Medio ambiente

Tsunami: qué es, características, causas, consecuencias, ejemplos


¿Qué es un tsunami?

Un tsunami o maremoto es un conjunto de grandes olas producidas por el desplazamiento de una masa de agua debido a una enorme fuerza de empuje. Este movimiento puede ser un terremoto submarino, una erupción volcánica o el impacto de un meteorito de cierta dimensión en el océano. Asimismo, una montaña que se derrumba o un glaciar fragmentado pueden movilizar grandes masas al agua y causar un tsunami.

Cualquiera de esas causas desplaza una gran masa de agua como una onda en forma concéntrica, similar a cuando se lanza una piedra en un estanque. La dinámica de las olas en su acercamiento a la costa es similar a la de cualquier ola marina, solo que magnificada.

En este sentido, la ola que se acerca a la costa aumenta de altura al entrar en la zona menos profunda de la plataforma continental. Esto genera un efecto de succión del agua en la costa que es arrastrada mar adentro, provocando un reflujo de la línea de costa inusual.

Este fenómeno y el comportamiento de las aves y otra fauna de la zona son señalados como factores de alerta de la posibilidad de tsunami. En este punto la ola gigante alcanza su mayor altura, estrellándose al tocar tierra firme y penetrando tierra adentro.

La fuerza de arrastre de esa masa de agua en el interior del territorio es muy poderosa, destruyendo infraestructuras y arrancando árboles. Por otra parte, su poder devastador se incrementa por el efecto que ejercen los escombros arrastrados golpeando contra objetos y seres vivos.

Como toda ola, una vez agotada su energía de movimiento frontal se disipa y ocurre el reflujo, volviendo a su nivel en el mar. En este proceso el agua arrastra los objetos hacia el océano.

Índice del artículo

Características de los tsunamis

Los tsunamis tienen una serie de características:

Tren de olas

Un tsunami no consiste en una única ola, se trata de una serie de olas sucesivas separadas entre sí por una longitud de onda definida. Estas olas llegan a la costa en períodos de tiempo que pueden ir desde solo unos minutos hasta varias horas.

Longitud de onda, velocidad y altura

La longitud de onda en un tsunami (distancia entre una cresta y la siguiente), es inicialmente mayor que la de olas normales. En olas de viento, la longitud de onda varía entre 60 y 150 metros y un tsunami en el océano profundo ronda los 200 Km.

En esas condiciones la amplitud de onda o altura a la cresta va de pocos centímetros a 1 metro con velocidades de hasta 1.000 Km/h.

Al acercarse a la costa y penetrar en áreas de menor profundidad, se acorta sustancialmente la longitud de onda. Esta longitud puede disminuir a 20 Km, la velocidad bajar a 80 Km/h, mientras que la altura de la cresta puede superar los 30 metros. Además, la velocidad de la ola puede desacelerarse diferencialmente, cuando su base roza con el fondo.

Por tanto, la base pierde velocidad más rápido que la cresta y si esta es muy alta, se precipita (rompimiento de la ola). Pero esto ocurre en los tsunamis más grandes, en la mayoría es común que la ola llegue a la costa como una enorme marea formando una pared de agua.

Fuerzas perturbadoras y fuerza restauradora

Las fuerzas perturbadoras son aquellas que generan la ola, tales como fallas en el fondo del mar, erupción volcánica o deslizamiento de tierra. Por otra parte, la fuerza que restaura el equilibrio es la gravedad, una vez liberada la energía cinética o de movimiento de la ola.

Escalas de medición

Una es la escala de intensidad del tsunami Imamura-Iida, que define la intensidad en función de la altura del tsunami. Esta escala va desde 1 a 2 metros hasta alturas superiores a 30 metros y se ha ajustado como una escala de intensidad.

La escala de Soloviev establece 6 grados y la Escala de Intensidad de Tsunami Integrada (ITIS-2012) plantea 12 grados.

Causas: ¿Cómo se forman los tsunamis?

Cualquier fenómeno que implique un desplazamiento brusco de una gran masa de agua marina, puede provocar un tsunami. Esto ocurre cuando un cierto volumen de materia se introduce en el espacio marino desalojando una cantidad de agua equivalente.

El agua desalojada se desplaza empujando al resto de moléculas de agua cercanas y así se genera una fuerza expansiva. Esto provoca la onda u ola en la superficie del océano.

Terremotos submarinos

El desplazamiento de las placas tectónicas que forman la corteza terrestre provoca terremotos submarinos. Estos son movimientos bruscos de la corteza terrestre que producen fallas, es decir quiebres.

Los terremotos submarinos pueden implicar el hundimiento o el levantamiento de las placas tectónicas. La masa de agua que rodea a la placa tectónica se desplaza verticalmente y surgen las olas. 

No todos los terremotos submarinos producen tsunamis, solo los que tienen una intensidad suficientemente grande. Este fenómeno se puede apreciar en esta animación:

Derrumbes o erosión

Otro caso son los derrumbes, es decir grandes masas de material que se precipitan al mar, sea en una montaña o un glaciar al romperse. En cualquier caso, la enorme masa que se sumerge en el agua, genera el desplazamiento de la masa de agua provocando el tsunami.

Erupciones volcánicas

Las erupciones volcánicas explosivas, tanto superficiales como submarinas, pueden causar tsunamis, debido a la onda expansiva que generan. Así como también asociadas a los derrumbes que producen o por los flujos piroclásticos que se generan, todo lo cual precipita materia al mar.

Los flujos piroclásticos son una mezcla de material sólido, gases y lava que se desplaza a nivel del suelo.

Impacto de meteoritos

Este caso es un fenómeno muy inusual y consiste en el impacto de un meteorito de gran magnitud. Esta gran masa que se mueve a gran velocidad impacta en el océano, desplazando una cantidad de agua equivalente a la masa de impacto.

Esto forma una sucesión de olas sísmicas o tsunamis de gran magnitud. El caso más famoso de un impacto de esta naturaleza fue el asteroide de Chicxulub que impactó en lo que hoy es el Golfo de México.

Esto sucedió hace más de 60 millones de años, y la masa que impactó fue de aproximadamente de 12 Km de diámetro. Esto causó, entre otras cosas, un tsunami que se calcula fue 29.000 veces superior al tsunami de Indonesia del 2004, con una altura estimada de la ola en 1600 metros.

Cambios bruscos de presión atmosférica

Los tsunamis también pueden producirse debido a cambios en la presión atmosférica y se denominan meteotsunamis. El nombre está derivado de meteorología, ciencia que estudia los fenómenos físicos y químicos atmosféricos para pronosticar el tiempo.

En estos casos la llegada de un frente frío puede alterar la presión sobre un área oceánica de manera significativa y producir tsunamis. Sin embargo, se trata de olas de menor magnitud que los tsunamis más comunes aunque en algunos han llegado a causar daños locales considerables.

Explosiones submarinas

Aunque teóricamente una explosión submarina de la potencia adecuada podría generar un tsunami, hasta ahora no ha ocurrido. De hecho, en el pasado se realizaron ensayos con fines militares para causar tsunamis mediante el uso de explosivos convencionales y nucleares.

No obstante, ninguno de ellos fue capaz de generar un tsunami significativo, ya que las olas no superaron los 2 o 4 metros de altura.

Tipos de tsunamis

Los tsunamis se pueden clasificar según las causas que los provocan:

  • Tsunami tectónico o causado por terremoto submarino.
  • Tsunami por erosión o derrumbes.
  • Tsunami por erupción volcánica.
  • Tsunami por meteorito.

Dependiendo de la distancia

Asimismo, dependiendo de la distancia en la que se originó en tsunami se pueden nombrar:

Tsunami local

El origen se encuentra a 100 km o menos de 1 hora de distancia hasta la costa.

Tsunami regional

Puede generar un impacto negativo en una región geográfica desde los 100 km hasta los 1000 km de distancia desde su origen. Llega a la costa entre 1-3 horas desde el momento de ser generado.

Teletsunamis

También se denominan tsunamis transoceánicos, debido a que se trata de tsunamis que viajan a grandes distancias, atravesando océanos enteros. Estas olas pueden originarse a distancias mayores a 1000 Km y tardar más de 3 horas en llegar.

Normalmente son causados por terremotos submarinos de gran magnitud, mayores a 7,5 en la escala de Magnitud Momento (MW).

Megatsunami

Finalmente, podríamos nombrar el megatsunami, el cual supera los cientos de metros de altura. El último ocurrió en el fiordo de Taan, en Alaska, en 2015. Un lado de una montaña se deslizó y cayó en el fiordo, generando una ola inicial de 100 metros que alcanzó los 193 metros.

Consecuencias

Los tsunamis poseen una enorme energía destructiva, dada en primer lugar por el empuje de una gran masa de agua a alta velocidad. A esto se agrega el efecto causado por el arrastre de una enorme masa de escombros una vez que entra en tierra.

Estos escombros golpean a su vez otros objetos y seres vivos con consecuencias devastadoras. Además, el reflujo de la ola arrastra al océano los escombros, plantas, animales y personas.

Daños a personas y otros seres vivos

La fuerza de la masa de agua es capaz de arrastrar a cualquier ser vivo que se encuentre en su camino, incluso arrancando grandes árboles. De tal forma que los tsunamis de gran magnitud causan numerosas víctimas humanas, así como de animales y plantas.

El tsunami ocasionado por el terremoto de Valdivia (Chile, 1960) ocasionó pérdidas de vidas humanas en Chile, Hawai y Japón. Mientras que el tsunami de 2004 en Indonesia se estima que provocó la muerte a 230.000 personas en 14 países.

Daños estructurales

La masa de agua y los escombros que arrastra son sumamente destructivos, acabando con la infraestructura a su paso. Incluso tsunamis de poca magnitud como el de 2006 en la isla de Menorca, causan pérdidas millonarias.

Por su parte, los megatsunamis son devastadores, destruyendo a su paso edificios, fábricas, carreteras, líneas eléctricas y de comunicaciones. De igual forma, arrastran vehículos y cualquier otro objeto presente en su ruta.

Por ejemplo, el tsunami provocado por el terremoto de Valdivia en 1960, destruyó totalmente la isla de Hilo en Hawái. En tanto que el terremoto y tsunami de Sendai (2011) no solo destruyó viviendas y carreteras, sino que también daño gravemente una central nuclear.

Alteraciones del paisaje

Los tsunamis también provocan alteraciones del paisaje natural, al arrasar con bosques y desplazar masas de tierra en volúmenes considerables. Además de depositar desechos y sedimentos en otras áreas.

Ejemplos de tsunamis en la historia

La explosión del Krakatoa y el tsunami (1883)

La isla de Krakatoa forma parte de un archipiélago de origen volcánico ubicado en el océano Índico, entre las islas de Java y Sumatra (Indonesia). En 1883 el volcán de la isla entró en erupción provocando la ruptura de la montaña y volcando la lava al mar.

El tsunami consistió en olas de más de 30 metros que golpearon las costas de Indonesia, India y diversas islas, causando 36.000 muertes.

Terremoto y tsunami de Messina (1908)

A principios del siglo pasado ocurrió un terremoto frente a la costa de Messina (Italia), provocando un tsunami con olas de 17 metros de altura. Esto arrasó con los pueblos costeros de la zona y con la ciudad de Messina, causando la muerte de 200.000 personas.

Derrumbe del Monte Toc (1963)

El Monte Toc está ubicado en los Alpes italianos, al noreste de este país, siendo una montaña muy susceptible a deslizamientos de tierra. En 1960 se construyó una presa o embalse en la base de la montaña, llamada Vajont.

Posteriormente, en 1963 ocurrió un deslizamiento masivo desde la montaña, cayendo al embalse 260 millones de metros cúbicos de tierra. Esto provocó un megatsunami en el embalse con una ola de 250 metros de altura que sobrepasó el muro de la presa destruyendo totalmente la ciudad de Longarone y causando la muerte de 1.918 personas.

Tsunami del océano Índico (2004)

Este es considerado el peor tsunami registrado en la historia, ya que provocó la muerte de 230.000 personas en 14 países. El sismo que provocó el tsunami es considerado el tercero en intensidad registrado hasta ahora, alcanzando 9,3 grados MW.

Se trató de un terremoto submarino en el océano Índico frente a la isla de Sumatra que causó olas de hasta 30 metros. Una de las cosas que puso en evidencia este desastre, es la necesidad de un sistema internacional de alerta de tsunamis.

En este caso, pese a pasar horas desde el terremoto hasta el impacto de la ola, las comunidades afectadas no tuvieron ningún tipo de alerta. Existen algunos sistemas regionales de alerta, tal como el que administra la National Oceanic and Atmospheric Administration de los Estados Unidos.