Cultura general

Ahorrador de gasolina: ¿funcionan realmente?


El ahorrador de gasolina o de combustible consiste en un dispositivo que se vende en los mercados secundarios bajo la premisa de que puede reducir las emisiones de escape de cualquier vehículo. Actualmente existen distintos tipos de dispositivos y la mayoría de estos busca optimizar la ignición, el flujo de combustible o el flujo de aire.

Uno de los primeros dispositivos elaborados con el fin de ahorrar combustible fue diseñado por Charles Nelson Pogue, un inventor canadiense que construyó un carburador mpg 200; este aparato consumía un litro de gasolina luego de que el vehículo hubiese transcurrido los 100 kilómetros y fue apodado por su inventor como “carburador catalítico”.

A pesar de las buenas intenciones de estos dispositivos ahorradores, la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) (localizada en los Estados Unidos) ha podido comprobar que en la mayoría de los casos los artefactos no han contribuido en la mejora de la economía de gasolina en un nivel apreciable.

Además, las pruebas que realizó la revista Popular mechanics también lograron determinar que estos ahorradores no han conseguido mejoras contundentes en cuanto a la potencia o al consumo de gasolina. Incluso, en algunos casos se pudo corroborar que en realidad producen una disminución de esta potencia.

Otras organizaciones que han llegado a los mismos resultados y que cuentan con una reputación respetable han sido la Consumer reports y la Asociación Americana de Automóviles, lo que demuestra que estos dispositivos todavía requieren de muchos ajustes y mejoras para convencer a los usuarios de sus ventajas.

A pesar de su mala reputación, los ahorradores de combustible son muy populares gracias a la dificultad al momento de calcular con precisión los cambios relacionados con la economía de gasolina de un auto, debido a que las variaciones en cuanto al consumo de combustible son altas: esto da a entender que hubo una mejora que en realidad no existe.

De hecho, si existe una mejora luego de la colocación del dispositivo, esto suele suceder generalmente por el procedimiento de ajuste que se debe realizar en el vehículo como parte de los pasos de instalación. Esto quiere decir que los ajustes mecánicos ocasionaron la leve mejora; no obstante, no se trata de un verdadero ahorro de gasolina.

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Supuesto funcionamiento

El objetivo fundamental de los ahorradores de gasolina es reducir el gasto del combustible; sin embargo, su funcionamiento puede variar dependiendo del tipo de dispositivo. A continuación se presentan algunos de los aparatos ahorradores y su supuesto funcionamiento:

Accesorios especializados en la transmisión

Estos accesorios modifican el sistema de transmisión a través de unas poleas de submarca, que alteran en cierta medida la cantidad de potencia de motor que puede ser extraída por el dispositivo. Estas alteraciones en los sistemas de los compresores o alternadores pueden resultar perjudiciales para el vehículo, pero no modifican su seguridad.

Ahorrador de gasolina tipo magnético

Los fabricantes de este tipo de dispositivos ahorradores afirman que, para ahorrar el combustible, los hidrocarburos pueden atravesar un campo magnético. Esto los hace cambiar su orientación magnética: los organiza y los alinea, mejorando de este modo la combustión.

Según la información de PROFECO (Procuraduría Federal del Consumidor), las moléculas presentes en la gasolina no cuentan con magnetismo, por lo que no pueden ser alineadas por ningún campo magnético que sea colocado de forma externa.

Además, los procesos de polarización magnética requieren de un campo magnético que pueda digerir altos niveles de energía, y estos pequeños dispositivos no cuentan con esas capacidades.

Aditivos de aceite y combustible

Supuestamente, estos compuestos líquidos tienen el objetivo de mejorar el flujo del combustible y son colocados en los espacios destinados al aceite del vehículo. En líneas generales, el propósito de estos compuestos es optimizar la densidad de la energía del combustible.

Sin embargo, estos aditivos vendidos como “tratamientos de motor” pueden contener zinc, compuestos del cloro o teflón, elementos que no son ni útiles ni apropiados para el motor, por lo que pueden ocasionar daños severos al vehículo.

En consecuencia, la Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos ha buscado de forma agresiva a estos vendedores de aditivos, quienes aseguran que sus compuestos optimizan la economía de gasolina.

Artefactos vaporizadores

Algunos vendedores han declarado que ciertos artefactos pueden optimizar la eficiencia de la economía de gasolina mediante la transformación del combustible líquido en vapor.

En consecuencia, estos inventores afirman que su producto funciona como un calentador o dispositivo que aumenta o disminuye la turbulencia dentro del colector de admisión.

Este sistema no funciona, ya que el principio de transformar el líquido en vapor ya se aplica en el motor (es decir, el motor por sí mismo tiene la capacidad de realizar este proceso).

Además, la dinámica del flujo de cada vehículo es muy específico para cada motor, por lo que no existe ningún dispositivo de carácter universal que pueda aplicarse en más de un tipo de motor.

Otros dispositivos electrónicos

Existen ciertos aparatos electrónicos que son comercializados como ahorradores de gasolina. Por ejemplo, existe un dispositivo llamado Fuel Doctor FD La-47 que funciona conectándolo al encendedor de cigarros del vehículo, donde muestra una serie de luces LEDs.

Los vendedores de este aparato aseguran que aumenta el ahorro de gasolina del vehículo hasta un 25 %, mediante un acondicionamiento de las potencias del sistema eléctrico del vehículo.

Esto suena muy bien en la teoría; sin embargo, la empresa Consumer reports aseguró que el producto no ha generado ninguna diferencia ni en la economía ni en la potencia.

Para probar esto, la empresa analizó diez tipos de vehículos distintos y ninguno mostró cambios significativos. En conclusión, la sucursal norteamericana aseguró que este aparato electrónico “no hizo más nada, salvo iluminar”.

La importante revista Car and driver también aseguró que el producto consiste en un circuito compuesto por luces LED que no produce ninguna clase de optimización económica. Debido a esto, el fabricante tuvo que enfrentarse a una serie de demandas en las que se afirmaba que el dispositivo no producía ningún efecto.

¿Se ha comprobado que funcionan?

La idea de ahorrar combustible resulta muy tentadora para la mayoría de los usuarios, ya que generalmente el costo de la gasolina es muy elevado. Además, debido a los problemas que enfrentamos con respecto al calentamiento global, muchas personas y organizaciones desean reducir las emisiones contaminantes.

Por esta razón, no es descabellado apostar por el funcionamiento de estos ahorradores. Teniendo en cuenta algunas normativas, se considera que un ahorrador de gasolina funciona adecuadamente cuando cumple con los siguientes requisitos:

– El dispositivo debe garantizar el ahorro el combustible al menos un 8 %.

– Debe ser seguro para el motor del vehículo, sin generar daños colaterales que afecten el funcionamiento de la máquina.

– Tiene que cumplir necesariamente con las regulaciones sobre las emisiones contaminantes.

– No debe ser tóxico para los seres humanos.

Resultados negativos

No obstante, la mayoría de las investigaciones han arrojado datos negativos sobre los ahorradores de combustible. Según un estudio realizado por PROFECO, se pueden establecer las siguientes conclusiones acerca de los ahorradores de gasolina:

– La mayor parte de los ahorradores de combustible no generaron ningún tipo de ahorro ni disminuyeron las emisiones contaminantes; tampoco generaron mayor potencia para el motor.

– Solo un aparato logró disminuir las emisiones contaminantes y aumentó el rendimiento del combustible. No obstante, esto lo consiguió mediante un porcentaje notablemente bajo y a través de un procedimiento muy tóxico.

– Se presentó un caso en el que una máquina logró ahorrar combustible; sin embargo, lo hizo en un porcentaje muy leve que al final no genera ninguna diferencia contundente.

– Esta máquina mencionada en el punto anterior consistía en un sistema de lavado del motor del vehículo de manera interna, lo que sí genera algunos ahorros de combustible ya que un motor más limpio resulta más eficiente.

Formas reales/otras formas de ahorrar gasolina

Existen algunas maneras de ahorrar gasolina que no son producto de dispositivos o máquinas, sino que se trata más bien de una serie de precauciones o recomendaciones que pueden tener en cuenta los usuarios al momento de conducir su vehículo. Algunos de estos datos son los siguientes:

Mantener una velocidad moderada

Una manera eficaz de ahorrar combustible consiste en mantener una velocidad no mayor a 80 kilómetros por hora, como queda estipulado en los reglamentos de tránsito.

Al aumentar la velocidad y superar los 100 kilómetros por hora, el vehículo debe consumir mayor cantidad de gasolina.

Evitar el uso excesivo del aire acondicionado

El aire acondicionado puede generar un aumento innecesario en el gasto de la gasolina. Por esta razón se recomienda mantener un clima entre los 22 y los 18 grados centígrados, porque al encender el aire el consumo de combustible puede aumentar hasta un 20 %.

No obstante, es recomendable utilizar el aire acondicionado cuando está lloviendo o en la carretera, para evitar que se empañe el parabrisas o para evitar que entren algunas partículas por la ventana que ocasionen molestias al conductor.

Evitar acelerar o frenar de forma brusca

Se les recomienda a los usuarios no acelerar de manera inesperada, así como también es necesario frenar con suavidad. Esto quiere decir que el conductor debe mantener una conducción delicada, evitando los arrancones o los frenazos inesperados.

Referencias

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