Medio ambiente

Deforestación: causas, consecuencias, ejemplos, soluciones


¿Qué es la deforestación?

La deforestación es la eliminación de la cubierta de árboles que existe en una zona determinada, es decir la pérdida de la cubierta forestal. Esto puede ser para usar la madera y destinar el suelo a otros fines, o simplemente por mal manejo de la tierra.

Aunque puede ocurrir la pérdida de la cubierta de árboles por diversas causas naturales, el ser humano es el principal causante de la deforestación. Muchos árboles tienen madera de alto valor económico en el mercado y han sido usadas desde hace siglos para diversos fines.

Además, se requieren terrenos para la agricultura y la ganadería, y una vez ocupadas las praderas y sabanas, se avanza hacia los bosques y selvas. También se deforesta para establecer ciudades, vías de comunicación y tendidos eléctricos.

Sin embargo, ese modelo de vida, esa forma de desarrollo es limitada y peligrosa, ya que la Tierra tiene límites. Cuando se deforesta se altera el suelo, se le expone a la lluvia y al arrastre por el agua y el viento.

Este fenómeno conocido como erosión provoca la pérdida del suelo y crea desiertos. Por otra parte, los bosques y selvas cumplen un importante papel en el ciclo del agua y en la regulación de la temperatura.

Así que al deforestar alteramos el clima, contribuimos al calentamiento global y agotamos los recursos que darían de comer a futuras generaciones. De igual forma, con la pérdida del bosque se extinguen especies vegetales y animales.

Causas de la deforestación

Somos los seres humanos los que deforestamos y lo hacemos porque nuestra población crece aceleradamente y con un modelo de desarrollo insostenible. Queremos consumir cada vez más, sin considerar que la Tierra y sus recursos son finitos.

La expansión agrícola y ganadera

Una de las principales causas de la deforestación es conseguir nuevas tierras para cultivar y para criar ganado. Especialmente para las grandes extensiones de cultivos industriales como la soya y la palma africana o aceitera y para la ganadería extensiva.

El aprovechamiento de maderas valiosas

Muchos bosques y selvas albergan especies de árboles cuya madera es muy apreciada. Se trata de maderas duras y de alta calidad, útiles para fabricar muebles, para la construcción de casas y barcos y muchos otros fines. Por tanto, una de las causas de que se deforeste es la obtención de estas maderas.

Incendios forestales

Solo en la Amazonía brasileña se perdieron 3,7 millones de hectáreas en 2019 por incendios forestales, más del triple que en el 2015, muchos provocados intencionalmente para expandir las tierras de cultivo y ganadería.

En Portugal se perdió el 4% de su cobertura vegetal por los incendios en 2019, mientras que en 2016 la cuenca del río Congo ya había perdido 15.000 hectáreas por esta causa.

La ampliación de infraestructuras

En el proceso de expansión de la creciente población humana, se requieren nuevos espacios. Esto incluye áreas para urbanismos, carreteras, líneas eléctricas, represas y todo tipo de infraestructuras. De tal forma que se invaden las áreas de bosques, para lo cual el primer paso es deforestar.

Explotación minera

La minería es actualmente una de las causas más importantes de deforestación que afecta a las dos principales masas selváticas del mundo. En la cuenca del río Congo en África, la minería para extraer diamantes, cobalto, tántalo, coltán y oro es causa de intensas deforestaciones.

Esto mismo ocurre en la megacuenca del Amazonas-Orinoco en Sudamérica, donde se deforesta la selva para obtener oro y coltán principalmente.

El modelo de desarrollo

Todas las causas anteriores se engloban en el problema del modelo de desarrollo vigente en el planeta. Un modelo basado en un alto crecimiento de población y consumo creciente e ineficiente de recursos, generando gran cantidad de desperdicios. Eso empuja a deforestar para obtener más recursos, como madera, minerales, suelo, alimentos y detrás de todo el dinero.

Causas naturales

Bosques y selvas también pueden perder sus árboles por tsunamis, erupciones volcánicas o caída de meteoritos.

Consecuencias de la deforestación

El planeta Tierra es un gran ecosistema donde todo está íntimamente relacionado, por tanto la deforestación de las selvas y bosques afecta su funcionamiento global. Y la consecuencia final de continuar ese proceso, será el fin de la vida en el planeta.

Pérdida de diversidad biológica

La consecuencia directa es la pérdida de especies de todo tipo al desaparecer el bosque. Al ser las selvas y los bosques parte destacada de los biomas terrestres más diversos, su pérdida es muy relevante. A su vez las alteraciones a nivel planetario que causan la pérdida de bosques, provocan la pérdida de especies en otros ecosistemas.

Pérdida de suelos y desertificación

La cubierta de árboles protege al suelo contra la erosión, es decir contra el desgaste producto de los elementos del clima. Cuando llueve, la vegetación amortigua el impacto de las gotas y evita que el agua corra velozmente por el suelo.

Además, el bosque genera sombra, retiene la humedad y modera la temperatura. Al deforestar, el suelo queda totalmente expuesto y es resecado y arrastrado por la lluvia y el viento.

Calentamiento global

El gas llamado dióxido de carbono (CO2) es uno de los principales gases que causa el efecto invernadero. Este efecto consiste en que el calor queda atrapado en la atmósfera terrestre al ser absorbido por gases como el CO2, aumentando la temperatura global.

Las selvas y bosques retienen el carbono, ya que este elemento forma parte de los tejidos vegetales. Por tanto, cuando se deforesta se deja de retener carbono y si la madera se quema, el carbono que estaba retenido se libera.

Alteración del ciclo del agua

Las selvas y bosques son las fuentes de agua que alimentan a los grandes ríos de la Tierra. Esto es debido al efecto regulador del ciclo del agua, al captar la humedad, retenerla y facilitar la infiltración del agua en el suelo. Por tanto, al deforestar se agotan las fuentes de agua dulce.

Desequilibrios ecológicos e impacto en salud pública

Un bosque o una selva es un ecosistema muy complejo en el que habitan numerosas especies. Cuando se deforesta se altera el equilibrio, provocando la pérdida de especies y servicios que presta el ecosistema. Tales como la provisión de agua, el oxígeno que dan las plantas y la captación de carbono.

Pero también esas alteraciones pueden exponernos a enfermedades, como ya han alertado los científicos. De hecho, la reciente pandemia de COVID-19 se piensa que tuvo su origen a partir de murciélagos extraídos de la selva.

Ejemplos de deforestación en todo el mundo

En Europa y EE.UU. cerca del 95% de sus bosques naturales fueron deforestados y tienen escasas zonas con bosques primarios. Hoy en día los ecosistemas más amenazaos son las selvas tropicales y según la FAO y el PNUMA, se pierden 11,3 millones de hectáreas anuales de estas selvas.

Amazonas

En la Amazonía se deforestaron 42,6 millones de hectáreas entre los años 1970 y 1980. En tanto que, según Global Forest Watch, la tercera parte de la deforestación ocurrida en el planeta en 2019, ocurrió en el Amazonas brasileño.

El Gran Chaco

Es considerada la mayor formación boscosa en Sudamérica después del Amazonas y sufre una alta deforestación. Esta región ubicada entre Bolivia, Argentina, Paraguay y Brasil, perdió más de 6.500 hectáreas de bosque solo entre marzo y abril de 2020. En total, en este ecosistema se han deforestado más de 5 millones de hectáreas.

El Congo

Las selvas tropicales de la cuenca del río Congo en África son las segundas en extensión del planeta después del Amazonas. Esto pese a que ya cerca del 80% se ha perdido por deforestación. Según la FAO, son deforestadas 311.000 hectáreas cada año.

Madagascar

Esta gran isla al sureste de África posee bosques excepcionales, ya que por su aislamiento alberga muchas especies únicas. Sin embargo, debido a la intensa deforestación que ha sufrido, solo queda un 20% de los bosques originales. La velocidad a la que se deforesta la isla es de 200.000 hectáreas al año.

La Taiga o Bosque Boreal

Esta es la mayor masa boscosa del mundo y se extiende por todo el norte de EE.UU., Canadá, Suecia, Finlandia, Rusia y parte de Mongolia. Aquí la deforestación amenaza particularmente el clima, al dejar al descubierto el suelo.

Esto porque la capa congelada se derrite y libera grandes cantidades de gases de efecto invernadero (metano y CO2). Solo en Rusia se pierden anualmente cerca de 1,5 millones de hectáreas deforestadas por diversas causas.

Soluciones

Hay diversas medidas que se deben emprender para enfrentar el problema de la deforestación. Algunas de ellas son preventivas, dirigidas a evitar que se deforesten bosques y selvas, mientras que otras se aplican para revertir el mal causado por la deforestación.

Protección de áreas naturales

La medida más efectiva para evitar la deforestación es proteger la mayor proporción de selvas y bosques mediante figuras legales. Se trata de decretar parques nacionales, reservas ecológicas, reservas de la biosfera y otras que existen en las legislaciones nacionales e internacional.

Cambios en los patrones de consumo y el modelo de desarrollo

Para reducir la presión sobre los recursos naturales que empuja a la deforestación, se deben cambiar los patrones de consumo. Por ejemplo, una ciudadanía consciente e informada debe exigir productos de madera certificada de plantaciones y no de bosques naturales. De igual forma se debe incentivar el reciclaje de materiales para reducir su extracción de entornos naturales.

Parte importante de un modelo sostenible es reducir la pobreza, ya que una población hambrienta presiona sobre los bosques. Si una población requiere alimento y energía, talará para usar leña y vender madera.

Comercio internacional y compensaciones

Se debe prohibir la comercialización de maderas y productos provenientes de bosques y selvas que no cuenten con una certificación de manejo sostenible. De igual forma, implementar incentivos económicos que apoyen el mantenimiento de los bosques y selvas.

Desarrollo tecnológico

En la medida en que se desarrollen tecnologías limpias y que tomen en cuenta la no afectación de las selvas, se reducirá la deforestación. Por ejemplo, un manejo sostenible e intensivo de las áreas de cultivo y cría existentes, reduciría la necesidad de nuevas tierras de cultivo. Al igual que nuevas tecnologías para la producción de alimentos.

Reforestación y Restauración ecológica

Una vez ocurrida la deforestación se requieren medidas de remediación, es decir que restablezcan la cobertura forestal. Para esto hay varios enfoques, entre ellos tratar de lograr que el bosque se recupere a una condición lo más cercana a la original.

Es lo que se conoce como restauración ecológica, la cual trata de reproducir los procesos naturales para acelerar el restablecimiento del bosque. En todo caso, cualquiera de los enfoques se basa en reforestar, es decir, plantar nuevamente árboles en el área afectada.

Referencias

  1. Alberto Chirif, A. (Ed.) (2018). Deforestación en tiempos de cambio climático. Grupo Internacional de Trabajo sobre Asuntos Indígenas.
  2. Armenteras, D. y Rodríguez-Eraso, N. (2014). Dinámicas y causas de deforestación en bosques de Latino América: Una revisión desde 1990.Colombia Forestal.
  3. García-Marín, M.E. (2016). La deforestación: una práctica que agota nuestra biodiversidad. Producción + Limpia.
  4. Monjardín-Armenta, S.A., Pacheco-Angulo, C.E., Plata-Rocha, W. y Corrales-Barraza, G. (2017). La deforestación y sus factores causales en el estado de Sinaloa, México. Madera y Bosques, vol. 23, Instituto de Ecología, A.C.
  5. Vajpeyi-Dhirendrea, K. (Ed.). 2001. Deforestation, Environment and Sustainalbe Development: A Comparative Analysis. Nueva York: Praeger Publications.