Los 20 alquimistas más famosos de la historia
Hay alquimistas famosos que tuvieron una importante labor en el desarrollo del conocimiento científico, destacando sobre todo en el campo de la química, donde fueron claves para alcanzar su evolución.
El ser humano siempre ha sentido interés por lo oculto, el origen y la composición de las cosas. La alquimia no solamente es una práctica protocientífica, sino una disciplina filosófica que trataba de entender la composición de las cosas para poder recrear objetos de valor, como el oro a base de plomo.
Los primeros indicios de prácticas alquimistas se pueden encontrar en Egipto y Mesopotamia. El objetivo de los alquimistas era la creación de la piedra filosofal que, según se creía, podría no solo convertir metales en oro, sino ayudar al humano a alcanzar la longevidad o la vida eterna.
Alquimistas más famosos de la historia
1. Hermes Trismegisto
El mítico Hermes Trismegisto es considerado por la mayoría de los alquimistas como el padre de esta ciencia. Además se le considera también conocedor de la historia anterior al diluvio.
Esta figura legendaria fue vista como resultado de la fusión de Thot, dios egipcio de la sabiduría, y el dios griego Hermes, mensajero de los dioses olímpicos.
Fue Hermes Trismegisto quien formuló los principios de la alquimia: principios de género, causa y efecto, ritmo, polaridad, correspondencia, vibración y espiritualidad.
2. Sabios griegos
Los griegos, como Aristóteles, Platón y Empédocles, desarrollaron el concepto de que todas las cosas están formadas por cuatro elementos: aire, agua, fuego y tierra, y los tres principios elementales, sal, mercurio y azufre.
3. Geber (c. 721-c. 810)
El alquimista más famoso del mundo árabe fue el filósofo Abú Musa al-Sufí, conocido como Geber en Occidente. Este sabio nació en Kufa (Irak) y vivió en Tus (Jorasán, Irán), donde estableció un laboratorio científico.
Los trabajos de Geber son una recopilación de todo lo que se sabía sobre química hasta entonces. Geber consideraba que los metales estaban hechos de azufre y mercurio.
Muchos científicos cuestionan la existencia de Geber, ya que no se sabe dónde vivió, aunque algunos creen que pudo haber sido en Sevilla.
Su libro más importante es La suma de las perfecciones del magisterio, ya que gracias a él se descubrió el nitrato de plata. Otros destacados trabajos del filósofo son Los setenta libros, El libro de la balanza, El mercurio oriental, El libro de la gloria, El libro de la reunión y El libro puro.
4. Al-Razí (865-925)
Otro famoso alquimista árabe fue Al-Razí, quien vivió en Bagdad en los siglos IX y X. Razí clasificó los materiales en cuerpos y espíritus. Los cuerpos son piedras, vidrio, sales y otros. Los espíritus son mercurio, azufre, amoníaco, etc.
El objetivo de sus pesquisas era determinar la fórmula de la creación del oro por medio de reacciones catalíticas. Al-Razí escribió un libro relativo a las soluciones salinas.
Se considera que esto está relacionado con la tendencia árabe de utilizar remedios minerales, en vez de remedios provenientes de plantas, como en otros lugares de Asia.
5. Ko Hung (284 a.C.-364 a.C.)
En la antigua China también se desarrollaba la alquimia paralelamente. Los investigadores consideran el siglo III a.C. como el inicio del desarrollo de la alquimia en el Imperio celestial, época en la que vivió el famoso alquimista Ko Hung.
Otros consideran que solo un documento histórico, como el edicto imperial fechado en el 144 a.C., donde se prohíbe la creación de oro, pueden ser considerados como evidencia de prácticas alquímicas.
En el cuerpo de la dama de Tai, descubierta en una expedición arqueológica y datada del siglo II a.C., se pueden encontrar residuos de cinabrio puro, que según los textos alquímicos chinos, se recomendaba consumir.
6. Al-Biruni (973-1048)
En la antigua India, según las memorias del médico persa del siglo XI Al-Biruni, los hindúes practicaban una ciencia parecida a la alquimia, que se llamaba rasayana.
Al-Biruni fue un matemátio, filósofo, alquimista, médico, geógrafo, astrónomo, físico, farmaceuta, viajero e historiador persa.
Fue uno de los intelectuales más relevantes del mundo islámico, escribió más de 150 obras sobre farmacología, historia, matemática, astrología y astronomía, de las que solo sobrevivió una quinta parte.
7. Avicena (980-1037)
Más célebre como médico, el alquimista Abū Ali al-Husayn, conocido en Occidente como Avicena, escribió el famoso Libro de los remedios.
Este libro representa un estudio clasificativo de los minerales, rocas y metales. Avicena determinó que hay cuatro tipos: piedras, sulfuros, sustancias fusibles y sales.
Fue criticado por sus colegas alquimistas, ya que él creía que la transmutación no podría afectar la naturaleza interna de los metales, sino solo su apariencia.
8. Teófilo Presbítero (1070-1125)
Un importante alquimista europeo del siglo XII fue el monje benedictino alemán Teófilo Presbítero, cuya vida se conoce muy poco. Su principal tratado, Schedula diversarum artium, fue una importante recopilación de todos los conocimientos de la época.
En este tratado, Presbítero detalla procesos químicos para obtener colores, una detallada descripción de la colocación de vitrales y los instrumentos y descripciones de cómo se fabricaban es ese entonces distintos objetos metálicos.
9. Nicolás Flamel (c. 1330-1418)
Se considera que el alquimista francés Nicolás Flamel, también escribano y copista, poseía la habilidad de crear la piedra filosofal.
Según cuentan, durante la Guerra de los Cien Años, Flamel consiguió un manuscrito antiguo sobre la alquimia y desde entonces dedicó su vida a estudiarlo y descifrar sus misterios. Se supone que gracias a él obtuvo una fortuna importante en su entorno, aunque modesta.
Su meta lo llevó a viajar a España y encontrarse con los conocedores más importantes del griego antiguo y la cábala, escuela de pensamiento esotérico del judaísmo.
Este personaje ha tenido mucha influencia en la cultura popular y es frecuentemente mencionado en estudios y novelas sobre la alquimia, como en El péndulo de Foucault, de Umberto Eco, o en Harry Potter y la piedra filosofal.
Se le ha adjudicado la escritura de El libro de las figuras jeroglíficas, considerado el texto occidental más famoso sobre la alquimia. En él, Flamel habla sobre sus esfuerzos por conseguir la piedra filosofal y sobre la creación de homúnculos. Un homúnculo es un agente o copia de un ser humano.
10. Paracelso (1493-1541)
Se creía que el astrólogo, médico y alquimista suizo Paracelso logró la transmutación del plomo en oro. El nombre Paracelso fue adoptado por el médico en honor al médico romano Celso (I d.C.).
Tras doctorarse en medicina en la Universidad de Ferrara, Paracelso se dedicó al estudio de los minerales y su meta era encontrar la manera de curar todas las enfermedades humanas.
Su principal libro fue La gran cirugía, en el que defendía la importancia de la alquimia para la medicina. Gracias a sus estudios, Paracelso identificó los síntomas de muchas enfermedades y fue el primero en identificar la enfermedad debido al exceso de trabajo.
En el epitafio de Paracelso en la Iglesia de San Sebastián se afirma que curó todo tipo de horrendas enfermedades.
11. San Alberto Magno (c. 1193-1280)
El filósofo, geógrafo y teólogo san Alberto Magno destacó por sus estudios de alquimia. En 1250 descubrió el arsénico, un metaloide tóxico. Alberto Magno trabajó en la Universidad de París, donde se dedicó a la traducción de textos antiguos al latín.
Su obra fue más enciclopédica, él se encargó no solo de clasificar y describir los experimentos de otros alquimistas, sino de agregar sus propias consideraciones sobre ellos. Su trabajo sentó las bases para la obra de su discípulo santo Tomás de Aquino.
Es el santo patrono de los estudiantes de ciencias químicas, ciencias naturales y ciencias exactas.
12. Santo Tomás de Aquino (1225-1274)
Santo Tomás de Aquino fue un filósofo y teólogo que destacó en diversas áreas del saber. En su Tratado del arte de la alquimia, que se divide en ocho capítulos, Aquino trata temas como la manipulación de la materia y su cambio de estado (sólido a líquido), y la composición del mercurio y cómo prepararlo en laboratorio.
Este tratado se conserva hasta nuestros días en su totalidad.
13. Roger Bacon (1214-1294)
El científico, teólogo y alquimista inglés Roger Bacon, más conocido como ‘Doctor Mirabilis’ (doctor admirable), supuestamente escribió el tratado Alquimia Speculum Alchemiae. Este tratado se divide en 7 capítulos, en los que se explica desde la definición de la alquimia hasta cómo aplicar los conocimientos alquímicos en la medicina.
También se le considera el autor del Manuscrito Voynich. Debido a que el manuscrito está en un idioma desconocido, solo se asume su posible contenido partiendo de las imágenes que contiene. Su obra más conocida es el Opus maius.
14. Bernardo el Trevisano (1406-1490)
En el siglo XV vivió el famoso aventurero Trevisano. Este alquimista veneciano fue introducido por su padre en la ciencia alquímica y estudió a al-Razí y Geber.
Viajó por Europa y Asia durante sesenta años buscando el secreto de la piedra filosofal. Se considera que a sus 82 años, antes de morir en la isla de Rodas, descubrió el secreto de la transmutación.
15. George Ripley (c. 1415-1490)
En el siglo XV también vivió el alquimista inglés George Ripley, autor de El compendio del alquimista, Las doce puertas que conducen al descubrimiento de la piedra filosofal y Liber Duodecem Portarum.
Todas sus obras, además de sus generosas donaciones, hicieron creer a la sociedad de la época que Ripley realmente había descubierto el secreto de la transmutación.
Se dice que Ripley donó generosas sumas a los caballeros de la isla de Rodas para que estos lucharan contra el Imperio otomano. Gracias a sus experimentos, el antimonio se convirtió en un remedio popular en Europa.
16. Arnau de Vilanova (1238-1311)
El destacado médico Arnau de Vilanova trató importantes personalidades del clero y la monarquía de su época, ganándose la gracia de estos últimos. Es autor de las obras Medicinalium introductionum speculum, Regimen Sanitatis ad regum Aragonum y otros tratados.
Su Tratado sobre los vinos artificiales y farmacéuticos, su uso del alcohol en la medicina y otras tantas innovaciones ayudaron notablemente a la medicina del momento. Tradujo a Avicena.
17. Juan de Peratallada (o Rocatallada) (entre 1302 y 1310-1366)
El franciscano francés Juan de Peratallada se dedicó gran parte de su vida a desarrollar la fórmula perfecta de la quintaescencia, que es el quinto elemento o éter de las cosas.
Según Peratallada, este elemento se puede encontrar en el espíritu del vino, cuando es destilado varias veces.
Sus investigaciones ayudaron a desarrollar el método de la destilación de alcohol. Se le considera uno de los precursores de la latroquímica.
18. Enrique Cornelio Agripa (1486-1535)
El historiógrafo Enrique Cornelio Agripa de Nettesheim fue un destacado investigador de lo oculto. En su obra De occulta philosophia libri tres Agripa describe de manera detallada diferentes prácticas ocultistas, como la magia y la alquimia.
Debido a sus ideas fue constantemente perseguido en Europa.
19. John Dee (1527-1608)
El astrólogo, navegante, matemático y consultor de la reina Isabel I, John Dee, destacó también en la alquimia.
Dedicó muchos años de su vida a tratar de comunicarse con los ángeles. Su meta era entender el lenguaje de la creación y lograr la unidad preapocalíptica de los pueblos.
A pesar de estudiar distintas ciencias y prácticas ocultistas, Dee consideraba que todos sus actos lo ayudaban a descubrir y entender “las verdades puras” de la vida y el ser humano.
Durante su vida, Dee formó la biblioteca más grande de Inglaterra y una de las más grandes de Europa en su época. Tras su muerte, fue publicada una obra sobre sus contactos con los ángeles que fue sumamente popular en Inglaterra.
Su amistad con Edward Kelley, famoso médium de la época, es también objeto de especulaciones.
20. Edward Kelley (1555-1599)
El alquimista y médium Edward Kelley, amigo de John Dee, es una de las figuras más prominentes de la alquimia.
Algunos consideran que gracias a su capacidad de contactar a los espíritus y su colaboración con John Dee, este descubrió los secretos de la transmutación.
Según testigos presenciales, Kelley era capaz de convertir metales en oro usando unos polvos rojos y pócimas. El alquimista francés Nicolás Barnaud escribió que cuando Kelley se presentó ante el rey Rodolfo II de Praga, este transmutó medio kilo de mercurio en oro.