Animales

Cefalópodos: características, hábitat, reproducción, nutrición


Los cefalópodos son un grupo de animales que conforman una de las 11 clases que integran al filo Mollusca. Etimológicamente su nombre significa “pies en la cabeza”, lo cual hace alusión a los largos tentáculos que salen de su cabeza y que constituyen su elemento distintivo.

Esta clase fue descrita en 1797 por el naturalista francés Georges Cuvier. Los especialistas estiman que este grupo de organismos surgió durante la era Paleozoica, específicamente en el período Cámbrico, ya que los primeros fósiles datan del mismo.

Durante mucho tiempo, los cefalópodos han constituido una fuente de estudio muy interesante para los especialistas, en especial porque hay algunas especies de las cuales solo se han logrado recabar unos pocos especímenes.

Índice del artículo

Características generales

Los cefalópodos son organismos eucariotas pluricelulares. Se encuentran conformados por diversos tejidos que, a su vez, contienen células especializadas en diversas funciones. Son animales que suelen vivir en solitario y solo se reúnen cuando están en período de apareamiento.

Este tipo de animales presenta, durante su fase embrionaria, las tres capas germinativas conocidas: endodermo, mesodermo y ectodermo. Estas son de vital importancia en la formación del individuo, ya que a partir de ellas se generan los órganos y tejidos que conforman al adulto.

Además de esto, presentan una cavidad interna que se denomina celoma, dentro de la cual se encuentran contenidos los diversos órganos.

Son animales que pueden desplazarse a altas velocidades por las corrientes marinas. Su mecanismo de locomoción viene dado por la expulsión de chorros de agua a través de una estructura conocida como sifón.

Los cefalópodos se mantienen a salvo de los depredadores gracias a diversos mecanismos. Entre estos se puede mencionar la eyección de tinta de color oscuro, lo cual ocurre cuando el animal se siente amenazado de alguna manera. También está la capacidad de modificar su color mediante la acción de unas células llamadas cromatóforos, permitiendo mimetizarse con el medio.

En cuanto a su comportamiento como depredador, los cefalópodos son muy eficientes gracias al extraordinario desarrollo de sus órganos de los sentidos y a la complejidad de su sistema nervioso.

Morfología

– Anatomía externa

La configuración externa de los cefalópodos depende de la subclase a la cual pertenecen, ya que la presencia o ausencia de concha externa incide notablemente en ella.

Los miembros de la subclase Nautiloidea presentan una concha externa característica. Esta es lisa por fuera, pero internamente se encuentra dividida por septos y tabiques.

El cuerpo propiamente dicho del animal se encuentra formado por una cabeza y un pie musculoso junto a esta con unas prolongaciones conocidas como brazos o tentáculos.

Hacia la parte posterior de la cabeza se puede apreciar una estructura que, en la mayoría de las especies es alargada y que se conoce como masa visceral. En el interior de esta se encuentran los órganos del animal.

Masa visceral

Esta está conformada principalmente por el manto. Tomando en cuenta la especie, esta parte del cefalópodo puede presentar aletas. Los que la tienen, presentan en general dos, una a ambos lados.

Así mismo, esta parte del cefalópodo presenta un orificio, la abertura paleal. Dentro de esta se encuentran los gonoporos, el ano y las branquias.

Cabeza

De manera general es de pequeño tamaño. Entre sus elementos distintivos se encuentran los ojos, ubicados a ambos lados. Estos son bastante grandes y muy desarrollados.

La cabeza también presenta una abertura que se conoce como sifón. Esta se encuentra en su parte posterior y es de vital importancia para el desplazamiento del animal.

Brazos y tentáculos

Los cefalópodos presentan dos tipos de apéndices que se originan en la cabeza. Por una parte, los brazos, que son más abundantes. Estos presentan ventosas en su extensión y algunos presentan ganchos. Algunas especies presentan un brazo modificado como órgano para la cópula (hectocotilo).

Los tentáculos generalmente son dos. En la mayoría de las veces son más alargados que los brazos. Son delgados y presentan en su extremo terminal una parte más ancha llamada maza. Igualmente los tentáculos pueden tener otras estructuras como garfios o ventosas, entre otras.

– Anatomía interna

Sistema digestivo

El sistema digestivo de los cefalópodos es completo, con un orificio de entrada (boca) y un orificio de salida (ano).

El orificio bucal se encuentra enmarcado por un par de mandíbulas que se conocen como pico de loro. Este es de consistencia quitinosa y es de gran ayuda a la hora de cortar los alimentos. En el interior de la boca hay una estructura llamada rádula, la cual es una especie de cinta aplanada en cuya superficie hay una serie de pequeños dientes. En la boca desembocan los conductos de algunas glándulas salivales.

Luego de la cavidad bucal, viene el esófago, el cual es un conducto que se conecta con el estómago. Posteriormente se encuentra el intestino, que continúa con el recto y finalmente el ano.

Además, el sistema digestivo presenta un órgano anexo, el hepatopáncreas, que contribuye también en gran medida a la digestión.

Sistema respiratorio

El tipo de respiración que tienen los cefalópodos es branquial. Las branquias se encuentran alojadas en la cavidad paleal y están conformadas por laminillas muy vascularizadas en las que se realiza el intercambio gaseoso con el agua. Hay especies de cefalópodos que tienen dos branquias, en tanto que hay otras que tienen cuatro.

Sistema circulatorio

El sistema circulatorio de los cefalópodos es cerrado. Tienen la particularidad de presentar tres corazones. Dos de ellos son branquiales, en tanto que el otro es sistémico y se encarga del bombeo de la sangre a todo el cuerpo.

Del corazón sistémico salen dos arterias aorta, una anterior y una posterior. La anterior se dirige hacia la cabeza, allí se ramifica, dando una rama para cada brazo. La aorta posterior se dirige hacia la masa visceral y allí se ramifica hacia los distintos órganos.

Además presenta numerosas venas: braquiales, cava y abdominal. Las células presentes en la sangre son los amebocitos y el pigmento la hemocianina.

Sistema nervioso

Es uno de los más evolucionados del reino animal. Presentan una especie de cerebro que está conformado por la fusión de varios ganglios nerviosos. De este salen fibras nerviosas que se distribuyen por todo el cuerpo del animal.

También presentan unas neuronas gigantes que son las responsables de la contracción de los músculos del manto y, por consiguiente, la velocidad que pueda adoptar el animal en su desplazamiento.

Taxonomía

La clasificación taxonómica de los cefalópodos es la siguiente:

-Dominio: Eukarya.

-Reino: Animalia.

-Filo: Mollusca.

-Clase: Cefalópoda.

-Subclases:

Nautiloidea.

Ammonoidea.

Coleoidea.

Clasificación

La clase cefalópoda está integrada por tres subclases, entre las cuales se distribuyen 27 órdenes aproximadamente, muchos de las cuales se encuentran extintos.

– Subclase Ammonoidea

Esta está conformada por órdenes que están extintos en su totalidad. Los registros que se tienen están representados por los diversos fósiles que se ha logrado recolectar. De acuerdo a estos, los miembros de esta subclase existieron durante la era Paleozoica, específicamente entre los períodos Silúrico y Cretácico.

En lo referente a su estructura, poseían una concha que tenían surcos en espiral y presentaban diversos tabiques. Lo que más se conoce de ellos es precisamente su concha, ya que, no se cuenta con registros de sus partes blandas porque estos no se fosilizan.

Esta subclase está integrada por tres órdenes: Goniatitida, Ceratitida y Ammonitida.

– Subclase Nautiloidea

Esta subclase se encuentra prácticamente extinta. De los 12 órdenes que la conforman, solamente uno no se ha extinto: Nautilida. La característica principal de los miembros de esta subclase es que presentan una concha. Esta puede ser recta o presentar un patrón espiral.

A diferencia de los otros cefalópodos, los de la clase nautiloidea presentan muchos tentáculos, los cuales no tienen ventosas. Además estos tentáculos terminan en punta. Durante la era Paleozoica, que fue cuando se originaron estos animales, eran grandes depredadores de los mares. Sin embargo, en la actualidad no son tan fieros o temibles.

Así mismo, estos animales son capaces de desplazarse por los mares, aunque no a tan alta velocidad o con tanta destreza como los demás cefalópodos. En lo referente al tamaño, los nautilos son pequeños. La especie más grande puede alcanzar hasta los 20 cm.

Como ya se mencionó, esta subclase incluye un solo orden de animales no extintos (Nautilida), el cual abarca a unas 30 familias aproximadamente.

– Subclase Coleoidea

Esta es la clase que abarca a la mayoría de las especies de cefalópodos actuales. Se originaron en la época Paleozoica, específicamente en el período Carbonífero. Desde esa época hasta la actualidad, se han ido adaptando a las variaciones ambientales y desarrollado capacidades que les han permitido esa adaptación.

Entre sus elementos característicos se puede mencionar que carecen de concha externa, además de poseer largos brazos y tentáculos que poseen ventosas. Estas son estructuras importantes porque les permiten a estos animales capturar debidamente a sus presas y adherirse a diversos sustratos.

Esta subclase abarca dos cohortes (superórdenes): Belemnoidea (todos extintos) y Neocoleoidea, que son los cefalópodos actuales. Estos últimos se dividen en Decapodiformes, que son los que tienen 10 brazos y en Octopodiformes que poseen 8 brazos.

Decapodiformes

Orden Sepiida

Abarca organismos conocidos como sepias. Se caracterizan porque tienen la capacidad de camuflarse con el medio que le rodea y por sus pupilas en forma de “W”. Son de tamaño regular, pudiendo llegar a medir hasta 50 cm.

Además presenta dos mecanismos de defensa: la tinta, que es usada también por otros cefalópodos y una neurotoxina que puede resultar bastante tóxica. Tienen una estructura llamada jibión, la cual es una especie de hueso constituido por carbonato de calcio

Orden Sepiolida

Los miembros de este orden tienen la particularidad de que establecen relaciones de simbiosis con algunas bacterias que son bioluminiscentes, las cuales contribuyen a que el animal pueda camuflarse con el medio y así protegerse contra los depredadores.

Son pequeños, ya que no superan los 10 cm. Viven en aguas poco profundas y pasan la mayor parte de su vida enterrados en la arena. Solo la dejan por las noches cuando salen a cazar.

Orden Spirulida

Está conformada por 9 familias, de las cuales 8 se encuentran totalmente extintas. En este orden solo ha logrado sobrevivir a través del tiempo una sola especie: Spirula spirula. Se alimenta de plancton y es bioluminiscente. Su tamaño es pequeño, llegando a medir hasta 50 mm.

Orden Teuthida

Son los calamares. Están conformados por 10 brazos, de los cuales 2 son más largos. Estos se encuentran cubiertos de ventosas. Su tamaño es variable, los hay muy pequeños, pero también se han registrado ejemplares que casi alcanzan los 20 metros. Se caracterizan por tener un ojo muy bien desarrollado y de gran tamaño. Son ubicuos, ya que se les puede encontrar en cualquiera de los océanos del planeta.

Octopodiformes

Orden Vampyromorphida

Los miembros de este orden se caracterizan porque sus brazos se encuentran unidos unos a otros a través de una franja delgada de piel. Además sus brazos se encuentran recubiertos por una especie de espinas. Su tamaño alcanza hasta los 30 cm de longitud. De este orden solamente sobrevive una especie: Vampyroteuthis infernalis.

Orden Octopoda

Está integrado por los pulpos. No poseen concha. Tienen 8 brazos. Su tamaño puede variar, desde especies pequeñas que solo miden unos 15 cm, hasta otras muy grandes de hasta 6 metros. Presentan unas células conocidas como cromatóforos, los cuales le permiten modificar su color y así poder camuflarse con el ambiente para protegerse de posibles depredadores y además poder sorprender a sus presas.

Tienen un sistema nervioso muy complejo, el cual le ha permitido desarrollar ciertas capacidades como la inteligencia y la memoria. Este orden está conformado a su vez por dos subórdenes: Cirrina e Incirrina.

Hábitat y distribución

Los cefalópodos son animales netamente acuáticos. Dentro de la gran variedad de ecosistemas acuáticos, los cefalópodos se ubican en aquellos de agua salada. Se encuentran ampliamente distribuidos por todos los océanos y mares del planeta.

De manera general, son más comunes en mares cuyas temperaturas son cálidas. Sin embargo, también se han descrito especies que habitan en aguas más bien frías, como por ejemplo Mesonychoteuthis hamiltoni (calamar colosal) que se localiza muy cerca de la Antártida.

Ahora bien, dependiendo de la especie de cefalópodo, algunos se ubican a mayor profundidad que otros. Hay unos que se pasan la mayor parte del tiempo enterrados en la arena del fondo marino y que solo salen para alimentarse. Así como también hay otros que se desplazan libremente por las corrientes de agua.

Reproducción

En los cefalópodos se lleva a cabo un tipo de reproducción sexual. Esta implica la unión o fusión de células sexuales (gametos) masculinas con células sexuales femeninas.

Este tipo de reproducción es más ventajosa con respecto a la asexual, ya que lleva implícita la variabilidad genética, lo cual está íntimamente relacionado con la capacidad que tienen los diferentes seres vivos para adaptarse a los cambios del ambiente.

Quizás allí reside la razón por la cual los cefalópodos han logrado mantenerse en el planeta desde épocas tan distantes como la era Paleozoica.

En algunas especies, la reproducción puede estar influenciada por las épocas del año. Las que se encuentran en regiones en las que hay cuatro estaciones, se reproducen durante la primavera y el verano. Mientras que en las especies habitantes de aguas tropicales, la reproducción se puede dar en cualquier momento del año.

Continuando con la reproducción, algunos cefalópodos presentan fecundación interna y otros, fecundación externa, ya que puede ocurrir tanto dentro como fuera del cuerpo de la hembra. Se reproducen a través de huevos, por lo que se consideran ovíparos y, como no presentan ningún estado larvario, tienen un desarrollo directo.

Tomando en cuenta que los cefalópodos son animales dioicos en los que los sexos se encuentran separados, cada individuo presenta estructuras adaptadas para la reproducción. Los individuos de sexo masculino presentan uno de sus brazos modificados como órgano copulador, que lleva el nombre de hectocotilo.

Ritos de apareamiento

Ahora bien, el proceso de reproducción de los cefalópodos es por demás complejo e interesante. Estos presentan uno de los ritos de apareamiento más coloridos y particulares del reino animal.

Generalmente los machos son los principales actores dentro de los rituales, buscando atraer a la hembra y también repeler a los machos que puedan competir con ellos. Uno de los rituales más llamativos es el cambio intermitente de color en aquellas especies que tienen la capacidad de hacerlo.

Otro de los rituales de apareamiento consiste en formas de nado muy rápido, desplazándose de un lugar a otro, atrayendo así a las hembras. Indistintamente del ritual que sea, eventualmente se forman las parejas y comienza entonces el proceso de apareamiento como tal.

Fecundación y puesta de los huevos

Los machos producen una estructura conocida como espermatóforo. Dentro de este se encuentran contenidos los espermatozoides. El espermatóforo es almacenado en un órgano que tienen los machos denominado bolsa de Needham.

Para la fecundación, el macho, con ayuda del hectocotilo extrae un espermatóforo y lo introduce en la cavidad del manto de la hembra para que los espermatozoides puedan fecundar a los óvulos.

Una vez que ocurre la fecundación, la hembra coloca los huevos. Estos pueden ser puestos siguiendo patrones de hileras o agrupados. Generalmente son puestos en sitios poco accesibles a los posibles depredadores, como por ejemplo grietas. Además, como medida de protección, estos se encuentran cubiertos de una sustancia de contextura similar a la gelatina.

El comportamiento después de la puesta de los huevos varía de acuerdo a las especies. Por ejemplo, los calamares ponen los huevos y se desentienden de ellos, ya que, lo normal es que mueran después de esto. Por otra parte, hay especies en las que si se observa cierto cuidado parental.

Desarrollo embrionario

El tipo de huevo de los cefalópodos es el telolecito. Este se caracteriza por presentar abundante vitelo, el cual se concentra en el polo vegetativo, en tanto que el citoplasma y el núcleo lo hacen en el polo animal.

Además, la segmentación que experimentan es incompleta o meroblástica. En esta, solo experimenta segmentación una porción del huevo, la que se encuentra en el polo animal, por lo que el vitelo no se segmenta.

Debido a esto, durante la mayor parte de su desarrollo embrionario, los huevos presentan un saco vitelino de gran tamaño. Este es importante ya que provee al embrión de los nutrientes que este requiere para desarrollarse.

Como en otros seres vivos, las etapas de su desarrollo embrionario son: blastulación, gastrulación y organogénesis. Tiene una duración variable que oscila entre 1 y 4 meses, dependiendo de la especie.

Finalmente, de los huevos eclosiona un organismo juvenil, pequeño, que posee características similares a un cefalópodo adulto.

Nutrición

Desde el punto de vista de la nutrición, los cefalópodos se consideran organismos heterótrofos. Esto quiere decir que, como no son capaces de sintetizar sus nutrientes, deben alimentarse de otros seres vivos.

Los cefalópodos forman parte importante de las cadenas tróficas en los ecosistemas marinos. En estas ocupan el lugar de los consumidores, secundarios o terciarios, dependiendo de la biodiversidad existente. Esto es así porque son animales carnívoros.

Su dieta es muy variada y se adapta a la disponibilidad de presas. Es así como pueden alimentarse de peces, moluscos y artrópodos marinos.

Para capturar a su presa, los cefalópodos se valen de diversos mecanismos. Hay algunos que prefieren mantenerse ocultos, camuflándose con el ambiente, esperando el momento preciso para atacar y capturar a la presa en el justo momento que esta pasa junto a ellos. Otros prefieren hacer uso del cambio de color, con lo que atraen a las presas y las capturan cuando están cerca.

Una vez la presa es capturada con los tentáculos, estos la dirigen hacia la boca. Allí, gracias al pico, el alimento puede ser cortado para facilitar su ingestión. En la cavidad, el alimento es lubricado y pasa hacia el esófago y de este al estómago. Aquí es sometido a la acción de diversas enzimas digestivas que comienzan su degradación. En esta parte también se realiza parte de la absorción.

Del estómago, el alimento pasa hacia el intestino, donde culmina la absorción. Luego de esto, solo quedan las sustancias de desecho que no fueron absorbidas. Estas continúan su tránsito por el tracto digestivo hacia el recto, para ser finalmente expulsadas por el ano.

Especies destacadas

Nautilus pompilius

Esta es la especie más conocida y estudiada de los nautilos. Su característica principal es la concha externa que posee que, vale destacar, presenta un patrón de colores de bandas blancas intercaladas con bandas marrones.

Además, estos animales tienen un promedio de vida bastante elevado con respecto al resto de los cefalópodos (casi 20 años). Presentan una gran cantidad de tentáculos sin ventosas.

Cirrothauma magna

Es una especie de pulpo que pertenece al orden Octopoda. Resulta de interés para los especialistas porque solo se han encontrado 4 especímenes. Estos han sido localizados en los océanos Pacífico, Índico y Atlántico, por lo que puede concluirse que es bastante flexible en cuanto a las condiciones ambientales que requiere para vivir.

Sus tentáculos se encuentran cubiertos por pequeñas espinas y además están unidos por un segmento muy delgado de piel.

Mesonychoteuthis hamiltoni

Conocido simplemente como el calamar colosal. De todos los cefalópodos estudiados hasta ahora, este es el de mayor tamaño, llegando a medir más de 15 metros de longitud. Habita en las profundidades del océano Glacial Antártico. Sus tentáculos poseen grandes ventosas y además cuenta con los ojos más desarrollados de todo el reino animal.

Hapalochlaena lunulata

Es uno de los animales más temidos, debido a la toxicidad de su veneno. Es de pequeño tamaño (menor a 15 cm) y presenta en su apariencia externa una serie de aros azules muy llamativos. Estos funcionan como advertencia de su toxicidad. Sintetiza una neurotoxina muy potente que puede llegar a causar la muerte de un ser humano adulto.

Referencias

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