Eón Fanerozoico: qué es, características, geología, divisiones, vida
¿Qué es el eón Fanerozoico?
El eón Fanerozoico es una escala del tiempo geológico ubicada después del Precámbrico. Es quizás la etapa geológica más interesante y de la que se tienen más registros fósiles. Son muchos los paleontólogos dedicados a dilucidar los misterios que guarda este eón.
Durante este eón ocurrieron hechos fundamentales dentro del estudio de la historia del planeta Tierra, como la formación y fragmentación del supercontinente Pangea, el origen y extinción de los dinosaurios, el florecimiento de una gran variedad de formas de vida (incluyendo al humano), dos procesos de extinción masivos y glaciaciones.
La importancia del Fanerozoico radica en que el planeta se convirtió en un lugar capaz de acoger y permitir el desarrollo de la vida, en la medida en que adquirió las características que aún hoy conserva.
Características del eón Fanerozoico
– El Fanerozoico abarca desde hace 542 millones de años hasta la actualidad.
– La atmósfera fue adquiriendo más oxígeno, producto de la realización de la fotosíntesis por los organismos fotosintéticos, como algas verdeazules, y más adelante, las plantas que se conocen hoy en día.
– En el eón anterior, el Proterozoico, las algas verdeazules aparecieron y comenzaron el proceso de liberación de oxígeno a la atmósfera, fijado a través de diversos procesos. Sin embargo, llegó un punto en el que estos resultaron insuficientes y el oxígeno molecular se acumuló en la atmósfera.
– Por ello, durante el Fanerozoico, el oxígeno molecular atmosférico alcanzó concentraciones similares a las que tiene actualmente.
– En el Fanerozoico se produjo la extinción más masiva de la que se tiene registro, tan catastrófica que se calcula que solo sobrevivió un 5% de las especies existentes hasta ese momento. Sin embargo, este proceso ha sido muy difícil de estudiar, ya que existen inconvenientes e incongruencias entre quienes se han dedicado a estudiarlo.
– Debido a una serie de desplazamientos y movimientos que experimentó la corteza terrestre, se formó un supercontinente, al cual bautizaron Pangea. Asimismo, como se sabe, Pangea no se mantuvo unido, posteriormente experimentó una fragmentación para formar los continentes que se conocen hoy en día.
Geología del eón Fanerozoico
Desde el punto de vista geológico, en el Fanerozoico ocurrieron dos cosas muy importantes: formación y posterior fragmentación de Pangea y las llamadas orogenias.
Orogenias
La orogenia es la parte de la geología que se especializa en la formación de las montañas. Durante esta era, y gracias al movimiento de las diferentes placas que conforman la corteza terrestre, se dieron procesos muy importantes que contribuyeron a la creación de las cordilleras montañosas que vemos hoy.
En este eón hubo tres orogenias principales, dos de las cuales ocurrieron durante el Paleozoico, y fueron: orogenia caledoniana, orogenia hercínica y la orogenia alpina.
Orogenia caledoniana
Este proceso se llevó a cabo en lo que hoy en día es el noroeste del continente europeo y parte de Norteamérica. Chocaron varias placas ubicadas en estas zonas. Los vestigios que se conservan se ubican principalmente en Escocia y la península escandinava.
Producto de esos choques de placas, se formó un supercontinente llamado Laurasia.
Orogenia hercínica
Tuvo una duración aproximada de 100 millones de años. Chocaron la recién formada Laurasia y Gondwana. De acuerdo a diversos registros, y según la opinión de los expertos, en el lugar en el que ambos continentes chocaron, se debieron formar cadenas montañosas similares al Himalaya.
En la orogenia hercínica se formaron los Alpes suizos y el Himalaya. De igual forma, el movimiento de las placas norteamericana y sudamericana hacia el oeste dio origen a dos cadenas montañosas importantes en el continente americano: la cordillera de los Andes en Sudamérica y las Rocosas.
Orogenia alpina
Ocurrió la formación de las cadenas montañosas del sur de los continentes europeo y asiático.
En el período Cretácico inferior, las placas euroasiática, indoaustraliana y africana experimentaron un patrón de movimientos convergentes, hasta que colisionaron dando origen a las siguientes cadenas montañosas: Atlas, montes Cárpatos, Cáucaso, Apeninos, Alpes, Himalaya e Hindu Kush, entre otros.
Otro suceso importante fue la formación del mar Rojo.
Formación y fragmentación de Pangea
Durante el Fanerozoico se produjo la formación del supercontinente Pangea, hecho geológico muy importante del cual se tienen evidencias.
Génesis de Pangea
Como en todo proceso geológico, Pangea se formó a lo largo de miles de millones de años, en los cuales los diferentes fragmentos que finalmente la conformaron se desplazaron a través de los océanos existentes hasta colisionar unos con otros.
Los primeros pasos se remontan a la época del Cámbrico, cuando el continente Laurentia inició su desplazamiento hacia el polo sur. También hubo otros cambios con otros continentes. Por ejemplo, se unieron Laurentia, Avalonia y Báltica, y formaron Euramérica.
Posteriormente, este continente colisionó con Gondwana. Seguidamente, la costa suroriental de Euramérica chocó con el borde noroeste de África. Por último, el resto de los fragmentos fueron chocando con la gran masa de corteza terrestre para finalmente formar el supercontinente Pangea.
Fin de Pangea
Uno de los fundamentos de la teoría de la deriva continental es que las grandes masas terrestres están en continuo movimiento.
Debido al movimiento, miles de años después de formada, Pangea comenzó a experimentar un proceso de fragmentación que dio lugar a los continentes conocidos hoy. Este proceso inició durante la época Mesozoica y se mantiene hasta la actualidad.
La primera separación que ocurrió fue la de América del Sur de África. Posteriormente, hace unos 150 millones de años, se produjo la segunda separación: Gondwana se fragmentó en varios trozos, correspondientes a Sudamérica, India, Antártida, África y Australia.
Finalmente, a principios del Cenozoico, América del Norte y Groenlandia se separaron y Australia se separó de la Antártida.
Conforme se desplazaban estas grandes masas de tierra, también se formaban los océanos que existen actualmente, como el Atlántico e Índico.
Clima del eón Fanerozoico
Esta fue una época de grandes cambios climáticos. Esto se debió en gran medida a las grandes variaciones que hubo a nivel de la corteza terrestre y a las concentraciones de diversos gases en la atmósfera, como por ejemplo, el dióxido de carbono (CO₂).
La fragmentación de Pangea y el desplazamiento de los continentes trajo como consecuencia una variación en las corrientes oceánicas, lo cual a su vez repercutió directamente en las condiciones climáticas.
Durante el Fanerozoico, hubo climas tanto cálidos como muy helados: hubo dos glaciaciones de gran envergadura.
En un principio, el clima era árido. Sin embargo, gracias al rompimiento de Pangea, ese clima cambió a uno de características húmedas y cálidas. El aumento de la temperatura se mantuvo, e incluso hubo un aumento de seis grados en un corto período de tiempo.
Estas condiciones no se mantuvieron así, pues con la formación del casquete polar en la Antártida, se dio inicio a una glaciación. Este descenso de las temperaturas condujo a las famosas glaciaciones del período Cuaternario. Fueron períodos en los que se extinguió una gran cantidad de animales.
Vida del eón Fanerozoico
El Fanerozoico se caracterizó por el florecimiento de la vida. Durante esta época, el planeta, que venía preparándose en épocas anteriores, se convirtió en un lugar propicio para que prosperaran en él una gran cantidad de formas de vida, muchas de las cuales aún persisten.
El registro fósil indica que uno de los primeros organismos por desarrollarse, y quizás los más característicos del Paleozoico, fueron los trilobites, animales con concha y no articulados.
Asimismo, aparecieron otros invertebrados, como los insectos. En el área botánica también hubo eventos, pues aparecieron las primeras plantas, como los helechos.
Posteriormente, vino el Mesozoico, la “era de los dinosaurios”. El clima cálido permitió que prosperaran tanto reptiles como dinosaurios. Aparecieron algunos mamíferos y aves, las plantas con semilla, y luego plantas con flores y frutos.
Después de la extinción masiva de los dinosaurios, los mamíferos y aves comenzaron a proliferar y diversificarse.
Aparecieron los árboles que se conocen actualmente y las plantas de tipo gimnosperma comenzaron a dominar. Un avance importantísimo fue la evolución de los primates, lo cual desencadenó la aparición del Homo sapiens sapiens, el humano actual.
Subdivisiones
El Fanerozoico se divide en tres grandes eras: Paleozoico, Mesozoico y Cenozoico.
Paleozoico
Tuvo su inicio aproximado hace 541 millones de años y culminó hace 252 millones de años. Se caracterizó por el gran florecimiento de vida, tanto en mares como en la superficie terrestre.
Se produjeron varios de los fenómenos geológicos que terminaron con la formación de Pangea. Asimismo, los animales evolucionaron desde los pequeños trilobites, hasta los reptiles.
Al final de esta era ocurrió el proceso de extinción más masivo que ha experimentado el planeta, en el que desapareció casi el 75% de las especies conocidas para ese entonces.
Mesozoico
Fue conocida como la “era de los reptiles”. Se extendió desde hace 245 millones de años hasta hace 65 millones de años.
El clima era bastante estable, siendo cálido y húmedo. Estas características permitieron que se desarrollaran formas de vida más complejas, como los vertebrados, entre los que predominaron principalmente los reptiles.
También ocurrió la fragmentación de Pangea y al final, sucedió otra extinción en la que muerieron cerca del 70% de las especies que habitaban el planeta.
Cenozoico
Tuvo sus inicios hace 66 millones de años y se extiende hasta los días actuales.
Los mamíferos, tanto marinos como terrestres, se desarrollaron y diversificaron, apareciendo una gran cantidad de nuevas especies.
En esta era el planeta atravesó una especie de invierno nuclear, en el que prácticamente no llegaba la luz solar y habían muy bajas temperaturas.
Referencias
- Carrion, J.S. (2003), Evolución vegetal, Librero editor, Murcia.
- Chadwick, G.H. (1930). Subdivision of geologic time. Bulletin of the Geological Society of America.
- Harland, B. et al., eds. (1990). A geologic timescale. Cambridge: Cambridge University Press.