Cladóceros: características, clasificación, hábitat, alimentación
Los cladóceros o pulgas de mar son un grupo de pequeños crustáceos pertenecientes a la clase Branchiopoda. Se caracterizan por presentar un caparazón univalvo, pero de apariencia bivalva, pues está plegado cubriendo casi completamente el cuerpo, con la excepción de la cabeza.
Estos organismos son casi exclusivos de cuerpos de agua dulce, pero algunas pocas especies han logrado prosperar en ambientes marinos. Se desplazan en la columna de agua como parte del plancton, empleando para ello sus antenas, aunque algunas especies se han adaptado a vivir en los ambientes bentónicos (fondos subacuáticos).
Estos microcrustáceos son un componente muy importante del zooplancton y forman parte fundamental de las redes tróficas de las comunidades donde habitan. Tienen una amplia distribución mundial, tanto en cuerpos de agua dulce como marinos, desde zonas tropicales hasta boreales, y desde la zona pelágica hasta grandes profundidades.
Índice del artículo
- 1 Características
- 2 Taxonomía y clasificación
- 3 Hábitat
- 4 Alimentación
- 5 Reproducción
- 6 Importancia
- 7 Referencias
Los cladóceros forman parte de los branquiópodos, que se caracterizan, entre otros aspectos, por presentar los apéndices del tronco en forma de hojas o láminas (filopodios). La presencia de branquias en la base de estos apéndices, o patas, es lo que les da el nombre de branquiópodos (branquias en los pies).
Los cladóceros también se caracterizan por presentar un caparazón univalvo, sin charnela, plegado lateralmente, que cubre parte o casi todo el cuerpo, exceptuando la cabeza; este caparazón en ocasiones puede estar reducido.
En la región cefálica presentan un único ojo medio, no pedunculado, que puede ser compuesto o naupliar (simple). Los apéndices bucales son difíciles de reconocer porque están reducidos y muy modificados, las maxilas en ocasiones están ausentes.
El primer par de antenas está reducido y en algunas especies puede llegar a ser vestigial o estar modificado en machos. Por otra parte, el segundo par de antenas es bastante evidente y desarrollado, en la mayoría de los casos cumple funciones de locomoción, ya sea por movimientos de natación en la columna de agua o para reptar por el fondo.
Los somitos del tronco no son fácilmente diferenciables, la porción posterior del cuerpo está incurvada y se conoce con el nombre de post-abdomen. El cuerpo usualmente termina en una furca caudal en forma de pinza.
Actualmente los cladóceros son considerados un superorden de crustáceos. Las primeras especies fueron descritas en 1776 por O.F. Müller. Sin embargo, el taxón fue erigido por primera vez en 1829, por el reconocido entomólogo francés Pierre André Latreille.
Se conocen más de 600 especies descritas para la ciencia y los taxónomos reconocen que aún faltan muchas más por describir.
Desde el punto de vista filogenético (estudio de las relaciones ancestro descendiente), varios sistemáticos coinciden en que la clasificación actual de los cladóceros es artificial, ya que los grupos son polifiléticos, es decir, algunos representantes del grupo no comparten el mismo ancestro en común, y las semejanzas se deben a convergencias evolutivas.
La clasificación actual agrupa a los cladóceros en seis órdenes, de los cuales 2 están en discusión:
Grupo compuesto por 13 familias de cladóceros de agua dulce. Presentan generalmente 5, raras veces 6, pares de apéndices torácicos. El caparazón encierra el cuerpo, en el cual es difícil reconocer la separación entre el tronco y el postabdomen. Presentan un desarrollo directo, es decir sin fases larvarias.
Grupo de cladóceros representado por tres familias. Los ctenópodos son principalmente de agua dulce, con muy pocos representantes marinos. Presentan seis pares de apéndices en el tronco. El caparazón encierra el tronco. El desarrollo es directo.
Orden de cladóceros representado por una sola familia (Leptodoridae) y un solo género de microcrustáceos dulceacuícolas holoárticos. El caparazón es muy reducido en comparación con el de otros grupos. Tienen 6 pares de apéndices en el tronco. Presentan una cabeza alargada y con un ojo compuesto. El desarrollo es indirecto, con fase larvaria.
Este grupo de cladoceros está compuesto por 3 familias, con representantes en cuerpos de agua dulce y marinos. Tienen 4 segmentos en el tronco. En la cabeza presentan un ojo grande y complejo (compuesto).
En la taxonomía de los cladóceros este orden es considerado como una agrupación momentánea o incertae sedis, que es la denominación empleada para señalar grupos que no son ubicables en un taxón especifico. El grupo está compuesto por 4 géneros de agua dulce.
Este orden no es completamente aceptado entre los taxónomos de cladóceros. Algunos investigadores consideran que las familias y especies contenidas en este grupo forman parte de los órdenes Haplopoda y Onychopoda.
Los cladóceros son microcrustáceos que habitan generalmente en cuerpos de agua dulce como ríos, lagos y charcas; algunas especies son de hábitos marinos. Son organismos cosmopolitas, habitan en regiones tropicales, subtropicales e incluso árticas.
Con respecto a su distribución vertical, muchas especies habitan en la columna de agua como parte del plancton, nadando en las zonas pelágicas y demersales, otras pocas habitan en la zona bentónica, donde se desplazan por el fondo.
Son organismos capaces de vivir en ambientes fluctuantes o dinámicos, con variaciones de pH y temperatura. Habitan desde zonas relativamente cálidas hasta ambientes muy fríos. Pueden encontrarse habitando desde la zona litoral superficial, hasta grandes profundidades.
Los cladóceros pueden alimentarse de partículas en suspensión (son suspensivoros) que capturan con sus antenas y algunos apéndices del tronco, también existen organismos filtradores, raspadores y ávidos cazadores (depredadores).
Los géneros Polyphemus y Bythotrepes, por ejemplo, tienen modificados los apéndices anteriores para capturar a sus presas. Estas presas son mayormente protozoarios, rotíferos y otros microcrustáceos. Otros cladóceros, como los Daphnia, incluyen en sus dietas algas e incluso bacterias.
El sistema reproductor de los cladóceros puede constar de una o dos gónadas. Los gametos maduros son conducidos al exterior por gonoductos que, en las hembras, abren en la parte lateral o dorsal del postabdomen. En machos, por su parte, abren lateral o ventralmente, generalmente cerca del ano.
Los machos pueden o no presentar órganos copuladores. Si están ausentes, los gametos salen al exterior directamente por un gonoporo. Cuando el pene está presente, se origina como una prolongación al exterior del gonoducto.
Durante la cópula el macho sujeta a la hembra con las antenas y girando el abdomen introduce el órgano copulador (si existe) en las aberturas femeninas, o los gonoporos de ambos sexos entran en contacto. La reproducción sexual en estos crustáceos es secundaria y la utilizan alternadamente con la reproducción asexual.
Los cladóceros se reproducen asexualmente mediante un proceso llamado partenogénesis cíclica, en la cual se alterna la reproducción sexual con la asexual. Condiciones ambientales adversas pueden inducir la aparición de machos en la población, a partir de madres partenogenéticas.
En la partenogénesis, las hembras producen huevos fértiles que no son fecundados por el macho, pero que aun así eclosionan en individuos viables y con la carga genética de la madre.
Como un mecanismo para garantizar la variabilidad genética durante la partenogénesis, los huevos partenogenéticos efectúan entrecruzamiento (crossing-over) antes de ingresar a la anafase. Este fenómeno se conoce con el nombre de endomeiosis.
Los cladóceros pueden producir desde unos pocos hasta cientos de huevos. Su tiempo de incubación dependerá del grupo taxonómico, incluso de la especie.
La mayoría de las especies tienen desarrollo directo, lo que significa que no tienen fases larvarias y cuando los organismos eclosionan del huevo son bastante similares a los adultos. Por otro lado, otras pocas especies presentan desarrollo indirecto, por lo que experimentan al menos una fase larvaria de tipo nauplius.
Los cladóceros pueden llegar a producir huevos de latencia o huevos de resistencia. Estos huevos pueden ser arrastrados por corrientes, desplazados por el viendo, o ser transportados por otros invertebrados y vertebrados como aves y ranas.
Los huevos de latencia pueden pasar largos periodos sin eclosionar, esperando a que las condiciones del ambiente sean las más favorables para su desarrollo.
Los cladóceros son organismos muy importantes dentro de las comunidades donde habitan. Forman parte del zooplancton que se alimenta del fitoplancton. Son importantes en la transferencia de energía en las tramas tróficas, siendo alimento de otros organismos como rotíferos, otros crustáceos y peces.
En la acuicultura, los géneros Daphnia y Moina han demostrado tener gran importancia para el cultivo de peces y de otros crustáceos. Esto se debe a que su valor nutricional es elevado y presentan otra serie de características que los convierten en organismos ideales para su empleo como alimento.
Entre estas características se encuentran:
- Son organismos relativamente accesibles para cultivarlos en grandes cantidades.
- Tienen una alta tasa de reproducción.
- Crecimiento acelerado bajo condiciones contraladas.
- Resultan ser una presa fácil para los organismos que los consumen.
Los cladóceros son utilizados para alimentar solo las larvas de peces y crustáceos, pero no organismos adultos. Varios estudios indican que en estas fases existe cierta preferencia alimentaria por copépodos y cladóceros antes que por otros organismos, como rotíferos o protozoos.
Hay varias experiencias de cultivos exitosos de peces de agua dulce que emplean cladóceros para alimentar a sus larvas y postlarvas. Ejemplo de ello son los cultivos de pacú, bagres, cachamas, bocachicos y del hibrido cachamoto (cruce de cachama y morocoto).
Un ejemplo de la importancia de los cladóceros en estudios de impacto ambiental lo constituye la especie Daphnia magna, puesto que es uno de los organismos más empleados como bioindicador en este tipo de estudios.
Adicionalmente, esta y otras especies de cladóceros resultan fáciles de mantener y reproducir bajo condiciones de laboratorio, por lo que pueden ser utilizadas en bioensayos de toxicidad.
Estos bioensayos miden los niveles de tolerancia de los organismos a distintas concentraciones de químicos o contaminantes. Los resultados de estos análisis les permiten a los entes gubernamentales responsables de la salud ambiental, generar políticas y establecer límites máximos en los vertidos químicos en el agua.
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