Botánica

Ceiba pentandra: características, hábitat, reproducción, usos


Ceiba pentandra es una especie de árbol que pertenece a la familia Malavaceae de la subfamilia Bombacoideae. Se caracteriza por ser un árbol de gran altura (40-70 metros) que crece en bosques de áreas tropicales húmedas y subhúmedas del continente americano y africano.

Se extiende desde el norte de México hasta el centro-norte de Sudamérica. Es un árbol que tiende a colonizar los espacios abiertos, debido a su plasticidad bajo condiciones ambientales adversas.

C. pentandra comienza a florecer en época seca y la polinización es ayudada por murciélagos y aves. Produce frutos en forma elíptica que contienen numerosas semillas envueltas con fibras hidrofóbica. Esta fibra es explotada para la fabricación de almohadas y salvavidas, y la madera de este árbol es utilizada para la construcción de casas y botes.

C. pentandra a lo largo de la historia ha estado envuelta en múltiples historias y leyendas relacionadas con las culturas americanas, siendo considerada en algunas como un árbol sagrado.

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Características

La altura de los árboles de Ceiba pentandra promedian entre 40 y 70 metros, con diámetros de entre 100 y 300 cm. Presenta tallo cilíndrico, sólido, ancho y rectiforme, ligeramente abombado.

Los tallos tienen grandes contrafuertes bien desarrollados y están cubiertos de fuertes espinas conoidales. Los tallos presentan escasas ramas gruesas, robustas y curvadas, que se disponen horizontalmente como si fueran pisos.

La copa, por su lado, puede ser redondeada o plana, muy amplia (de hasta 50 metros). Las hojas, en cambio, se disponen de forma alterna y se acumulan en las puntas de las ramas. Las hojas son palmeadas compuestas, de aproximadamente 11 a 40 cm de largo. A su vez, las hojas se componen de siete a ocho folíolos que tienen forma elíptica.

La corteza, por su parte, es lisa a casi figurada, grisácea con anillos gruesos dispuestos horizontalmente. La corteza presenta lenticelas suberificadas y abultadas, con espinas cónicas diseminadas de manera irregular al final de las ramillas.

Ceiba pentandra presenta numerosas flores fasciculadas en las axilas de hojas senescentes. Las flores tienen en promedio 8 cm de longitud; las flores son actinomorfas (simetría radial), perfumadas; el cáliz es verde pálido, grueso, y carnoso. Los pétalos tienden a ser blanquecinos a rosáceos, amarillentos o dorados.

Los frutos son cápsulas elipsoidales, que presentan una longitud promedio de 10 a 20 cm  y una anchura promedio de 3 a 6 cm. Los frutos son dehiscentes con cinco cubiertas y  contienen semillas marrón oscuras que están envueltas en lana blanca e hidrofóbica.

Hábitat y distribución

A pesar de que el género Ceiba se considera de origen americano, C. pentandra crece naturalmente en las áreas tropicales húmedas y subhúmedas de América y África. Se creía que era originaria de Asia, pero genéticamente se logró evidenciar que fue introducida desde África.

Actualmente se sabe que es originaria de América central y se extiende desde el sur de México hasta Venezuela, Brasil y Ecuador. En los trópicos del viejo mundo, por su lado, se encuentra en regiones tropicales de África occidental y Asia. Asimismo se ha introducido a los Archipiélagos de las Bermudas y Bahamas.

En la actualidad tiene el estatus de Cultivada, Nativa y Silvestre, creciendo ampliamente en los márgenes de los ríos. Se puede ver con frecuencia en terrenos abiertos y abandonados y al margen de los senderos.

Los suelos en los cuales se desarrolla C. pentandra presentan variabilidad en cuanto a las condiciones edafológicas. De acuerdo a esto, los suelos pueden ser arenosos muy percolables, hasta arcillosos con drenaje lento.

Además, Ceiba pentandra se establece en terrenos con erosión sobre rocas ígneas. Por lo general requiere de suelos calcáreos, neutros e inundados.

Desde el  punto de vista ecológico es una especie secundaria/primaria, ya que puede colonizar suelos en diferentes fases de una sucesión. Es una especie agresiva que frecuentemente crece en terrenos talados, por lo que es muy utilizada en la restauración de bosques.

Reproducción

La floración comienza generalmente cuando los árboles tienen de 5 a 6 años de edad. Los árboles producen muchas y vistosas flores hermafroditas, usualmente durante el periodo de caducidad (afoliar).

La temporada para la floración varía de acuerdo a la geografía. En México la floración tiene lugar de enero a marzo y en Java (Indonesia) ocurre en mayo. En puerto Rico y República Dominicana las flores emergen entre diciembre y febrero, y en África Occidental la floración toma lugar de diciembre a enero. Las flores son polinizadas por aves y murciélagos. Los frutos maduran de 2 a 3 meses.

Las semillas son de aproximadamente 6 mm de largo y pueden haber de 7000 a 45000 semillas por kilogramo de fruto. Un árbol puede producir hasta 1 Kg de semillas. Dado a su pequeño tamaño y a la seda adherida a ellas, las semillas son dispersadas extensamente por el viento.

Fisiológicamente, las semillas no requieren de una estratificación y pueden perder su viabilidad después de un año. La germinación es epigea (cotiledones encima del suelo) y toma lugar 12 días después de la siembra.

La tasa de germinación puede variar entre 50 y 85 %. Tras germinadas, las plántulas crecen muy rápido al igual que otras especies pioneras. Las plántulas pueden alcanzar 23 cm de alto tras 8 semanas.

Vegetativamente los árboles de C. pentandra se pueden reproducir mediante estacas de ramas cortadas. Sin embargo, los rebrotes producen una planta de menor tamaño y vigorosidad que las plantas producidas a través de semillas.

Alimentación

Las hojas de ceiba son consumidas ávidamente por el ganado vacuno, las cabras y las ovejas, lo que demuestra que no se debe permitir la presencia de animales de pasto en las plantaciones hasta que los árboles hayan crecido y así evitar esta defoliación potencial.

Como en todas las plantas terrestres, C. pentandra puede fabricar su propio alimento, debido al proceso fotosintético que ocurre en sus hojas. Es una especie pionera altamente demandante de luz en los bosques tropicales. Es conocida por su rápido crecimiento, sin embargo poco se sabe de su fisiología.

Las pocas investigaciones han demostrado que los cambios en la concentración de CO2 en el dosel del árbol de ceiba, van desde un máximo en la mañana hasta una disminución en la tarde.

Asimismo, las fluctuaciones en la concentración de CO2 son muy marcadas en la época lluviosa. En época seca, en un día de lluvia, la tasa de asimilación de CO2 excede al promedio. Por otra parte, la toma de CO2 y su incorporación como materia orgánica no varía con la edad de la hoja.

Por su lado la eficiencia en el uso de agua a largo plazo en C. pentandra es baja en comparación con otras especies de árboles en zonas templadas. Sin embargo, se ha encontrado que la ganancia de carbono por hoja es más alta que otras especies de árboles pioneros.

Usos

La madera de ceiba varía de color, desde blanco hasta un pardo claro, pero su color se puede oscurecer por los hongos que manchan la savia. La madera es muy liviana, con peso específico de 0,25 g/cm3.

Los usos reportados para la madera de ceiba incluyen el triplex, material de empaque, capas interiores de laminados, la construcción liviana, los productos de pulpa y papel, canoas y balsas, implementos agrícolas, muebles, fósforos y leña.

La lana, usualmente llamada Kapok, se obtiene de las fibras del fruto y es el producto más importante derivado de este árbol. Las fibras representan el 21,1 % del peso en seco del fruto y se usan en almohadas, colchones, cinturones salvavidas y textiles.

La corteza de ceiba rinde una fibra de color rojo que es usada para cuerdas y papel en la India, y la corteza se usa también como un medicamento para las heridas y las enfermedades.

Las hojas tienen propiedades emolientes y las flores como infusión se usa para la estreñimiento. El néctar por su lado sirve como fuente de miel. El aceite obtenido de las semillas se usa como lubricante, para lámparas, en la culinaria y en la industria de jabones y pinturas.

La ceiba se usa como forraje para el ganado vacuno, caprino y las ovejas y sus flores son ingeridas por el ganado. Sus hojas contienen un 24 % de proteína cuando son jóvenes y un 14 % cuando están maduras. En Indonesia se le considera una especie prometedora cuando existe una escasez de forraje.

Historias y leyendas

C. pentandra es uno de los árboles más representativos de las culturas americanas. Su porte majestuoso y la gran variedad de usos le dieron incluso el atributo de sagrado en muchas culturas. Los usos tradicionales van desde el aprovechamiento de la madera para la construcción de vivienda y bote, hasta su uso en la medicina tradicional.

En la cultura maya, la ceiba es un árbol sagrado que une el cielo y el inframundo. Alrededor de esta  planta se teje la leyenda de la X’tabay. Esta representación sagrada y legendaria, pasada y presente, se construyó alrededor de la ceiba

Asimismo, sobre este imponente árbol se alza la leyenda prehispánica que narra que Hernán Cortés amarró sus naves, para luego conquistar el Imperio azteca, sobre un árbol ubicado en el municipio de La Antigua, en el oriental estado mexicano de Veracruz y a orillas del río Huitzilapan.

Referencias

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  2. Zostz, G., Winter, K., 1994. Photosynthesis of a tropical canopy tree, Ceiba pentandra, in a lowland forest in Panama. Tree physiology. 14, 1291-1301
  3. Aguilera M., 2001. Ceiba pentandra (L.) Gaerth. SIRE-Paquetes Tecnológicos
  4. Peraza, L., 2009. La ceiba (Ceiba pentandra (L.) Gaertn.) un árbol majestuoso. Desde el Herbario CICY 1: 1–2
  5. Orwa, C., Mutua, A., Kindt, R., Jamnadass, R., Simons, A., 2009. Agrofores tree Database: a tree reference and selection guide version 4.0 (worldagroforestry.org)
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