Ecología

Bosque chaqueño: relieve, clima, flora, fauna


El bosque chaqueño argentino es una de las grandes formaciones vegetales de este país sudamericano. De hecho, este tipo de bosque es una de las masas forestales más grandes de Sudamérica.

El Chaco abarca áreas de Bolivia, Argentina, Paraguay y una pequeña parte de Brasil, siendo su principal cobertura natural el bosque seco. Se trata de una extensa planicie que va desde el piedemonte de Los Andes al oeste hasta los ríos Paraguay y Paraná al este.

Esta planicie posee una pendiente en sentido oeste a este, interrumpida por diversos cursos de agua y serranías aisladas. En ella se desarrollan distintos tipos de bosques, sabanas, esteros y lagunas. De los aproximadamente 1.141.000 km2 que ocupa el Chaco, Argentina posee 675.000 Km2, lo cual representa el 59% que ocupan 13 provincias de este país. Sin embargo, gran parte del Chaco ha sido deforestado para desarrollar la agricultura y la ganadería.

El bosque chaqueño es mayormente un bosque xerófito, que dependiendo de la zona del Chaco, se presenta como un bosque caducifolio o semicaducifolio. Encontrándose el primero predominantemente hacia el Chaco árido al oeste y el segundo hacia el Chaco húmedo al este.

Estos bosques chaqueños tienen una estructura formada por dos a tres estratos arbóreos, donde el más alto ronda los 25 metros. Además de un abundante epifitismo y un sotobosque o parte baja formada por hierbas y arbustos.

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Relieve

El bosque chaqueño se desarrolla sobre las extensas llanuras del Gran Chaco, ubicadas en el centro de Sudamérica, con una altitud promedio de 102 msnm. Una llanura que se extiende desde el piedemonte andino al oeste hasta los ríos Paraguay y Paraná al este. Así como entre los Bañados del Izozog al norte y las Salinas Grandes al sur.

Hacia el este la planicie es de suave pendiente, alternando franjas de tierras más altas y bosques con zonas bajas formando esteros. Mientras que hacia el oeste, en el Chaco Semiárido la planicie presenta serranías y ríos. Luego, al acercarse al piedemonte andino, en la zona del Chaco Árido, el relieve asciende hasta los 500 o 600 msnm.

Finalmente, hacia el oeste el Chaco se conecta con los Andes formando el ecotono o límite ecológico con la Yunga. En Argentina la mayor altitud en este límite es el cerro Champaquí con 2.790 msnm.

Clima

El bosque chaqueño se ve afectado por un gradiente de aridez creciente que va de este a oeste. En el período seco las temperaturas superan los 40 ºC, mientras que en el período lluvioso pueden bajar a 0ºC en el sur y sureste, estando la región sometida tanto a períodos de sequias como de fuertes inundaciones.

Al este se desarrolla el chaco húmedo y subhúmedo, luego en dirección oeste se encuentran el Chaco Semiárido, el Chaco Árido y el Chaco Serrano. En el Chaco más húmedo el clima es subtropical cálido con precipitaciones entre 750 y 1.300 mm anuales.

El Chaco Semiárido en Argentina comprende la mitad occidental de las provincias de Formosa y Chaco. Así como la parte oriental de Salta, casi todo Santiago del Estero y norte, noreste y centro de Córdoba.

En este Chaco Semiárido el clima es continental, cálido subtropical, con precipitaciones entre 500 y 700 mm anuales. Luego, al suroeste está la zona más seca, el Chaco Árido, con pocos ríos y un clima cálido subtropical, donde las precipitaciones rondan entre 300 y 500 mm anuales.

Flora del bosque chaqueño

El bosque chaqueño en el Chaco Árido

En el Chaco occidental o Chaco Árido, el bosque chaqueño argentino se manifiesta como un bosque xerófilo subtropical. Este es un bosque que en algunas áreas es deciduo y en otras semideciduo. Es decir, las especies en la época seca pierden su follaje en mayor o menor proporción, dependiendo de la provisión de agua en el suelo.

Estructuralmente se caracterizan por presentar un estrato arbóreo continuo con árboles emergentes ocasionales. Además, en la parte baja se desarrolla un estrato arbustivo también continúo con abundantes hierbas.

En estos bosques chaqueños, predominan árboles como el quebracho blanco (Aspidosperma quebracho-blanco) y el quebracho colorado santiagueño (Schinopsis lorentzii). También el chaqueño (Schinopsis balansae), los algarrobos (Prosopis spp.) y el palo santo (Bulnesia sarmientoi).

Igualmente se encuentran palmas como la palma carandilla (Thrithrimax campestris), cactáceas y bromelias.

El bosque chaqueño en el Chaco Húmedo

En el Chaco oriental o Chaco húmedo se desarrollan selvas en galería, bosques hidrófilos, bosques bajos abiertos, sabanas con palmeras y esteros, cañadas y lagunas. Estos bosques muestran al menos dos estratos arbóreos, uno superior con árboles entre 12 y 25 metros de alto, y otro de 8 a 12 metros.

Entre las especies de árboles del estrato superior están el lapacho (Tabebuia spp.), ivirá-pitá (Peltophorum dubium) y el palo piedra (Diplokeleba floribunda). Al igual que el guayacán (Caesalpinia paraguariensis) y el timbó colorado u oreja de negro (Enterolobium contortisiliquum).

Mientras que en el estrato inferior se encuentra el tembetarí (Fagara spp.), el aguay (Chrysophyllum gonocarpum) y el ñangapirí (Eugenia uniflora). Así como también palmeras, como la palma pindó (Arecastrum romanzoffianum) y la mbocayá (Acrocomia totai).

Acompañado de epifitismo (plantas que viven sobre los árboles), como las orquídeas (Brassavola spp., Oncidium spp.). Al igual que bromelias (Aechmea distichantha) y helechos (Microgramma spp.).

También cactáceas, como la barba de viejo o cabello de ángel (Tillandsia spp.) y tunas epífitas (Rhipsalis, Epiphyllum). Mientras que en el sotobosque o parte baja hay diversas gramíneas, helechos, bromelias terrestres y cactáceas.

Fauna

La palabra “chaco” deriva del quechua chacu, que hace referencia a una antigua forma de caza realizada por los indígenas de América del Sur. Esta consistía en ir estrechando en círculo a los animales hasta cazarlos, por lo que se puede inferir que esta región siempre ha sido muy rica en fauna.

De hecho, el bosque chaqueño alberga una fauna diversa, aunque cada vez más reducida por el deterioro del hábitat y la cacería. Aquí habitan especies como el yaguareté o jaguar (Panthera onca) y el puma (Puma concolor), los dos felinos más grandes de América.

Hay primates como el mono aullador o carayá común (Aloauatta caraya). También se encuentra el tapir (Tapirus terrestris) y aguará guazú o lobo de crin (Chrysocyon brachyurus), mamíferos de gran tamaño.

Otras especies son el gato montés (Oncifelis geoffroyi) y el yaguarundí (Herpailurus yaguarondi). Así como el yurumí u oso hormiguero gigante (Myrmecophagidae trydactila), el oso melero o tamanduá (Tamandua tetradactyla) y el pecarí de collar (Pecari tajacu).

Al igual que el coatí (Nasua nasua), el hurón mayor o irará (Eira barbara) y el armadillo o quirquincho bola o tatú bolita (Tolypeutes matacus).

Mientras que vinculados a los ríos y lagunas están el carpincho (Hydrochaeris hydrochaeris) y el lobito de río o nutria del Plata (Lontra longicaudis). Igualmente, el yacaré chaqueño o caimán del Chaco (Caiman latirostris chacoensis).

En tanto que también habitan especies de aves, como el tataupá listado (Cryturellus undulatus) y el cárabo chaqueño (Strix chacoensis). Al igual que la chatara (Ortalis canicollis) y el carpintero negro (Dryocopus schulzi).

Deforestación

El principal problema ambiental que enfrenta el bosque chaqueño es la deforestación. De hecho, el Chaco es una de las zonas con mayor nivel de deforestación del planeta. Se estima que cada mes, se pierde una superficie equivalente a 1,7 veces la ciudad de Buenos Aires.

Entre 1985 y 2013, más del 20% de los bosques chaqueños (142.000 km2) fueron convertidos en pastizales y tierras de cultivo Desde finales de la década del 70 hasta el 2011, en Argentina se deforestaron 7,9 millones de hectáreas del Chaco y en el 2012 se desmontaron un total de 235.601 ha.

Datos oficiales señalan que durante 2014, en el Chaco argentino la deforestación producida por los ganaderos devastó más de 100.000 hectáreas. Esto trae como consecuencia la fragmentación del paisaje, la pérdida de biodiversidad, el aumento de la erosión y alteraciones de los balances energéticos.

Otros problemas ambientales

El bosque chaqueño se ve afectado, además de por la deforestación, por otra serie de problemas ambientales, tanto globales como locales.

Cambio climático

El calentamiento global es un problema mundial, habiéndose señalado que las zonas áridas son las más afectadas. En este sentido, los estudios indican que el bosque chaqueño ya está siendo impactado por este fenómeno y lo será aún más en el futuro.

Entre otras cosas ya está cambiando el régimen de precipitaciones, ocurriendo períodos más frecuentes de menor precipitación o incluso de sequía. De igual forma, se ha incrementado la frecuencia de eventos climáticos extremos, como las grandes tormentas.

Además, se ha determinado que el área de confluencia de las provincias argentinas de Salta, Chaco y Santiago del Estero es el “polo de calor” de Sudamérica. Con lo cual, se puede llegar a alcanzar temperaturas absolutas cercanas a los 50 °C.

Todos estos cambios ocurren a tasas muy aceleradas, por lo que afectan directamente a la capacidad de adaptación de las especies.

Ganadería y el cultivo de soya

El desarrollo agrícola y pecuario es la mayor amenaza al bosque chaqueño, especialmente la ganadería bovina y el cultivo de soya. Estos dos rubros son la causa fundamental de la deforestación del bosque, a fin de ampliar las tierras para la producción.

El interés económico empuja a deforestar para comercializar las maderas valiosas como el quebracho colorado santiagueño y luego destinar las tierras a ganadería y soya. Además, esta ampliación se realiza sin ningún criterio ecológico, simplemente se arrasan grandes extensiones para vender la madera y meter ganado o soya.

Basta mencionar que provincias como Córdoba, Chaco y Santiago de Estero, duplicaron la superficie sembrada de soya en el período 2003-2004. En este proceso llegaron a intervenirse más de 800.000 hectáreas,

Incendios

Tradicionalmente la quema ha sido empleada en el Gran Chaco, tanto para la cacería como para despejar áreas. De igual forma, en la ganadería se emplea para lograr el reverdecimiento de las pasturas. Siendo una zona árida y semiárida, las quemas fuera de control se expanden con facilidad causando graves daños al ecosistema.

Caza excesiva

La caza tanto de subsistencia debido a los altos niveles de pobreza, como la dirigida al comercio ilícito de especies, es un serio problema. Pese a las medidas formales de protección, sigue la presión de cacería sobre muchas especies.

Inundaciones

De por sí gran parte de los suelos de la región son arcillosos y por tanto con mala permeabilidad. Si a esto se agrega una mala gestión de los ríos y de la labranza del suelo, el problema se incrementa. Es así como la inundación es un problema ambiental que afecta sobre todo al noreste de Salta y al noroeste de Formosa en Argentina.

Contaminación

Otro de los graves problemas, que está asociado al aumento de la agricultura intensiva, es la contaminación. Especialmente la contaminación de las aguas por agrotóxicos y desechos orgánicos.

Salinización

Debido tanto a un mal manejo de la tierra y del recurso agua, la salinización se ha vuelto un problema grave, principalmente por el uso de aguas de mala calidad para el riego. Cerca de 500.000 hectáreas entre Santiago del Estero, Chaco y Santa Fé, sufren de salinización por malas prácticas de riego.

Sobrepastoreo

La ganadería extensiva que se practica en la zona, con una alta carga animal, somete a una presión excesiva a los ecosistemas, especialmente al suelo. Esto genera problemas de compactación, que a su vez facilita las inundaciones y la erosión.

Colmatación

La erosión hídrica producto del aumento de la escorrentía, lleva grandes cantidades de sedimentos a esteros, bañados y lagunas. Estos sedimentos colmatan o rellenan los cuerpos de agua. Se estima que en las áreas del bosque chaqueño, alrededor de 100.000 hectáreas se ven afectadas por este problema.

Referencias

  1. Alberto, J.A. (2006). El Chaco oriental y sus fisonomías vegetales. Geografía Digital. Revista del instituto de Geografía de la UNNE. Disponible en: revistas.unne.edu.ar
  2. Bachmann, L., Daniele, C., Mereb, J. y Frassetto, A. (Responsables) (2007). Identificación expeditiva de los principales problemas ambientales en el ‘Gran Chaco’ argentino. Documento de trabajo. Versión final. Universidad de Buenos Aires.
  3. Giménez, A.M. y Hernández, P. (2008). Vegetación del Chaco semiárido. Provincia de Santiago del Estero. Fascículo 1. FCF-UNSE y Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica. Lucrecia Editorial.
  4. Greenpeace (2019). El sacrificio de los bosques del Gran Chaco. Campaña Bosques.
  5. Naumann, M. (2006): Atlas del Gran Chaco Sudamericano. Sociedad Alemana de Cooperación
  6. Técnica (GTZ). 92 pp. ErreGé & Asoc. Buenos Aires