Historia

Revolución Industrial en México: Antecedentes e Impacto


La Revolución Industrial en México fue el proceso de cambio de la economía tradicional agraria y minera a otra que incorporó a la industria y a la mecanización. México, como el resto de América Latina, llegó muy tarde a la Revolución Industrial, que en Inglaterra comenzó en 1760.

Durante la Colonia y después de la Independencia solo se explotaban y exportaban minerales y algunos productos agrícolas. Las condiciones políticas y económicas, junto con la ideología mercantilista de los monarcas españoles, no permitieron el inicio más temprano del proceso de industrialización.

Revolución Industrial en México

Los caudillos que gobernaron después de la Independencia tampoco propiciaron el inicio de la era industrial en México. El proceso de industrialización o Revolución Industrial en la nación mexicana comenzó realmente 150 años después, ya bien entrado el siglo XX.

Este proceso provocó una honda transformación en la sociedad de México. Se produjo el éxodo del campo a la ciudad, se incorporó a la mujer a la industria y se modernizó la infraestructura del país, entre otros cambios.

Índice del artículo

Antecedentes

La Revolución Industrial se inició en Inglaterra hacia mediados del siglo XVIII, desde donde se extendió a Europa y a otras regiones del mundo. El término Revolución Industrial fue utilizado por el historiador inglés Arnold Toynbee (1852 – 1883).

Con este término describe el primer impulso para el desarrollo económico que experimentó Gran Bretaña entre 1760 y 1840, periodo llamado Primera Revolución Industrial.

En México, al igual que en el resto de América Latina, la Primera Revolución Industrial pasó inadvertida. Durante esta época el virreinato de Nueva España, como se denominaba anteriormente el actual territorio mexicano, fue una colonia española atrasada en el ámbito industrial.

Las condiciones políticas, económicas y sociales no permitieron que esta colonia rica en metales preciosos pudiera iniciar su desarrollo industrial. Nueva España era gobernada por un Imperio que padecía el mismo atraso económico e ideológico que sus colonias.

Nueva España era tan solo una colonia dedicada a la explotación y exportación minera, y a la agricultura de subsistencia. Durante todo el siglo XIX México estuvo sumido en la guerra de Independencia y en las luchas intestinas entre caudillos conservadores y liberales.

Impulso inicial   

Es durante la dictadura del general Porfirio Díaz, quien gobernó México entre 1876 y 1911, cuando el país comienza la primera fase de su desarrollo económico. La instalación y diseminación del sistema ferroviario permitió comunicar las distintas regiones e impulsar el comercio interno y externo.

México se convirtió en una bisagra comercial latinoamericana, debido al intenso comercio marítimo a través del océano Atlántico y el océano Pacífico en los puertos de Veracruz, Salina Cruz y Manzanillo, entre otros.

El auge del comercio fue tal que México se convirtió en el país más influyente de América Latina en cuanto a relaciones comerciales internacionales.

Impacto de la Revolución Mexicana

Luego, con la Revolución Mexicana que estalló en 1910, se crearon las bases jurídicas para la reforma agraria y otras conquistas laborales. La guerra civil se extendió durante una década y en este periodo el país se estancó.

Dos décadas después de que la guerra civil terminó, la reforma y la política agraria fueron objeto de debate permanente, entre avances y retrocesos. Finalmente, la reforma agraria contribuyó a democratizar la propiedad de la tierra.

Muchos campesinos pudieron ocupar un gran volumen de tierras, que durante siglos habían permanecido primero en manos de los encomenderos y luego de terratenientes.

Etapas del proceso de industrialización

Los primeros 25 años del siglo XIX constituyeron el inicio del proceso de industrialización, que se denominó “economía enclave”. Fue un proceso lento pero progresivo, en el que la economía estaba por entero volcada a la explotación y exportación de materias primas.

Básicamente los principales productos de exportación eran el algodón, el cacao y el café. A partir de 1933 se produjeron grandes transformaciones en la organización político-social; es el inicio de la política de expropiación y nacionalización de los ferrocarriles y del petróleo.

En esta etapa el liderazgo político y económico y el estado mexicano adquirieron conciencia de la necesidad de industrializar el país. Se convino adoptar profundas reformas laborales en el campo y la ciudad y redistribuir la riqueza.

Esos fueron los años de la Gran Depresión, que no solo afectó la economía estadounidense sino a toda Latinoamérica.

1940-1960, el “Milagro Mexicano”

A partir de 1940 comenzó el desplazamiento del capital y la atención política de la agricultura a la industria. En esta etapa México logra grandes avances para su industrialización.

Es aquí cuando comienza realmente el crecimiento económico sostenido del país y la Revolución Industrial. Algunos autores lo denominan el “Milagro Mexicano” debido al crecimiento sostenido que se mantuvo por más de tres décadas. Durante esta etapa se produjo una ruptura con los viejos esquemas de producción.

Al estallar la Segunda Guerra Mundial se crearon condiciones favorables para que México avanzara más en su proceso de transformación industrial.

La demanda de productos de consumo masivo que no requerían de grandes capitales ni del uso de tecnologías avanzadas, complementaron la necesidad. Entre 1940 y 1946 las ideas en boga sobre sustitución de importaciones se pusieron en práctica.

Apoyo a la industria nacional

El estado mexicano apoyó la industria nacional y creó algunos organismos. Entre estos destaca Sosa Texcoco, S.A. en 1940. También resaltan Altos Hornos de México, S.A. y el IMSS, ambos en 1942. Para revitalizar el aparato productivo estatal y apoyar la empresa privada se reorganizó la entidad NAFIN (Nacional Financiera).

Amplios sectores del país apoyaban la idea de corregir las fallas en la política agraria, así como mejorar la organización obrera, campesina y militar junto con la clase media y la burguesía, para crear un frente nacional de apoyo al desarrollo industrial del país.

Industrias impulsadas

Se impulsó la industria eléctrica, vital para la industrialización. También se desarrollaron la industria química, la siderúrgica, la mecánica y la petrolera del país. Las materias primas que antes se exportaban fueron más aprovechadas por la industria nacional.

Se buscaba aumentar el consumo interno y evitar las importaciones innecesarias, que provocaban la salida de divisas. En esta etapa los principales sectores industriales son la industria textil, los talleres y la industria minero extractiva.

Al crecer el consumo interno del petróleo debido al crecimiento industrial, el estado mexicano debió invertir más en este sector. Se aumentó la producción y se mejoró el uso de modernas técnicas de explotación.

Esto, junto con la política de bajos precios, fueron factores determinantes para lograr el crecimiento económico y para ampliar la infraestructura de servicios en el país.

Entre 1960 y 1980 el Producto Interno Bruto (PIB) se incrementó a un ritmo interanual de 6,5 %, aunque después disminuyó debido a la crisis entre 1980 y 1988 a solo 0,5 % anual.

Impacto en México

Las consecuencias más visibles de la Revolución Industrial mexicana se observaron principalmente en los siguientes aspectos:

– La organización social y económica del capital se dio en torno a asociaciones comerciales, establecimiento de la banca, compañías de seguros, sindicatos y otros organismos.

– Se desarrolló el sistema de crédito por rentas.

– El modo de producción semifeudal o precapitalistas dio paso a la producción intensiva en el campo y la ciudad.

– Se produjo el éxodo de mano de obra campesina hacia las ciudades, trayendo como consecuencia la concentración poblacional en los centros urbanos industriales.

– Con la producción en serie se abarataron los precios de muchos artículos y la población pudo acceder más a ellos.

– Miles de mujeres se incorporan a las fábricas, con lo cual el trabajo doméstico disminuyó.

– La incorporación de la mujer en el trabajo industrial provocó un cambio en las costumbres familiares.

– México pasó de ser una sociedad agraria atrasada a una nación industrial. La industria desplazó a la agricultura como principal empleadora de mano de obra.

– Los sectores industriales, comerciales y de servicios pasaron a ser los más influyentes en la economía.

Referencias

  1. Desarrollo Industrial de México. Consultado el 16 de marzo de monografias.com
  2. Sanford A. Mosk. Industrial Revolution in Mexico. Consultado de questia.com
  3. México en el desarrollo de la Revolución Industrial – UNAM. Consultado de archivos.juridicas.unam.mx
  4. Mexicos’s Industrial Development: An Ongoing Revolution. Consultado de theworldfolio.com
  5. Revolución industrial. Consultado de revolucionindustrialenmexico.blogspot.com
  6. La Revolución Industrial en México. Consultado de smtp2.colmex.mx
  7. La Revolución Industrial. Consultado de biografiasyvidas.com