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Cómo ser un caballero: consejos que funcionan


¿Quieres aprender a ser más caballeroso? Seguramente habrás oído que son una especie en extinción y, aunque pongas disposición en optar a ser uno, lo cierto es que su puesta a punto requiere de muchos pequeños detalles que igual se te escapan.

Pero no desesperes. Con paciencia, observación y entrega, es posible adquirir las destrezas que un hombre necesita para dejar de ser una persona normal a ser alguien distinguido y refinado.

A lo largo de este artículo te explicaremos cómo ser un caballero y te daremos varios consejos para tratar tanto a familia, parejas y compañeros de trabajo. Tienes que tener claro que esto no es una guía de seducción, sino un estilo de vida que se aplica a todos los ámbitos de tu entorno y que tiene como fin el poder encontrarse cómodo con uno mismo y sentirse valorado por los demás.

En todo caso, si tu fin es conseguir el afecto amoroso de otra persona, seguir algunas de las pautas que te marcaremos aquí también podrán ayudarte. Los motivos los irás descubriendo a medida que leas el post.

Para que la comprensión sea más amena, dividiremos los patrones de conducta de un caballero en 4 apartados (con sus correspondientes subapartados) que incluyen: cuidado de la imagen, educación y respeto, relaciones de pareja y familia.

Pasos importantes para ser un caballero

Cuida tu imagen corporal

Suena muy superficial, pero lo cierto es que tanto los hombres como las mujeres lo primero que hacen al conocer a otra persona es fijarse en el físico. El primer contacto visual puede provocar el aprecio o rechazo de otro individuo, encasillándote y muy posiblemente creando prejuicios sobre tu identidad.

Mantén una higiene adecuada

Existe mucha discrepancia dentro de la comunidad científica a la hora de valorar si el olor corporal afecta, en mayor o menor medida, la impresión que pueda causar una persona.

En 2014, la Universidad de Berkeley (EE.UU.) publicó en la revista Journal of Neuroscience, un artículo en el que defendía que el olor del sudor del hombre estimulaba las hormonas del sexo femenino.

Para ello, los expertos midieron los niveles de la hormona cortisol en 48 mujeres (con un promedio de edad de 21 años) que olieron un producto químico que se basaba en el olor masculino. ¿El resultado? Aumento de la activación cerebral, excitación sexual y del humor en apenas 15 minutos.

Hay que reseñar que este estudio se limitó a investigar mujeres heterosexuales, siendo excluido tanto las mujeres como hombres homosexuales por “temor a que no reaccionasen igual al componente químico”.

¿Significa esto que un varón debe abandonar la ducha y el desodorante? Para nada, la higiene es clave para crear una magnífica impresión a cualquier chica, chico o posible futuro jefe.

Aséate de manera rutinaria todas las partes del cuerpo, cuida el pelo y evita mantenerlo sucio o pegajoso, utiliza desodorantes o productos que ayuden a mejorar la sudoración excesiva o mantén las manos siempre limpias.

¿Por qué citamos entonces el estudio sobre el olor corporal? Porque no se trata de “desinfectarse” o de mantener una pulcritud perfecta, sino de asearte sin exageraciones. Un caballero destaca por crear lo extraordinario en sencillo. Seguramente con más ejemplos posteriores irás entendiendo la idea.

Cabello sano y corte de pelo adecuado

El estar aseado no lo es todo. Un caballero siempre debe mantener una imagen de su cuerpo lo más impoluta posible.

Empezando por un correcto peinado. Muéstrate delante de un espejo y valora si te sientes mejor con el pelo corto o largo. Sé justo contigo mismo e intenta sacarte el mayor partido a lo que la naturaleza te dio allí arriba. No a todos nos sentará bien el pelo largo como al actor Bradley Cooper o prácticamente rapado como al deportista Fabio Cannavaro.

El fin es que optes por un peinado favorecedor y que sea poco extravagante. Recuerda que las modas son pasajeras y que muy posiblemente dejen una huella ridícula con el peso del tiempo. El secreto es mantenerlo siempre cuidado y perfilado. Para ello, utiliza champús acorde a tu cabello y evita el exceso de gomina o laca.

Es recomendable que, si por ejemplo sueles llevar el pelo corto, te lo recortes cada dos o tres semanas para mantenerlo siempre al mismo nivel. Mas tiempo expuesto al libre albedrío crea una sensación de dejadez.

Finalmente, si eres propenso a que se desarrolle caspa en tu cabello, elimínala radicalmente con champús especiales para ello o con remedios naturales recomendados por especialistas. No hay nada más incómodo que tener tu chaqueta o camisa llena de caspa.

Si sufres de alopecia no desesperes, no tener pelo no significa que quedes excluido para ser un gentleman. De hecho, un estudio desarrollado en la Universidad de Pensilvania (EE.UU.), asegura que los calvos son percibidos como personas dominantes, fuertes y con carisma de líder.

Al igual que el ejemplo anterior, trata de mantener al mismo nivel el poco cuero cabelludo que mantengas o sé más audaz y rápate al cero. El entrenador Pep Guardiola puede ser un buen ejemplo en el que fijarte.

Dentadura siempre limpia

Muy ligado al anterior apartado de la higiene, pero donde ponemos hincapié debido a su importancia.

Son muchas las personas que lo primero en lo que se fijan es en la dentadura de la otra persona,  la mayoría de veces de manera inconsciente.

El motivo es a un fenómeno antropológico en el que, al igual que pasa con los caballos, se asocian los dientes blancos y fuertes a la salud. Por lo que cuanto más derechos y limpios los tengamos mejor.

Junto a los dientes, cuida el aliento de tu boca a través de los medios necesarios. La halitosis, además de las bacterias que produce, crea de nuevo una sensación de dejadez en el entorno.

Manos perfectas

Al igual que pasa con la dentadura, las manos suelen ser otra de las partes del cuerpo más visuales para las personas. Mantenerlas limpias, con las uñas bien perfiladas y si es posible con cremas especiales que las mantengan suaves, suponen un plus a la hora de que te perciban como una persona cuidadosa.

Si llevas a cabo un trabajo muy mecánico y que deteriore mucho tus manos o uñas, debes intentar poner más énfasis no ya solo por una cuestión de imagen, sino de salud para que lleguen a una cierta edad sin que parezcan envejecidas.

Otros

Podríamos centrarnos en cada una de las partes de las que se compone la anatomía humana, pero resumiremos algunas en este apartado:

  • Perfílate los pelos que te aparecen por la nariz y la oreja.
  • Usa colirios u otros alérgenos para quitar el enrojecimiento de la mirada, algo que se puede asociar a problemas con estupefacientes.
  • ¿Depilación sí o no? Sé tú mismo, pero si optas por la depilación cerciórate de mantener una regularidad en su cuidado.
  • Al igual que con las manos, tanto los pies como sus uñas deben presentar buen aspecto.
  • La higiene genital es importantísima tanto en tu vida sexual como a la hora de mantener alejados los focos de bacterias.

Viste de manera presentable

Punto cuanto menos polémico. Es importante tener un estilo propio y con el que te sientas a gusto contigo mismo, pero nosotros apostamos más por saber adaptarte a lo que la situación requiera.

No vas a dejar de ser un caballero por vestir con un estilo vinculado al heavy metal, pero si acudes a una entrevista de trabajo o una boda con tus harapos, lo más probable es que desentones y crees en tu entorno una sensación de poca empatía.

Lo ideal es apostar por un armario en el que combines tu estilo con cosas sencillas. La sobriedad siempre puede ir ligada con detalles más pintureros si se tiene gusto para combinarla.

Por ejemplo, si te consideras “hippie” y detestas ir a bodas por usar ropa más templada como un traje de chaqueta elegante, ponte el traje y añádele un detalle personal como puede ser un pañuelo de bolsillo de flores o unos gemelos algo más estrafalarios. Mantén tu estilo, pero también tu distinción.

En definitiva no se trata de que seas un lord, sino de que mantengas unos códigos según el contexto. Lo que sí debes tener claro, tengas el armario que tengas, es la meticulosidad a la hora de cuidar tu ropa. Camisas planchadas, zapatos limpios o complementos sin taras.

Maneja tu comunicación no verbal

Los gestos, miradas, expresiones o aspavientos son parte de la comunicación no verbal.  Un canal importantísimo de información que muy pocas veces nos paramos analizarlo y desarrollarlo de un manera enriquecedora.

Empezando por el saludo. Cuando aprietes la mano a otro hombre que acabes de conocer, hazlo con firmeza y mirando a la cara de tu interlocutor. Eso sí, no aprietes demasiado fuerte o desafíes con la mirada, porque conseguirás el efecto contrario al que deseas obtener. La rudeza y los alardeos de masculinidad están totalmente prohibidos en cualquier persona que aspira a ser un caballero.

En cuanto al saludo con ellas, la situación dependerá del momento. En países cálidos como España o Latinoamérica lo normal es besarlas a ambos lados de la mejilla, siendo algo más cercano. Sin embargo, si tienes una entrevista de trabajo en la que es una mujer la que te evaluará, los cariños se dejan a un lado y se sigue el protocolo empresarial, donde el apretón de mano es más usual.

La mirada es esencial también, siendo la parte más expresiva de nuestro cuerpo. Normalmente los hombres no aguantamos tanto la mirada como las mujeres por razones sociológicas, algo que debe ser corregido para demostrar que prestas atención. Al igual que con el saludo, evita mantener la mirada mucho tiempo, ya que creará una sensación de desafío.

Las manos son otra fuente de información que puede delatar mucha de nuestras actitudes. Evita ser demasiado expresivo con ella, haciendo miles de aspavientos, porque mostrarás ser una persona nerviosa o agresiva, quedando muy poco elegante.

El contacto físico debe ser el justo y necesario para no incomodar a tu compañero/a, evitando hablar dando palmadas o agarrando su cara u hombro. Mantén siempre un espacio donde respetes su espacio vital.

Algunos de otros gestos que debes evitar son:

  • Mirar continuamente el reloj o móvil, ya que indica desinterés por el otro.
  • Sonreír falsamente. Son fáciles de pillar y crearás muy mala sensación.
  • Tocarte el cuello de la camisa o la corbata. Irradias incomodidad de aquí a Peking.
  • No te inspecciones las uñas.
  • No estreches los ojos o te acaricies la barbilla. Tu interlocutor se mostrará incómodo ante tu manera de juzgarle.
  • No mires hacia abajo en una conversación grupal, ya que das la sensación de que estás fuera de lugar.
  • No coloques tus manos detrás de la cabeza a no ser que quieras  indicar superioridad.
  • Cruzar los brazos. Egoísmo, postura cerrada, resistencia.

Sé educado y respetuoso

Dejamos de lado lo relativo al físico y la imagen y nos adentramos en temas más profundos y valiosos como son la educación, el respeto o los valores, algo que deben llevar a rajatabla en todo momento y con todo el mundo. De nada sirve rendir culto al cuerpo si no sabes manejar las situaciones con tu mente.

Puntualidad

Empezaremos por algo básico y que sin embargo no suele cumplirse en la sociedad actual. Resulta muy irritante el que jueguen con algo tan valioso como es tu tiempo. Es importante que estés a la hora acordada y que, si en un momento dado no pudieses ser puntual, ten la caballerosidad de avisar a las demás personas con antelación.

La puntualidad dice mucho de una persona y de lo que te puede aportar en la vida o ámbito laboral.

Muestra interés por los demás

Hay muchos momentos en tu día a día en los que puedes demostrar gentileza mostrando interés por alguien o algo. Desde ceder tu asiento en el bus a un adulto mayor, aguantar la puerta del ascensor hasta que llegue la otra persona, visitar a un conocido que se encuentra enfermo, ayudar a un compañero de trabajo que se encuentra en una situación de estrés o adelantarte a una fiesta para ayudar al anfitrión a preparar los detalles.

Son pequeños gestos que además de proporcionarte afecto y admiración, te servirán para sentirte mejor contigo mismo.

Quizás puedas achacar que muchas veces no se recibe el mismo trato, pero no hay que pregonar el mal y si dar ejemplo para conseguir un mundo más en sintonía.

Evita las zafiedades

Lo mismo que con pequeños buenos gestos se consigue un estatus, llevando a cabo lo contrario puede derivarte en ser encasillado como una persona maleducada o patán.

Un caballero nunca puede destacar por no controlarse a la hora de beber, eructar o tirarse pedos en público, usar un lenguaje soez, hablar agresivamente, pelearse, meter cizaña, criticar abiertamente a otras personas, escupir en la calle, tirar basura en el suelo, agarrarse la entrepierna o ir avasallando por la vida.

No es cuestión de ser un mojigato, solo saber estar en los sitios y comportarse de manera que no se ofenda a nadie.

Intenta culturizarte

Una persona que posea educación y cierta cultura siempre tendrá el gusto algo más refinado para tratar ciertos temas o llevar a cabo ciertas tareas. No es necesario ser un ilustrado o tener en posesión un título superior, sino de mostrar interés por la actualidad, política, historia de tu ciudad o país. Leer libros y viajar te ayudará a tener más temas de conversación.

Una persona que tiene una conversación interesante es capaz de secundar su físico (ya sea agraciado o no), creando con ello una afinidad más cercana y atractiva con su entorno.

Es necesario reseñar que, aunque seas una persona cultivada o pretendas serlo, debes saber también cuando parar, ya que te crearás un perfil pedante con el que espantarás a cualquiera. Todo en su justa medida, evitando hablar mucho sobre uno mismo y todo lo que sabe.

Aprende a escuchar

Esta es una buena manera de mitigar tus posibles arrebatos de “cooltureta”. Abrir bien los oídos te beneficiará mucho porque conocerás más de los demás y de su comportamiento. Ellos encontrarán esa empatía que buscan y tu aprenderás a tener paciencia.

Preguntar como le ha ido el día, saber aceptar un no como respuesta o interesarte por sus preocupaciones son algunos ejemplos para entender este apartado.

Compórtate en un evento social

Ya sea en una cena de trabajo, una cita, un cumpleaños, una despedida o un partido entre amigos de fútbol. Mantén siempre la compostura y aporta todo lo que puedas para que salga todo estupendamente.

Evita siempre ir de malas pulgas (en esos casos pon alguna excusa y no asistas), contribuye llevando algún detalle, mantén los modales en la mesa, charla distendidamente, intenta atender a todos los asistentes, muestra interés por alguien que pueda sentirse desplazado por ser nuevo en el grupo, etc.

Ten consideración por las minorías

Muchas veces es probable que asistas a ciertos sitios en los que estén personas que no encuentren su lugar o no estén cómodas del todo. Intenta conseguir que se encuentren lo más a gusto posible y así hacerles más ameno el suplicio.

Un ejemplo sería estar pendiente de una persona mayor que asiste a una boda. Posiblemente esa señora pueda no estar del todo cómoda porque hay mucho ruido o no puede levantarse a recargar su bebida.

Muestra aprecio y acompáñala a un sitio más alejado del ruido o sírvele su bebida cuando veas que su copa está vacía.

Relaciones de pareja

El mayor consejo que te podríamos dar es sigas la máxima de “trata a los demás como te gustaría que te tratasen a ti”. Un caballero debe ser consciente de que cuando trata con otra persona se puede crear un vínculo en el que entren en juego los sentimientos y por lo tanto todo adquiere un matiz más delicado.

Sé honesto con tus citas

Todos queremos causar buena impresión en nuestro primer encuentro con otra persona, sobre todo si tenemos una predisposición que va más allá de la simple amistad. Esto provoca a veces que creemos unas máscaras llenas de mentiras o historias tergiversadas para impactar más en la otra persona.

Sin embargo, eso solo contribuye a que con el tiempo puedas pasar de ser un chico interesante a ser un mentiroso. No vas a ser ni mejor ni peor por lo que eres o has vivido, si de verdad él o ella está interesado en ti querrá tener más citas siendo tal y como eres.

Muestra cortesía

Para que una relación fluya, debes ser amable y preocuparte por tu ligue o pareja. Además de invitarla a llevar a cabo ciertos planes, ofrécete para recogerla, acompáñala a la vuelta a casa, o regálale algún detallito. No caigas en el paternalismo, simplemente se cortés.

No fuerces la situación

Las relaciones de pareja tienen que fluir poco a poco. Cada persona es un mundo y lo que para ti tiene un ritmo, para el/ella tiene otro.

Si deseas algo mucho, hazlo saber e intentar entablar un acuerdo que satisfaga a ambos. La confianza debe ser un punto importante en cualquier relación que se precie.

Familia

De manera general, la familia con la que creciste y la familia que has formado o formarás será lo más valioso que tengas en tu vida. Para un caballero, anteponerlo a cualquier cosa debe ser algo que ni se planteé.

Mantén el contacto con tus padres

Si estás independizado o vives ya con tu mujer, no olvides nunca a los que desde pequeño te cuidaron y estuvieron contigo. Ellos son los responsables de lo que eres hoy y es algo por lo que les debes estar siempre agradecido.

Llámalos al teléfono de manera periódica, pregúntales si necesitan algo, visítalos y llévales algún regalo o invítalos de vez en cuando a cenar. Cada cual lleva ya su vida, pero eso no es motivo para que pierdas el contacto con ellos.

Apoya a tu pareja e hijos

Un caballero debe de ser siempre un eslabón para su mujer e hijos, siendo responsable de apoyar en cada una de las decisiones que tomen.

Por supuesto, nunca abandones a tu familia porque se pase una mala racha. Cuando las cosas se complican tendemos a pensar que ya no queremos estar en ese círculo, pero la realidad es que esa tensión nubla el hecho de que tu sí quieres a esas personas.

Debes ser un pilar del compromiso al que te acogiste cuando besaste por primera vez a tu mujer.

Hacerse cargo de tareas del hogar

Aunque suene a obviedad, lo cierto es que en pleno siglo XXI esto no ocurre así. A día de hoy sigue siendo las mujeres las que se hacen cargo de las labores domésticas en mayor proporción.

Un caballero de esta época no debe adquirir un rol de colaborador, sino ser partícipe de primera mano en todas y cada una de las tareas de una casa. Para ello, es necesario establecer unas normas de convivencia equitativas, en las que cada uno contribuya a sacar adelante el nido de amor.

Por ello, si te diera algún consejo en concreto de que hacer o no en esta situación, solo contribuiríamos a fomentar ese machismo doméstico. Como caballero al que aspiras ser, aplícate y siéntete realizado.

Sobre cómo ser un caballero se ha escrito mucho y se seguirá escribiendo más a lo largo de los tiempos. Obviamente, las diferentes culturas tienen un patrón de caballero muy diferente al del que yo escribo y para algunas personas nuestra descripción del prototipo de caballero moderno pueda disgustarle.

Por ello nos gustaría saber cuáles son los requisitos que para ti debería cumplimentar una persona que aspira a ser honesto, noble, galán, educado y cortes, es decir, un caballero.