Historia

Segunda Revolución Industrial: causas, consecuencias


¿Qué fue la Segunda Revolución Industrial?

La Segunda Revolución Industrialfue un periodo histórico caracterizado por los grandes cambios socio-económicos acaecidos entre 1850-1870 y 1914. Estas transformaciones estuvieron provocadas por los progresos técnicos en la industria química, la petrolera, la eléctrica y la metalúrgica, así como la aparición de inventos como el teléfono o el telégrafo.

Al no existir ningún tipo de ruptura con la Primera Revolución Industrial, se suele considerar esta segunda como una fase de la anterior. La principal diferencia fue la velocidad de los cambios, que fortalecieron y perfeccionaron lo ya creado en la Primera Revolución.

Además de lo relacionado con la industria y los avances tecnológicos, la sociedad de la época también se transformó profundamente. Así, aparecieron nuevos métodos de trabajo, creándose, por una parte, un nuevo tipo de mercantilismo y un capitalismo monopolista y, por otra, organizaciones obreras que intentaban mejorar las condiciones del proletariado.

Otro aspecto novedoso fue la consolidación de nuevas potencias. La Primera Revolución Industrial había afectado, principalmente, a Gran Bretaña, pero la Segunda se expandió a otros países, como Alemania, Japón o los Estados Unidos. Por esa razón, algunos expertos hablan de una primera globalización.

Características de la Segunda Revolución Industrial

Los expertos datan el comienzo de la Segunda Revolución Industrial a mediados del siglo XIX, entre 1850 y 1870, dependiendo de la fuente. Entre sus características destaca el desarrollo acelerado de diversos aspectos dentro de la industria química, eléctrica, de petróleo y de acero.

Además, se produjeron otros progresos muy importantes en el ámbito del transporte y las comunicaciones. Todas esas transformaciones tuvieron un reflejo en la sociedad, que cambió de manera significativa.

Sustitución del hierro por el acero

Al comienzo de la Segunda Revolución Industrial, el hierro continuaba siendo el metal más utilizado. En 1878, se inventó un sistema para explotar los yacimientos de hierro rico en fósforo, que hasta entonces habían sido considerados muy complicados.

Este metal, que durante la Primera Revolución Industrial se utilizó casi en exclusiva en el ferrocarril, encontró nuevas aplicaciones. Así, empezó a usarse en la construcción (Torre Eiffel, estaciones de trenes, puentes…) como en armamento.

Sin embargo, poco a poco, fue sustituido por el acero, una aleación del propio hierro con una pequeña cantidad de carbono. Su precio había limitado el uso hasta que, en 1856, la aparición del convertidor de Bessemer abarató su producción.

Una de las industrias que sacó más provecho fue la armamentística y se empezaron a construir acorazados o submarinos totalmente revestidos de acero.

Revolución del transporte

El precio de los transportes experimentó un gran descenso en esta época. Esto permitió que el comercio ampliara su campo de acción, al conectar de manera más económica las distintas partes del planeta. Igualmente, favoreció las migraciones generalizadas de población.

El medio de transporte más utilizado continuó siendo el ferrocarril, que, además, tuvo una evolución espectacular. Como ejemplo, Europa pasó de tener solo 4000 kilómetros de línea férrea en 1840 a los 100.000 km en 1870.

Igualmente notable fue el desarrollo del transporte marítimo. Los antiguos barcos de vela fueron dando paso a los de vapor, construidos con el casco de hierro, primero, y de acero, después. La tripulación necesaria disminuyó y el coste de cada viaje fue reduciéndose cada vez más.

Electricidad y petróleo

Otra de las características que marcaron este periodo fue la aparición de dos importantes fuentes de energía: la electricidad y el petróleo. Los cambios que supusieron afectaron a toda la sociedad, desde la industria a los transportes.

Maquinaria automática

La introducción de nueva maquinaria provocó la aparición de nuevos tipos de industria. Esas máquinas contribuyeron a automatizar la producción, mejorando la productividad y reduciendo los costos. En contrapartida, generaron un aumento del desempleo, ya que se necesitaba menos mano de obra.

Taylorismo y Fordismo

El efecto de las máquinas no fue lo único que revolucionó a la industria. Junto a la automatización, también aparecieron nuevos métodos de trabajo, como el creado por Frederick Taylor. Este especializó la labor de cada obrero dentro de la cadena de montaje, midiendo los tiempos requeridos para cada tarea.

Ese sistema fue adaptado, y ampliado, por Henry Ford, dueño de la Ford Motors Company. En sus fábricas se fabricaron los primeros Ford T. usando una cadena de montaje. Una de las novedades fue la asunción por parte del empresario de que los obreros debían tener un sueldo justo, que les permitiera, al menos, poder adquirir uno de sus coches.

Según Ford, esos sueldos iban a permitir que aumentara en consumo y que los trabajadores no se unieran a las organizaciones obreras revolucionarias.

Avances en el campo científico

A diferencia de lo ocurrido en la Primera Revolución Industrial, que solo se dio en Gran Bretaña, en la Segunda afectó a muchos más países. Esto supuso la aparición de nuevas potencias, impulsadas por el crecimiento de su industria. Entre ellas destacan Estados Unidos, Alemania o Japón.

Causas

Los expertos apuntan que las causas de esta Segunda Revolución fueron variadas. Las nuevas fuentes de energía, los avances en la metalurgia y los beneficios obtenidos de las colonias fueron algunas de las más importantes.

Aumento de la población

A partir del siglo XVIII se produjo un aumento considerable de la población. El final de las epidemias de peste y el desarrollo de la agricultura fueron factores que permitieron ese crecimiento demográfico. A esto hay que unirle el descenso de la mortalidad causada por guerras o el hambre.

Revolución agraria

Por una parte, la mejora de las técnicas agrícolas permitió un aumento de la producción. Por otra, la demanda de trabajadores por parte de la industria provocó un trasvase de población del campo a la ciudad.

Revolución burguesa

En algunos países se produjeron auténticas revoluciones protagonizadas por la burguesía, mientras que en otro, esta clase social se benefició de reformas políticas que les otorgaron algunos derechos antes limitados a la nobleza.

Esta burguesía, muy relacionada con el comercio y la industria, llegó a alcanzar el poder político de muchas naciones.

Consecuencias

La Segunda Revolución Industrial afectó a todos los aspectos sociales. Sus consecuencias positivas fueron el incremento de la producción, sus avances científicos o la mejora de los transportes. En lo negativo, se puede apuntar la creación de una masa de trabajadores industriales que vivían en condiciones infrahumanas.

Desplazamiento del hombre por la máquina

La Primera Revolución Industrial se había caracterizado por la necesidad de aumentar la mano de obra. Sin embargo, en la Segunda el efecto fue el contrario. La continua automatización de las tareas provocó un importante aumento del desempleo y, por lo tanto, de la pobreza.

Transportes como motor de la revolución

El ferrocarril está considerado como el gran motor de la Revolución Industrial. No solo su construcción proporcionó miles de puestos de trabajo, sino que, además, llevó aparejado un aumento de la demanda de los materiales necesarios, algo beneficioso para la industria.

Por otra parte, el barco con motor de caldera significó una transformación en el comercio, permitiendo transportar bienes más rápidamente a lugares remotos.

Aparecen las grandes empresas

A diferencia de lo que había ocurrido hasta entonces, las nuevas técnicas industriales promovidas durante esta Segunda Revolución hicieron necesaria la creación de empresas mayores. Esto también conllevó que la población se concentrara en las ciudades, ya que allí era donde se encontraba la industria.

Crecimiento demográfico y grandes migraciones

El crecimiento demográfico entre los siglos XVIII y XIX fue espectacular: la población paso de 208 millones a 403 millones.

Este gran cambio demográfico, unido a la urbanización dela población y al aumento del desempleo provocado por la automatización y las nuevas técnicas agrícolas, provocó una migración masiva hacia países en proceso de industrialización.

A lo anterior hay que unirle la mejora de los transportes, tanto terrestres como marítimos. El costo de cada viaje se redujo, algo que permitió a muchos emigrar a otras zonas del planeta. Se calcula que, entre 1850 y 1940, se desplazaron unos 55 millones de europeos. Su destino principal fueron los Estados Unidos.

Capitalismo monopolista

La segunda mitad del siglo XVIII vio la aparición de un nuevo tipo de capitalismo, denominado monopolista. Este se desarrolló en un contexto de crecimiento de las fuerzas productivas.

El capital tendió a centralizarse y la producción se concentró al formarse monopolios creados por los acuerdos entre los empresarios. Estos monopolios adquirieron una gran fortaleza, siendo capaces de determinar las condiciones de ventas de sus productos, finando sus precios.

A pesar de esto, la competencia no desapareció completamente, ya que esas empresas monopolistas competían duramente entre ellas.

Neomercantilismo

La Segunda Revolución Industrial también transformó la actividad comercial, dando lugar a lo que se ha conocido como neomercantilismo. Este comenzó en Alemania y Francia, extendiéndose rápidamente a Rusia, los Estados Unidos e Inglaterra.

En esa etapa industrial, ningún país era totalmente autosuficiente, especialmente por la necesidad de materias primas. Por esa causa, todos intentaron crear su propio imperio colonial, que les proveyera de esos materiales y, a la vez, fueran mercados para los productos manufacturados.

Este neomercantilismo, por lo tanto, desembocó en un nuevo colonialismo basado en el capitalismo. Su principal característica fue la participación de grandes empresas transnacionales en las colonias, donde mantenían enclaves de donde extraer las materias primas.

Nacimiento del proletariado industrial

Como se ha señalado anteriormente, durante este periodo las ciudades aumentaron significativamente su población. Los nuevos habitantes, atraídos por el trabajo industrial, tuvieron que vivir en condiciones muy pobres, así como con una falta casi total de derechos laborales.

La explotación generalizada terminó provocando que los obreros se organizaran, formando sindicatos socialistas o anarquistas. Las huelgas y las manifestaciones fueron las armas principales para tratar de mejorar sus condiciones laborales.

Fuentes de energía

Uno de los factores que más contribuyeron a transformar la sociedad fue el descubrimiento de nuevas fuentes de energía: la electricidad y el petróleo. Estas ofrecían resultados mucho mejores que las usadas hasta ese momento y fueron fundamentales para la aparición de tecnologías más modernas.

Electricidad

Aunque varios investigadores ya habían comenzado a investigar sobre el tema, fue Thomas Alva Edison el que popularizó su uso y, sobre todo, aportó al mundo un invento revolucionario: la bombilla. Este simple producto, presentado en 1879, sirvió para alumbrar las calles, mejorando la calidad de vida en todo el planeta.

Aparte de la bombilla, el desarrollo de la electricidad fue decisivo para otros muchos inventos. Su uso se aplicó a numerosos ámbitos, desde la maquinaria a las comunicaciones. Igualmente, se utilizó como fuente de energía de medios de transportes como el tranvía o el metro.

Petróleo

El uso más común del petróleo hasta ese momento era la iluminación, pero la auténtica revolución llegó con el invento del motor de combustión interna, que usaba ese producto como fuente de energía.

El primero que presentó un motor de ese tipo fue Nikolaus Otto, en 1876, inaugurando la era motorizada. Un año más tarde, la gasolina sustituyó al gas natural como combustible de ese motor gracias a las investigaciones de Karl Benz. Poco después, Rudolf Diesel creó un motor a petróleo para las locomotoras y el transporte marítimo.

Estos inventos se aplicaron pronto a la industria, impulsando la expansión de las máquinas automáticas.

Avances tecnológicos

El número de inventos durante esta época fue enorme. Entre los más importantes se pueden mencionar a la máquina de vapor, el avión, el teléfono o la bombilla.

Motor de explosión

Como se ha señalado anteriormente, el motor de explosión, o de combustión interna supuso grandes cambios en todos los ámbitos, desde el industrial al de los transportes. Sustituyó al de vapor, utilizando el petróleo.

Bombilla

Se calcula que Edison realizó más de 3000 intentos antes de fabricar la primera bombilla incandescente realmente funcional. Fue el 27 enero de 1879, cuando, por fin, tuvo éxito en la creación de un filamento de alta resistencia, con el platino, pero sólo se duró unas pocas horas.

El automóvil

No se conoce a ciencia cierta quién inventó el automóvil, aunque se sabe que Daimler y Benz idearon coches de gasolina alrededor de 1880. Más tarde, Levassor aplicó el principio de combustión interna a un coche.

Esos primeros modelos eran, obviamente, muy rudimentarios, y tuvieron que pasar varios años antes de que fueran viables como medio de transporte regular.

Otra figura relacionada con el automóvil fue Henry Ford, un empresario que introdujo la fabricación en cadena de este producto, además de abaratarlo para que estuviera a disposición de cualquier trabajador.

Avión

Aunque el ser humano llevaba fantaseando con la idea de poder volar desde hacía siglos, no fue hasta la Segunda Revolución Industrial cuando el sueño empezó a hacerse realidad.

A finales del siglo XIX, algunos pioneros comenzaron a probar sus inventos, aunque fueron los hermanos Wright los que, en 1903, se llevaron el mérito de realizar el primer vuelo en un avión a motor.

Años después, en 1910, Bleriot cruzó el Canal de la Mancha en un monoplano y, solo un año después, Prier voló entre París y Londres sin escalas. En pocos años, este medio se consolidó como uno de los transportes más importantes.

La radio

Uno de los inventos que alcanzó una mayor repercusión fue la radio. Su autoría provocó una auténtica guerra de patentes entre Nikola Tesla y Guglielmo Marconi, ya que ambos presentaron sus aparatos con apenas meses de diferencia. Fue el último el que consiguió hacerse con la patente.

El teléfono

Algo similar ocurrió con el invento del teléfono. Graham Bell ha sido considerado su inventor durante muchos años, pero, en 2002, el Congreso de Estados Unidos reconoció que su auténtico creador había sido Antonio Meucci.

Cine

Si hubo un invento que revolucionó el mundo de la cultura y el entretenimiento ese fue el cinematógrafo.

Sus comienzos se datan en 1895, cuando los hermanos Lumiere realizaron la primera demostración pública de su aparato.

Avances en el campo científico

Aparte de los inventos tecnológicos, la ciencia también vivió una época de esplendor. Darwin, por ejemplo, publicó su teoría de la evolución de las especies, que suponía una gran salto científico en el conocimiento sobre el ser humano.

Por otra parte, Louis Pasteur creó un proceso para conservar los alimentos que ayudó a que la población no sufriera intoxicaciones por culpa del mal mantenimiento de la comida.

En el campo de la medicina, Robert Cosme descubrió la bacteria causante de la tuberculosis y Bayer, en 1897, inventó la aspirina. Muchas enfermedades pudieron ser controladas o reducidas, aumentando el promedio de vida y reduciendo la mortalidad.

Temas de interés

Principales inventos de la Segunda Revolución Industrial.

Revolución Industrial en España.

Revolución Industrial en México.

Inventos de la Primera Revolución Industrial.

Sociedad industrial.

Referencias

  1. Lozano Cámara, Jorge Juan. La Segunda Revolución Industrial. Obtenido de claseshistoria.com
  2. Pigna, Felipe. La Segunda Revolución Industrial. Obtenido de elhistoriador.com.ar
  3. Selva Belén, Vicent. Revolución Industrial II. Obtenido de economipedia.com
  4. Engelman, Ryan. The Second Industrial Revolution, 1870-1914. Obtenido de ushistoryscene.com
  5. Vyas, Kashyap. How the First and Second Industrial Revolutions Changed Our World. Obtenido de interestingengineering.com
  6. Pacheco, Courtney. The Second Industrial Revolution. Obtenido de industrialdevelopement.weebly.com
  7. Sawe, Benjamin Elisha. What Was The Second Industrial Revolution?. Obtenido de worldatlas.com
  8. Industrial Revolution Reference Library. The Second Phase Of The Industrial Revolution: 1850–1940. Obtenido de encyclopedia.com