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Águila harpía: características, hábitat, reproducción, nutrición


El águila harpía o harpía mayor (Harpia harpyja) es un águila de la familia Accipitridae del orden Accipitriformes. Constituye el ave rapaz más grande del hemisferio occidental y de toda Sudamérica.

Las águilas harpías son consideradas las más poderosas del mundo, ocupando la cima de las cadenas tróficas, sobre todo en el dosel de los bosques donde habita. El águila harpía es una especie poco común en gran parte de su área de distribución debido a que requiere de condiciones muy particulares.

Al igual que otras especies de rapaces grandes, necesitan de vastas extensiones boscosas para poder cubrir sus necesidades alimentarias y requerimientos especiales para su reproducción. Las estimaciones indican que una población de 250 parejas de águilas harpía, necesitan por los menos de 37.500 km².

La extracción maderera selectiva de especies arbóreas en los que estas aves suelen anidar supone una gran amenaza para la ocurrencia de eventos reproductivos y la nidificación. Tienen tasas reproductivas muy bajas pues crían un solo aguilucho cada dos o tres años.

La poca conectividad entre sistemas forestales intervenidos puede afectar en gran medida el flujo génico entre las poblaciones.

Estas rapaces son consideradas las más fuertes y una de las más robustas del mundo. El tamaño del cuerpo de las hembras es considerablemente mayor al de águilas de mayor envergadura. El águila harpía, debido a las adaptaciones morfológicas a su hábitat, desarrolló menor envergadura para moverse ágilmente en el dosel del bosque.

Estas aves rapaces consumen más de 70 especies de vertebrados incluyendo mamíferos de tamaño variado, aves y reptiles arbóreos. Sus presas más frecuentes son por mucho los perezosos, Bradypus variegatus y Coelopus didactylus, representando entre el 80 y 90% de su dieta, tanto en términos de individuos capturados como en biomasa.

Las hembras pueden cargar presas de hasta el doble de su peso, unos 18 kg. Hasta ahora, las investigaciones sobre el éxito de captura en sus actividades de caza son escasas.

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Características del águila harpía

Son águilas de gran tamaño, ya que las hembras pueden alcanzar una altura de 1,1 metros. Su envergadura es relativamente pequeña en comparación con otras rapaces, sin embargo, sobrepasan los dos metros de longitud.

Los machos son menos robustos que las hembras, llegando a pesar entre 4 y 5 kilogramos mientras que las hembras pesan entre 6 y 9 kilogramos.

Los adultos poseen una coloración gris plomizo en la cabeza, con una cresta bifurcada de coloración negruzca característica de la especie.

Las alas y la región dorsal son negras, la región baja de la espalda y las coberteras supracaudales poseen puntos blancos. La cola es elongada y ancha, con cuatro franjas negras y tres grisáceas separándolas entre sí.

El pecho es negro, los muslos poseen estrías horizontales negras, el resto de la región ventral es blanca. El pico es negro y la punta tiene forma de gancho. Los tarsos son desnudos y de color amarillo junto con las patas. Las patas son fuertes y presentan grandes garras de hasta 10 cm de largo.

Los juveniles presentan el cuello, cabeza y vientre blanco, y el dorso y alas gris crema con salpicaduras en negro. Existen al menos cuatro cambios de coloración en el estado subadulto.

Hábitat y distribución

Esta especie ocupa una gran diversidad de bosques húmedos tropicales y subtropicales de tierras bajas. Se encuentran en bosques altos perennifolios, selvas subperennifolias, bosques caducifolios, bosques espinosos y bosques mesófilos de montaña.

Su rango de elevación típico está por debajo de los 900 metros de elevación. Sin embargo, existen registros cercanos a los 2000 metros.

Estas águilas emplean los árboles emergentes del bosque para establecer sus nidos, es decir, aquellos árboles que sobrepasan el dosel. También el área del dosel del bosque es su zona favorita para cazar y volar.

Estas aves pueden ser ligeramente tolerantes a la intervención del hábitat siendo capaces de establecerse en bosques fragmentados y parches boscosos rodeados por matrices de pastizales, fronteras agrícolas, ganaderas y de aprovechamiento forestal. Varios nidos han sido registrados a pocos kilómetros de poblados pequeños.

Su distribución original abarca desde sur de México, pasando por Centroamérica (Belice, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá) y en Sudamérica (Colombia, Venezuela, Guyana, Guayana Francesa, Surinam, Brasil, Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay, hasta el noreste de Argentina).

Desde México hasta panamá su abundancia es discontinua y son consideradas poco frecuentes. Ya en Panamá y varios países de Sudamérica su distribución se torna más homogénea.

Taxonomía

El género Harpia contiene una sola especie, Harpia harpyja. En la actualidad, no se conocen variantes geográficas de águilas harpías aun teniendo una amplia distribución.

Junto con especies de los géneros Morphnus y Harpyopsis, forman un grupo de rapaces relacionadas, conformando a la subfamilia Harpinae dentro de Accipitridae.

El águila harpía a menudo puede ser confundida con Morphnus guianensis, también conocida como águila monera. Esta última es una especie muy similar y que puede encontrase en muchas de las zonas donde se distribuye el águila harpía.

M. guianensis es considerablemente menor en talla y peso que el águila harpía, además de esto, posee la cola considerablemente más larga al igual que las patas, pero estas son menos robustas y fuertes. Las garras del águila monera también son menos conspicuas que en el águila harpía.

Los juveniles de harpía suelen confundirse con individuos adultos de fase clara del águila monera. De igual forma, los adultos de fase obscura de Morphnus se pueden confundir con ejemplares adultos del águila harpía.

Estado de conservación

Actualmente, la IUCN (Unión internacional para la conservación de la naturaleza establece que estas águilas se encuentran en la categoría de “casi amenazada” (Near Threatened).

Son varias las amenazas y presiones a las cuales están sometidas las poblaciones de estas majestuosas aves.

Harpia harpyja está entre las rapaces neotropicales más directamente afectadas por las actividades del hombre, siendo la tala de bosques y la cacería las principales causas de la disminución de sus poblaciones y la extinción local en varias de las regiones que ocupaban originalmente. Debido a que son animales poderosos, muchos son los mitos que las rodean.

Estos mitos ocasionan su eliminación constante con armas de fuego, bien sea para la elaboración de medicinas tradicionales, por miedo a que ataquen a niños o animales de cría y en casos menos frecuentes, para el consumo de la carne. En varios países como Venezuela y Panamá se han reportado animales muertos por estas razones.

La especie también se contempla dentro del apéndice I del CITES debido a la extracción de animales de sus hábitats para emplearlas como mascotas y a la cacería ilegal para conservar su plumaje y grandes garras.

Reproducción

Cada pareja reproductora necesita por lo menos entre 10 y 150 km2 de espacio de uso exclusivo. En este sentido, cada nido en un ecosistema sin intervención humana estaría distanciado del de otra pareja reproductiva por una distancia de entre 3,7 hasta 14 km o incluso más.

Esta variación depende significativamente de la extensión de la cobertura boscosa y la distribución y abundancia de las presas. Las águilas harpías utilizan los árboles emergentes en el dosel del bosque.

Las especies más utilizadas para la nidificación son Ceiba petandra, Enterolobium contortisiliquum, Tabebuia impetinosa, Cedrelinga catenaeformis, caobas del género Swietenia, Berthorelia excelsa, Cabanillesia platanifolia y Huberodendron sp, los cuales alcanzan alturas de entre 30 y 40 metros o más.

Estas especies de árboles tienen un número de ramas mayor o igual a 4 en la ramificación principal lo cual tiende a favorecer la nidificación de estas rapaces y la escogencia de estos árboles nido.

Características de los nidos

Los nidos suelen tener una forma ovoide con alrededor de 1,5 m en su diámetro mayor y 1,3 metros en su diámetro menor, su altura alcanza hasta 80 cm. En general, los nidos son construidos por encima de los 30 metros en el árbol, utilizando como base los nudos de las ramas superiores.

Está conformado por ramas de distinto porte que tanto el macho como la hembra trasladan para su construcción. Tanto el macho como la hembra transportan ocasionalmente brotes verdes para nivelar el fondo del nido, que tiene un diámetro de unos 50 cm y una profundidad de 15 cm aproximadamente.

Puesta e incubación

La época en la que se reportan más eventos de incubación coincide con la transición entre la época de sequía y la lluviosa o plenamente durante la época de lluvia. A pesar de esto, se han observado parejas incubando huevos en época de sequía.

La pareja de águilas harpía se pueden aparear en varias oportunidades antes de la puesta. Hasta el momento no se conoce si existe algún cortejo para estimular la cópula. Las hembras generalmente colocan uno o dos huevos de los cuales uno no logra eclosionar. La hembra se encarga del 97% del tiempo de incubación que dura aproximadamente 2 meses.

Cría

Luego de la eclosión, las hembras alimentan a los aguiluchos principalmente durante la mañana y la tarde y lo protege de insectos y posibles depredadores con fiereza.

Por otro lado, el macho lleva alimento a la hembra cada 7 días durante la incubación y cada 3 días durante la primera mitad de la etapa de cría. Cuando la hembra deja el nido para cazar, el macho se queda vigilando y al cuidado del aguilucho.

Cuando ambos padres cazan, la frecuencia de alimentación de la cría aumenta a cada 2,5 días aproximadamente.

Luego de casi cuatro meses, el pichón alcanza cerca de 4 kg, y es casi tan grande como el macho adulto. El emplumamiento ocurre a los 5 meses de edad, durante esta etapa el juvenil comienza sus actividades de batido de alas como preparación para el vuelo y luego vuelos cortos alrededor del nido, pues dependen completamente de sus padres.

Los juveniles pueden establecerse cerca del nido de crianza, donde aprenden a cazar por sí solos para luego migrar hacia nuevos territorios. El periodo de cría pude extenderse más de un año.

Nutrición

Basándose en el contenido de restos regurgitados (egagrópilas), restos esqueléticos en la base de los árboles “nido” y observación de la actividad de caza y transporte de presas de los adultos se ha determinado que poseen una dieta muy diversa.

Los principales recursos consumidos por las harpías son los mamíferos que habitan en el dosel del bosque. Gran parte de la dieta está conformada por perezosos como Bradypus variegatus o Choloepus didactylus.

Pueden capturar fácilmente una gran variedad de primates como el mono aullador Alouatta seniculus, y otros más pequeños como Saguinus graellsi, Saimiri sciureus, Cebus spp, Pithecia monachus, Callicebus spp. y Lagothrix lagotricha.

Otros mamíferos arbóreos de los cuales se alimentan son Potos flavus, varias especies de puercoespines del género Coendou y marsupiales como Didelphis marsupialis.

También cazan con éxito depredadores tope como Leopardus pardalis, Eira barbara, Nasua nasua y mamíferos terrestres como el roedor Dasyprocta fuliginosa y el armadillo Dasypus novemcinctus.

Dentro de las aves, capturan guacamayas como Ara ararauna y aves galliformes como Pipile pipile.

La dieta varía en composición dependiendo de las zonas en las que estén nidificando y de la distribución espacial de las presas. Los juveniles suelen perseguir grupos de pavas de monte como Ortalis ruficauda.

Comportamiento

Los ejemplares juveniles y sub-adultos suelen ser bastante curiosos. No muestran ningún grado de temor ante la presencia del hombre, siendo un objetivo fácil para sus cazadores.

Estos animales escogen para posarse las ramas más altas del dosel, de esta manera estudian su territorio. Suelen escoger hábitats con disponibilidad de agua, lo cual se traduce en una disponibilidad de presas constante durante la sequía.

Cuando se sienten amenazadas suelen aplanar las plumas de la cresta sobre el cuello. Las hembras defienden el nido de posibles depredadores de los aguiluchos, así como animales parásitos u oportunistas de las presas que se le proveen al pichón.

Estas aves cazan con mayor frecuencia cuando el sol está alto, de manera tal que sus presas sean tomadas por sorpresa. De esta manera, ataca de forma muy sigilosa grupos de mamíferos sociales como los primates.

Las crías pasan gran parte de su juventud, luego de abandonar el nido, dentro del territorio de sus padres. Debido a la territorialidad de estas águilas, la supervivencia de los juveniles puede verse mejorada. Mientras la cría madura y se convierte en un adulto desarrollado, se aleja cada vez más del lugar de nacimiento para establecer su propio territorio.

Referencias

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