Filosofía

Los 30 Filósofos de la Edad Media Más Importantes y Famosos


Los filósofos de la Edad Mediafueron hombres destacados que pensaron en el mundo, la sociedad, lo divino o el cosmos, y de los cuales muchas de sus enseñanzas y reflexiones siguen vigentes o sirvieron como precedentes para muchas doctrinas éticas y morales.

El mundo cambiaba y los filósofos medievales acompañaban, anticipaban y generaban esos cambios. El análisis de los problemas profundos de la sociedad siempre tuvo un lugar preponderante en la ciencia, lo que hace de la Filosofía una de las disciplinas más antiguas de las que se tenga registro.

Desde el siglo V y hasta el XV, entre la caída del imperio romano en el año 476 y el descubrimiento de América en 1492, el mundo vivió en la Edad Media, tal como se llama ese periodo de la civilización occidental.

Este periodo también tiene un correlato filosófico: la filosofía medieval, que centró sus análisis en la economía feudal, las teocracias (cristianas e islámicas), los estamentos medievales, la libertad del hombre y los límites de la razón.

Pero estos temas puntuales no fueron lo que la diferenció de lo ocurrido en otras etapas, sino que fue la compatibilidad entre la fe y la razón lo que la definió. “Creo para entender”, decía el eslogan filosófico de moda.

Filósofos principales de la Edad Media

1- Tomás de Aquino (1225 – 1274, Italia)

Teólogo, metafísico y principal representante de la educación escolástica, fue quien recuperó los escritos aristotélicos y el primero que vio compatibles los comentarios del filósofo griego con la fe católica.

Prolífico e influyente, Tomás de Aquino tuvo una experiencia mística un año antes de morir que puso fin a su carrera como una figura pública. Algunas revelaciones divinas que lo trastornaron, según el registro de sus más íntimos confidentes, le impidieron seguir escribiendo.

“La fe es una gracia divina que Dios da a los hombres que elige y la razón se origina también en Dios; todos los hombres tienen razón, pero no todos tienen fe”, dijo poniendo fin a la idea de la doble razón.

2- San Agustín (354 – 430, Imperio Romano)

Nacido bajo el nombre de Agustín de Hipona, este filósofo tuvo una vida ligada a fe católica. Fue santo, padre y doctor de la Iglesia, y uno de los principales pensadores del cristianismo en el primer milenio.

Se le conocía como el “Doctor de la Gracia” y es considerado uno de los filósofos más influyentes de la Edad Media, no porque haya vivido y analizado sus sociedades (su muerte fue anterior a la caída del imperio romano) sino porque fue fuente de inspiración de toda una generación posterior.

“Dios no manda cosas imposibles, sino que al mandar lo que manda, te invita a hacer lo que puedas, pedir lo que no puedas y te ayuda para que puedas”, fue una de sus frases más recordadas.

3- Anicio Manlio Torcuato Severino Boecio (480 – 524, Roma)

Filósofo romano, perteneciente a una familia de gran importancia, que dio tres Papas a la Iglesia católica, Boecio abarcó un amplio abanico de temas como el destino, la justicia y la fe, pero también la música, la aritmética, la geometría, la astronomía y la teología.

En su obra más famosa, La consolación de la filosofía, que escribió en prisión, mantiene un fluido diálogo con la filosofía, a quien le atribuye un rol femenino.

En ella departe sobre la naturaleza de la felicidad humana, los problemas del mal y el bien, la providencia y la libertad del hombre, el destino y el azar.

Sus pensamientos rivalizaban con San Agustín y Aristóteles y tuvo una importancia central en la teología cristiana. “Si hay un Dios, ¿de dónde proceden los males? Y si no existe, ¿de dónde se originan los bienes?”, fue una de sus frases más recordadas.

4- San Anselmo de Canterbury (1033 – 1109, Italia)

Considerado el padre de la escolástica, discípulo de Lanfranco, basaba su enseñanza en la meditación, que según él justificaba la existencia de Dios.

Su principal punto de discusión fue la relación entre la fe y la razón, lo que llevó a que muchas de sus preguntas quedarán sin responder. Pensaba que no anteponer la fe, era presunción; sin embargo, no apelar a continuación a la razón era negligencia.

“No busco, en efecto, entender para creer, sino que creo para entender. Pues creo esto, porque si no creyere, no entendería”, fue una de sus frases más recordada.

5- Guillermo de Ockham (1280 – 1349, Inglaterra)

Dedicó su vida y su obra a la pobreza extrema, y fue acusado de herejía por estudiar la relación entre el papado y la doctrina de la pobreza, lo que le valió numerosos enemigos.

Acusó a Juan Pablo XXII de hereje, fue uno de los metafísicos más importantes de su época, y se destacó por su teoría metodológica en la que establecía: “Siempre debe optarse por una explicación en términos del menor número posible de causas, factores o variables”.

Impulsó una serie de ideas que motivaron las constituciones occidentales y las democracias liberales con sus formulaciones sobre la responsabilidad limitada del poder.

Su paso a la posteridad lo tiene como protagonista del detective Guillermo de Ockham en El nombre de la rosa (1980) de Umberto Eco y en el videojuego español La abadía.

“El hombre y la mujer han nacido para amarse; pero no para vivir juntos. Alguien ha hecho observar que los amantes célebres de la historia han vivido siempre separados”, fue una de sus frases más polémicas.

6- San Isidoro de Sevilla (560 – 636, España)

Se destacó como escritor, siendo uno de los autores más prolíficos de su generación, con obras que incluían desde tratados literarios, ficciones, biografías y cuestiones filosóficas.

Su obra más reconocida fue Etimologías, una enciclopedia en la que recorre la evolución del conocimiento desde la antigüedad pagana hasta el cristianismo de su presente.

Isidoro tuvo una gran influencia durante la Edad Media y el Renacimiento, sobre todo por sus concepciones sobre la historia y la filosofía. Huérfano desde pequeño, entendía que la conciencia y la voluntad del hombre pueden vencer las duras dificultades de la vida.

“Filosofía es el conocimiento de las cosas humanas y divinas junto con el deseo de una vida honesta”, fue una de sus tantas frases célebres.

7- Pedro Lombardo (1100-1160, Italia)

El Libro de la Sentencias, de Lobardo, es considerado la obra literaria más importante del cristianismo después de la Biblia.

El autor compiló en este libro, de cuatro tomos, fragmentos bíblicos, mezclados con leyendas de personajes de la Iglesia y pensadores medievales, sin dejar fuera a ninguna de las celebridades de la Edad Media.

8- Averroes (1126 – 1198, España)

Principalmente Averroes fue un estudioso de las leyes islamitas, además de comentar la obra de Aristóteles y desarrollar algunos conceptos sobre medicina.

Centró su estudio filosófico principalmente en determinar cómo piensa el ser humano, más puntualmente en establecer cómo se llega a la formulación de verdades universales, siguiendo los conceptos de Aristóteles.

Conocido como “El Comentador”, por desglosar todas las frases del genio griego, su distinción entre el conocimiento humano y el divino fue su gran aporte.

Averroes aparece como el protagonista del cuento La busca de Averroes en El Aleph, de Jorge Luis Borges, y es uno de los personajes de la novela Dos años, ocho meses y veintiocho noches de Salman Rushdie.

9- San Buenaventura de Fidanza (1221 – 1274, Italia)

Nacido bajo el nombre de Juan, se hizo conocido como el “Doctor Seráfico” por sus textos sobre la fe y el amor a Jesús, en los que mantenía un encendido tono discursivo.

Erudito y dueño de una inteligencia destacada, se le criticaba su exceso de juicio que le impedían ser más profundo en sus análisis. Con una visión ontológica y mística, siguió las obras de San Tomé y Lombardo.

10- Juan Escoto Erígena (810 – 877, Irlanda)

Este filósofo se destacó por su explicación de la realidad mediante una metodología racional que contradecía el dualismo religioso basado en que Dios y el mundo son cuestiones diferentes.

Además, Erígena rechaza la creencia cristiana de que el universo fuera creado de la nada y establecía a Dios como el punto más alto de toda la evolución.

11- Ramon Llull (1235-1315, España)

Es uno de los principales pensadores laicos de la Edad Media y fue quien comenzó a utilizar el idioma catalán en la escritura. Además, se le atribuye a Llull ser un visionario de las teorías sobre la gravedad y la memoria.

Pero sin dudas fue una aparición de Jesús lo que guio su obra. Dejó su familia y peregrinó hasta un monte, donde se recluyó en el estudio. “El amor nace del recuerdo, vive de la inteligencia y muere por olvido”, fue una de sus frases más célebres.

Su nombre es usado en escuelas, instituciones educativas y gubernamentales, y hasta un meteorito fue bautizado en su honor.

12- Avicena (980 – 1037, Persia)

Autor de 300 libros, es considerado uno de los médicos más importantes de la historia y es el inventor de la traqueotomía.

Escribió La Curación, descrita como la obra más grande (en dimensiones e importancia) producida por un solo hombre, y es el filósofo islámico más estudiado y analizado.

“El vino es el amigo del sabio y el enemigo del borracho. Es amargo y útil como el consejo del filósofo, está permitido a la gente y prohibido a los imbéciles. Empuja al estúpido hacia las tinieblas y guía al sabio hacia Dios”, escribió.

Avicena es considerado también uno de los alquimistas más famosos de la historia.

13- Maimónides (1135 – 1204, España)

Fingió su conversión al islam, pero siempre profesó el judaismo. Dio cobijo a su maestro Averroes hasta que finalmente emigró a Egipto, donde alcanzó el reconocimiento.

Su principal obra, Mishneh Torah, le valió el mote de Segundo Moisés, por su aporte a la evolución del judaísmo. Lo que también le costó numerosas críticas, incluso fue catalogado como hereje por algunos fanáticos tradicionales.

Se considera que su principal aporte filosófico fue intentar asentar la teología judaica sobre los principios de la razón aristotélica. “Es mejor y más satisfactorio liberar a mil culpables que condenar a muerte a un solo inocente”, escribió.

14- Jean Buridan (1300 – 1358, Francia)

Es celebre por sus aportes al silogismo, la determinación natural y el dinero, y es el autor de la teoría del “asno de Buridan” (nombre que él nunca utilizó), que detalla la muerte de un animal entre dos montones de comida ante la falta de racionalidad.

15- Pedro Abelardo (1079 – 1142, Francia)

Dedicó su vida a la música, la poesía, la enseñanza y el debate, y es considerado uno de los genios de la lógica, siguiendo los preceptos de Boecio, Porfirio y Aristóteles.

Su misión teórica fue conciliar el realismo y el nominalismo. Además, expuso una controvertida idea en la que reclamaba que la fe estaba limitada por los principios racionales. Su filosofía crítica fue considerada de avanzada en la Edad Media.

16- John Duns Scoto (1266 – 1308, Escocia)

Basó su obra en tratar de comprobar la existencia de Dios y en construir un sistema filosófico sólido y coherente. Es el autor más reconocido de la filosofía escotista y el mayor racionalista de la Edad Media.

Utilizaba un hábil y complejo método de análisis, para defender la doctrina de la Inmaculada Concepción y encontrar pruebas rigurosas sobre la existencia de Dios, que le valieron el apodo de “Doctor Sutil”.   Su vida llegó al cine con la película La vida de Duns Scoto de Fernando Muraca.

17- San Alberto Magno (1206 – 1280, Alemania)

San Alberto Magno es el patrono de los estudiantes de Ciencias Naturales y es uno de los iniciadores del sistema escolástico. Fue un encuentro con la Virgen María cuando intentaba escapar de la escuela en la que estudiaba lo que lo convirtió en uno de los teóricos más importantes de su época.

Destacado por su gran memoria, en ese viraje místico escuchó que perdería toda su sabiduría antes de morir. Un fallo en su memoria en una de sus clases, le dio indicios de que el final estaba cerca, por eso se retiró, mandó a construir su lápida y poco después falleció.

18- Roger Bacon (1220 – 1292, Inglaterra) 

El “Doctor Admirable”, es considerado el padre del empirismo, una teoría filosófica con foco en la experiencia, la percepción sensorial y el conocimiento.

Comenzó como difusor de la obra de Aristóteles, pero luego fue uno de sus mayores críticos, desarrolló teorías en diferentes campos y sembró la Edad Media de nuevos conocimientos sobre el mundo.

El cráter lunar Baco lleva ese nombre en su honor. Además, Bacon aparece en la novela El nombre de la rosa de Eco.

19- Roberto de Grosseteste (1175 – 1253, Reino Unido) 

Uno de los precursores de la filosofía moderna, era erudito y logró llegar a la universidad gracias a la ayuda de sus amigos pues venía de una familia muy pobre.

Prolífico y dueño de una capacidad de análisis que sorprendía a sus pares, se destacó por sus aportes sobre la historia natural, el calor, el movimiento, el sonido, los colores, la luz, la presión atmosférica, el arcoíris, el astrolabio, los cometas, la nigromancia, la brujería y la agricultura.

Fue uno de los primeros en exponer una teoría sobre el multiuniverso y el Big Bang (no en la expresión actual), que se mantiene vigente hasta hoy.

20- San Bernardo de Claraval (1091 – 1153, Francia)

Su importancia tanto para la Iglesia Católica como para la arquitectura fue notable. Dentro de la religión fue uno de los grandes difusores de sus dogmas, mientras que en la arquitectura se le conoce por ser el impulsor del estilo gótico.

Además, fue uno de los primeros filósofos en dar cuenta de los principios básicos de la mística, a la que consideraba como “cuerpo espiritual de la Iglesia católica”.

21- Thierry de Chartres (sin datos de su nacimiento – 1155, Francia)

Seguidor de Platón y Aristóteles, se basó en sus pensamientos para defender la existencia de Dios. Se destacó por sus escritos sobre el inicio del mundo y los cuatro elementos (aire, agua, fuego y tierra).

22- Juan de Salisbury (1120 – 1180, Inglaterra) 

Una de las personalidades más influyente del siglo XII y uno de los principales representantes del humanismo medieval, se destacó por su visión organicista de la sociedad.

Comparaba las funciones sociales con las del cuerpo humano, en la que los pies eran los obreros, el ejército estaba encarnado en las manos, el vientre era la administración, el corazón se relacionaba con el congreso y la cabeza era el príncipe.

23- Hugo de San Victor (1096 -1141, Alemania)

“Adopté la ciencia y la filosofía como la manera de acercarse a Dios”, dijo. Dueño de un vasto legado de escritos, se destacan sus obras sobre el conocimiento.

Para él existían diferentes tipos de conocimiento: teórico (como la teología, las matemáticas, la física o la música), práctico (la ética), mecánico y discursivo (retórica y dialéctica).

24- Al-Ghazali (1058 – 1111, Persia)

La historia de este filósofo es tan particular como su obra. Dejó todo tras una crisis de fe, se fue de su casa a meditar y vivir como un mendigo y regresó con El resurgimiento de las ciencias religiosas, considerada la obra más importante de la espiritualidad islámica y la más leída después del Corán.

“No es sabio aquel que, adquiriendo su conocimiento de cierto libro, se convierte en ignorante al olvidar el texto que aprendiera un día. El verdadero sabio es aquel que, por su propia voluntad y sin estudio o enseñanza, recibe de Dios su conocimiento”, es una de sus frases más célebres.

25- Chang Tsai (1020 – 1077, China)

Es el único filósofo chino de esta lista, pero su importancia fue central en la Edad Media e influyó a numerosos pensadores posteriores por ser uno de los fundadores del neoconfucianismo.

“Todo lo que existe en el universo se compone de primera materia, tsi, que posee la propiedad de movimiento y reposo. La naturaleza es la raíz y da origen a la razón”, decía Tsai.

26- Shánkara (788 – 820, India)

Fue el principal impulsor de la doctrina advaita, una rama no dualista del hinduismo. Este filósofo, muy influyente en el pensamiento oriental, creía en la unidad de las almas y la divinidad. 

27- Walafrido Strabo (808 – 849, Alemania) 

Se le adjudica ser el autor de La Glossa ordinaria, que se publicó de manera anónima pero era uno de los libros centrales en todas las escuelas monásticas y episcopales.

Allí, Strabo recogió las explicaciones alegóricas medievales que se daban a los textos de la Biblia. Su nombre real era Walahfrid von der Reichenau, pero se le apodó como Strabo por su estrabismo.

28- Marsilio de Padua (1275 – 1342, Italia) 

Su importancia filosófica es central por su rol en la pelea entre el Papa y el Emperador, pero también por sus ideas políticas.

Convencido de que el ordenamiento estatal debía asegurar la paz y la tranquilidad para los ciudadanos, fueron sus conceptos sobre el poder legislativo (que para él pertenecía al pueblo) lo que lo destacó.

29- Joaquín de Fiore (1135 – 1202, Italia)

Iniciador del movimiento heterodoxo, que proponía una reinterpretación de la historia y el evangelio, fue su interpretación de la Iglesia como un proceso progresivo de perfección lo que lo destacó en su época.

30- Nicolás Oresme (1323-1382, Francia)

Considerado un genio del siglo XIV, es además uno de los principales impulsores de la renovación medieval, con un pensamiento avanzado, moderno y extenso. “Lo verdadero puede a veces no ser verosímil”, dijo.