla. 

2- Mirar con atención a la persona que se le va a hablar

Mirar directamente a los ojos a la persona a la que se le quiere hacer llegar el mensaje denota seguridad ante el receptor, logrando que el mensaje sea mucho más creíble y se genere una atmósfera de confianza. Ayuda a tener mucho más foco y que el oyente se sienta parte de la conversación.

3- Hablar en un tono de voz adecuado

El volumen con el que se habla es muy importante, porque se debe escuchar lo que queremos decir. La proyección de la voz es primordial para la comunicación, pero recuerda que proyección no significa gritar, sino hablar en un tono adecuado al sitio donde nos encontramos. Evita ser agresivo.

4- Pronunciar correctamente las palabras 

La dicción es muy importante a la hora de comunicarnos. No importa en qué idioma se esté hablando lo que expresamos, siempre debe decirse de forma entendible para evitar que se pierda el sentido y se produzca incomunicación.

5- No hablar al mismo tiempo que la otra persona

A menos que sea algo programado o llevado a un acuerdo con otro emisor, no se debe hablar al mismo tiempo que otra persona. El motivo es que se le resta importancia al mensaje que pueda estar emitiendo la otra persona, no se entienden ninguna de las dos personas y puede ser tomado como una falta de respeto, como si lo que expresara la otra persona no tuviera relevancia.

6- Hablar de forma respetuosa

El respeto siempre comienza desde nosotros mismos como individuos. Nacimos para expresarnos con libertad y sin miedo a ser agredidos. El respeto es un factor muy importante en el área de la comunicación.

Es importante tener sensibilidad como seres humanos y tener respeto a la hora de expresarnos, es decir, de escuchar una opinión o argumento con el cual no estemos de acuerdo. Al fin y al cabo, mostrar tolerancia y hacer uso de una comunicación asertiva, ya que no podemos ser iguales.

7- Tratar de no emitir groserías a hora de hablar

Las groserías demuestran pobreza en el vocabulario, siendo un recurso que normalmente se utiliza cuando no encontramos suficientes palabras para expresarnos. También pueden ser tomadas de forma ofensiva y ser muy molestas para el receptor.

8- Expresarse de una forma clara y sencilla

Uno siempre se debe expresar de una manera en que las personas que nos están escuchando nos puedan entender. También influye mucho la persona con la que esté hablando.

No le explicas de la misma manera algo a un niño de 5 años que a un adulto de 40 o a una persona mayor de 70 años. Debe existir un entendimiento del mensaje que quieres hacer llegar.

9- Ser lo más preciso posible a la hora de expresar una idea

Muchas veces cuando queremos expresar algo tendemos a divagar, dar vueltas y damos mucha información innecesaria que no aporta a la idea que queremos expresar.

También puede ocurrir que no estamos muy seguros de lo que queremos comunicar y no hablamos del tema específico que queremos tratar. Por eso es tan importante organizar nuestras ideas en la cabeza y saber qué es lo más relevante del tema.

10- Mantener un lenguaje corporal acorde a lo que se está hablando

Estamos de acuerdo que existen diferentes tipos de comunicación y que una de ellas es a través del lenguaje corporal. Al hablar debemos evitar actitudes como tener las manos en los bolsillos o movernos al mismo tiempo que hablamos, ya que son gestos que demuestran inseguridad en nuestro discurso. Una buena conversación siempre debe ir acompañada de una postura erguida, tranquila y sin tensiones.

11- No centrar el foco en una persona

Si te estás dirigiendo a dos o más personas, evita mantener el foco de tu discurso en una persona. A veces, simplemente porque nos sentimos más en confianza, dirigimos las palabras o la mirada a alguien concreto aunque estés refiriéndote a todos.

Sin embargo, esto puede generar que las otras personas a las que no miras se sientan excluidas, pudiendo interpretarlo como una falta de educación. 

Para evitar esto comparte miradas con todos los oyentes por igual y, si es posible, menciona su nombre en tu discurso. Esto además aumentará su atención.

12- Evitar un lenguaje que no pueda ser entendido

Cuando hables evita palabras que puedan generar duda en el público oyente. Estas pueden ser muy técnicas, localismos, anglicismos o simplemente palabras cultas pero que no están en el conocimiento de todos. 

Por ejemplo, si alguien te pregunta “¿Qué tal tu vocabulario?” y tu respuesta es “loable”, posiblemente una gran parte de la población no te entenderá a pesar de que tu respuesta es totalmente válida.

13- No dejar a la mitad el mensaje

Si inicias una conversación donde vayas a contar un hecho importante o anécdota interesante, no la dejes a la mitad. Esto podría irritar al oyente, deseoso de saber el final de la historia.

14- Acomodarte al contexto

El hablante mantiene un vínculo diferente con cada persona. Con su mejor amigo tendrá confianza para hablar de todo y sin filtros, con la panadera del barrio la conversación será más formal y monótona y con un profesor de universidad el enfoque será por lo general serio.

Mientras con ese amigo podrás ser explícito y descortés en ciertos contextos íntimos, con la panadera o profesor nunca perderás las formas, ya que podría generar malestar y desconfianza. Todo tiene su momento.

15- Sonríe

Muy importante. Es un elemento muy atractivo para cualquier conversación y dice mucho del tono que se quiere dar. Eso sí, evita fingir si no te sale, se notará rápidamente y generará inquietud en el receptor.

Normas efectivas del buen oyente o del receptor

1- Escuchar con atención a la persona que está hablando

Es importante colocar toda la atención que se pueda cuando alguien nos está hablando. Por respeto a la persona que se está tomando el tiempo de decir algo y por si debemos dar una respuesta a lo que nos están diciendo.

2- Ser sabio a la hora de escuchar

A la hora de escuchar un argumento se debe tener criterio, ya que no todo lo que nos dicen es verdad. Así que se debe discernir con respecto a lo que se escucha y a la veracidad del mensaje. En resumen, descodificar el mensaje.

3- No interrumpir a la persona que está hablando

Así como nos gusta que nos escuchen con respeto y no nos interrumpan cuando hablamos, nosotros debemos actuar de la misma manera. Así no se esté de acuerdo con lo que una persona dice, se debe guardar silencio y no interrumpir. Todos tenemos derecho a exponer nuestras ideas.

4- Esperar que la persona que está hablando exponga su idea para poder intervenir

Pedir permiso y esperar que la otra persona termine de hablar para hacerlo nosotros es muy importante.

Nuestro discurso no tendrá mayor énfasis si interrumpimos el de otra persona o hablamos al mismo tiempo. De hecho, crea el efecto contrario y más bien pierde peso y no se entiende lo que se dice.

5- Dar a entender que se entendió el mensaje que se recibió

Dar acuse de recibo en una conversación es necesario. Porque le da la seguridad al hablante de que su mensaje se entendió. Para nosotros, como oyente es importante avisar que se entendió el mensaje y que no tenemos ninguna duda sobre el tema. 

6- No ofender a la persona que está hablando

El respeto es importante como ya afirmamos en un punto anterior. Se puede ofender de diferentes maneras a la persona que trasmite el mensaje, como por ejemplo tomando un tema de burla cuando está hablando, no prestando atención o interactuando con otra persona cuando la persona habla. Es importante respetar para que haya una comunicación eficaz.

7- Oír el mensaje sin prejuicios

Muchas personas dicen que la objetividad no existe y, en cierto punto, es una realidad ya que somos seres subjetivos. Tenemos creencias que nos diferencian de las demás personas, pero aun así, a la hora de escuchar un mensaje es importante dejar nuestro lado personal y abrirse a escuchar lo que se está diciendo.

Es importante tener criterio a la hora de escuchar un mensaje, pero no cerrarnos ante lo que nos puedan decir los demás.

8- No reír o tener actitud de burla mientras la persona está hablando

La burla es un recurso utilizado para conseguir que el mensaje del emisor pierda importancia, pero también puede entenderse como una cierta inseguridad del receptor de no querer tratar el tema que hay en el aire. Por ello, y si no quieres mostrar inseguridad, es mejor procurar no burlarte o reírte, a menos que nos estén contando algo gracioso o un chiste.

9- Mantener una postura de escucha

En la comunicación, todo dice algo. Y eso incluye nuestros gestos, expresiones y posturas. Si estamos escuchando a alguien a hablar, no debemos adoptar una postura desgarbada que denote interés o aburrimiento, dado que esta persona podría sentirse incómoda.

Tampoco es recomendable adquirir posturas cerradas, como cruzar los brazos o bajar la mirada, debido a que se puede entender como un gesto de desacuerdo, molestia o desinterés. Nuestro cuerpo habla todo el tiempo, incluso cuando creemos que somos receptores completamente pasivos.

10- Si quien transmite el mensaje se equivoca no se debe corregir de forma pública, sino privada

Equivocarse no es fácil, y menos frente a las personas. Normalmente que esto ocurra nos causa un poco de vergüenza, por lo que es importante tener empatía y mostrar tacto con el individuo que ha podido equivocarse. Una manera de no provocar más daño, es corregir a la persona en privado y no frente a los demás.

Es necesario no corregir a la persona de forma ofensiva, donde se señale a la persona como inculta o poco preparada y con ello se sienta mal.

Si un error es tan grave que es necesario corregirlo en el momento, hay hacerlo de una forma modesta, con sutileza.

11- No forzar al hablante

Deja que el hablante se exprese a su manera. No todo el mundo emite su discurso de la misma manera que tú, por lo que sé respetuoso y no hagas entender a tu interlocutor que no te gusta cómo se expresa o lo que cuenta.

Ni que decir tiene que si el hablante tiene algún problema de dicción como tartamudez, voz ronca o rasgada u otro tipo de dificultades, no lo fuerces y permite que se expresa dentro de sus capacidades.

12- No desviar el tema

Durante una conversación informal pueden surgir mil coloquios distintos. Sin embargo, a veces el hablante saca un tema que le puede preocupar o que tiene ganas de expresarlo, por lo que requerirá más atención por parte del oyente. No desvíes el tema a otro por desinterés, ya que será una muestra de poca empatía.

13- No imponer tu mensaje sobre el del hablante

Hay personas que cuando surge una anécdota intentan superarla con otra personal. Esto es una manera de restar valor a lo que cuenta el hablante, generando malestar y creando una visión tuya de persona pedante o egocéntrica.

14- Ten paciencia

En algunas ocasiones puede que te aburra el tono del hablante o el camino que toma su discurso. Puede que tu interlocutor no vaya al grano o que necesite más palabras para expresarse, pero mostrar ansia o intentar que sintetice sus palabras puede considerarse una falta de respeto. 

15- Toma notas

En ciertos contextos, como puede ser la escuela o universidad, así como el primer día de trabajo, es interesante ir con un cuaderno de notas y bolígrafo. No solo te ayudará a luego recordar los puntos importantes del día, sino que creará un clima de confianza en el hablante, el cual entenderá que muestras interés por lo que se está hablando.

Referencias

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  3. Kline, J. A. (s.f.). How to Be an Effective Listener. Recuperado de sitio web de Air University.
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  5. McKay, K., & McKay, B. (2012, Febrero 5). Look ‘Em in the Eye: Part I – The Importance of Eye Contact. Recuperado de sitio Web de Art of Manlinessof-eye.
  6. McKee, M. (s.f.). Correcting Others: How, When, and When Not to Correct Someone. Recuperado de sitio Web de Manners Mentor.
  7. MTSTCIL. (s.f.). Manners. Recuperado de sitio Web de MTSTCIL.
  8. University of Kent. (s.f.). Communication Skills: Speaking and Listening. Recuperado de sitio Web de University of Kent.