Medicina

Red de frío en vacunas: cadena, niveles, accidente


La red de frío, conocida también como “cadena de frío”, es un conjunto de métodos de almacenamiento, transporte y conservación necesario para poder usar una vacuna de manera adecuada. Es definida por la Organización Panamericana de la Salud como:

“Sistema logístico que comprende los recursos humanos y materiales necesarios para llevar a cabo el almacenamiento, conservación y transporte de las vacunas en condiciones óptimas de temperatura desde el lugar de fabricación hasta el sitio donde las personas son vacunadas”.

Dado que las vacunas son productos biológicos termolábiles (los cambios de temperatura afectan su potencia e incluso pueden inactivarlas), es indispensable que a lo largo de todo el proceso, desde su fabricación hasta la administración, la temperatura se mantenga dentro de un rango estrictamente controlado entre 2 y 4 grados centígrados.

Esto garantiza que el producto biológico llegue en óptimas condiciones al receptor. Por ello, se invierten ingentes cantidades de dinero en infraestructura y cientos de horas hombre en capacitación a fin de evitar que la cadena de frío se comprometa.

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Cadena de frío

Como su nombre indica, la cadena de frío está compuesta por una serie de eslabones que garantizan que la temperatura de los productos biológicos se mantenga dentro de un rango de temperatura dada de manera ininterrumpida.

Para cumplir dicho objetivo, el denominador común de todos los eslabones involucrados en la cadena de frío es contar con equipos de refrigeración y transporte adecuados, así como con personal capacitado para el adecuado manejo de los productos biológicos.

Almacenamiento

Según la cantidad de vacunas procesadas y almacenadas, variarán las características de los equipos de refrigeración. Así, en las grandes plantas industriales donde se producen los productos biológicos, existen cuartos refrigerados de gran tamaño que permiten almacenar vacunas por varios meses.

Conforme se desciende en los niveles de la cadena de frío (ver más adelante), los lotes de productos van disminuyendo de tamaño; y así lo hacen proporcionalmente los refrigeradores, los cuales pasan de cuartos refrigerados a cavas industriales en los niveles intermedios.

En este punto el almacenamiento es por tiempo limitado, y se puede extender solo por unas pocas semanas ,ya que es una estación de tránsito hasta el sitio de distribución

Allí las vacunas se almacenan en los equipos de refrigeración más pequeños que, en algunos casos, son simples frigoríficos domésticos.

Transporte

Un factor crítico y susceptible de fallas en la cadena de refrigeración es el transporte desde un punto de almacenamiento a otro (nivel superior a nivel inferior en la cadena), o entre este y la entrega al usuario final. Esto se debe a que incluso pequeñas fluctuaciones de temperatura pueden afectar seriamente a la efectividad de las vacunas.

Es por ello que se hace especial énfasis en las técnicas de transporte, así como en los recursos materiales necesarios para un transporte que garantice la indemnidad de la cadena de frío.

En este sentido se puede dividir el transporte dentro de la cadena de frío en:

– Transporte interno.

– Transporte externo.

Cada uno de ellos presenta retos específicos para los que se requiere contar con los equipos e instrumentos necesarios a fin de garantizar una ejecución correcta.

Transporte interno

Hace referencia al transporte de los productos biológicos dentro de un establecimiento cualquiera, dentro de alguno de los niveles de la cadena de frío.

En este sentido, es muy importante la adecuada manipulación de los productos biológicos que necesitan refrigeración incluso para trasladarlos de una nevera a otra, ya que la temperatura debe mantenerse entre 2 y 8 ºC en todo momento.

Para ello, es necesario contar en todas las áreas donde se almacenan vacunas con equipos de transporte tipo termo o neveras portátiles para la movilización interna de las vacunas.

Además es necesario contar con paquetes refrigerados y botellas de agua fría, que pueden colocarse en los equipos de transporte para extender el tiempo durante el que se pueden usar.

Transporte externo

El transporte externo tiene que ver con el traslado de los agentes biológicos entre distintos niveles de almacenamiento en la cadena de frío, o entre el área de almacenamiento y el sitio de vacunación.

Según la magnitud y extensión del traslado, pueden ser necesarios diversos tipos de equipos, desde camiones refrigerados hasta cavas portátiles y contenedores frigoríficos para el transporte por aire, mar y tren.

El tamaño del lote y el tipo de viaje determinarán el tipo de equipo a utilizar. En algunos casos puede ser tan oólo una nevera aislante portátil, tal como ocurre cuando se llevan vacunas desde el almacén a nivel local hasta el punto de vacunación.

Personal

Además de contar con los equipos adecuados para almacenamiento y transporte, una pieza clave de la cadena de frío es el personal responsable de la manipulación de las vacunas y operación de equipos.

En este sentido, la atención al detalle es la clave. Por ello se hace énfasis en conductas básicas pero vitales para no interrumpir la cadena de frío tales como:

– Vigilar y llevar un registro detallado de la temperatura de todas las unidades de refrigeración.

– Mantener siempre listos equipos de transporte y paquetes refrigerados disponibles para movilización de vacunas en cualquier momento.

– Monitorización regular de las condiciones de funcionamiento e indemnidad de los equipos e instrumental empleados en las operaciones diarias.

– Apertura de las puertas de las unidades frigoríficas durante la menor cantidad de tiempo posible.

– Mínima manipulación de las vacunas con las manos (la temperatura de la mano calienta muy rápido las vacunas, inactivándolas en pocos minutos).

– Disposición adecuada de los productos biológicos dentro de las unidades de refrigeración a fin de mantener una circulación de aire adecuada en torno a los mismos y evitar la acumulación de agua.

El personal que cumple celosamente con su función de acuerdo a su entrenamiento garantiza que cada vacuna aplicada sea una vacuna activa.

Niveles de la cadena de frío

La cadena inicia en el momento mismo de la fabricación del producto biológico, por lo que las plantas donde se producen vacunas cuentan con instalaciones de procesamiento y almacenamiento capaces de mantener la temperatura del producto entre 2 y 8 grados centígrados.

Una vez fabricadas, las inmunizaciones se trasladan a lo largo de distintos niveles operativos, cada vez en lotes más pequeños, hasta alcanzar al usuario final.

Los niveles de la cadena varían según la perspectiva que se considere. Así, existen al menos dos escalas diferentes, las cuales se pueden cruzar o superponer en alguno o varios puntos:

– Cadena de frío industrial.

– Cadena de frío en las políticas sanitarias.

Niveles de la cadena de frío desde el punto de vista industrial

Desde el punto de vista industrial, la cadena frío se extiende desde la fabricación del producto biológico hasta la entrega al usuario final.

Esta cadena puede llegar directamente a las personas que recibirán las vacunas o conectarse con en la cadena de distribución de un país en particular.

En esta condición, se considera al gobierno receptor como el usuario final. A partir de ese momento es su responsabilidad garantizar que no se interrumpa la cadena de frío.

Los niveles operativos desde el punto de vista industrial son:

– Punto de producción.

– Almacén general (usualmente con alcance nacional o regional).

– Depósitos a nivel estatal.

– Almacén a nivel de distrito.

– Unidades sanitarias.

Desde los dos últimos niveles, las vacunas pueden llegar hasta el usuario final, ya sea de manera directa o mediante las políticas sanitarias de cada lugar.

Niveles de la cadena de frío desde el punto de vista de políticas sanitarias

Si bien es posible la distribución de vacunas a particulares, los mayores compradores de inmunizaciones son los gobiernos del mundo.

Mantener niveles de cobertura vacunal adecuados es una tarea que requiere una coordinación precisa y distintos niveles operativos.

En este sentido es necesario garantizar la cadena de frío desde el ingreso del producto biológico a los inventarios nacionales hasta su administración al usuario final.

En general, los niveles de la cadena de frío desde este punto de vista son:

– Punto de producción.

– Almacén general (usualmente con alcance nacional o regional).

– Almacén a nivel estatal.

Tiempo de almacenamiento en cada uno de los niveles

En el nivel central se reciben y consolidan todos los inventarios de vacunas. Allí se almacenan grandes cantidades de productos biológicos hasta por 18 meses.

Desde allí pasan al nivel regional, donde los lotes más pequeños se pueden almacenar hasta por 6 meses para ir alimentando el nivel local.

El último eslabón de la cadena lo constituyen todos los centros de salud donde se aplican inmunizaciones (nivel local). Allí, pequeños lotes de vacuna se pueden almacenar por poco tiempo (1 a 3 meses), a fin de satisfacer la demanda de los usuarios.

Conforme se agotan los inventarios en un nivel, el inmediatamente superior lo debe surtir de manera ininterrumpida y garantizando la temperatura adecuada en todo momento.

Accidentes de la red de frío

Se considera un accidente de la red de frío cualquier situación donde la temperatura baje de 2 ºC o aumente por encima de 8 ºC.

Lo más común es que la temperatura aumente debido a fallas eléctricas o averías de los equipos.

Sin embargo, también puede darse el caso de disminución exagerada de la temperatura debido a errores humanos (por ejemplo, mala configuración de los equipos o errores de lectura).

Siempre se deben tomar medidas adecuadas para minimizar el impacto de estos accidentes para preservar la viabilidad de las vacunas.

Medidas de contingencias ante un accidente en la red de frío

Es importante actuar rápido y sin dilación ante cualquier accidente en la red de frío, especialmente en casos de fallas eléctricas o averías de equipos frigoríficos.

En este sentido, la mayoría de los refrigeradores son capaces de mantener la temperatura interna estando apagados hasta 4 horas en clima cálido y 6 en clima frío.

Así pues los equipos de refrigeración en sí mismos constituyen la primera línea de defensa contra los accidentes, siempre que no se abra la puerta.

El personal debe sellar la puerta de la nevera y colocar un cartel que informe que no se debe abrir.

Si la avería no se solventa de manera rápida, se deben trasladar las vacunas hasta un equipo operativo o una instalación que cuente con servicio eléctrico.

En todos los casos de accidentes en la red de frío, se debe llevar un registro detallado de los detalles del evento para realizar un seguimiento adecuado del caso.

Medicamentos que necesitan red de frío

Además de las vacunas, existen otros medicamentos y productos biológicos que necesitan refrigeración.

Entre ellos se encuentran:

– Albúmina humana.

– Protamina.

– Inmunoglobulinas.

– Ciertos agentes antiglaucomatosos como el latanoprost (se debe refrigerar hasta ser abierto).

– Insulina (particularmente si se almacenan por largos períodos de tiempo).

– Algunos antibióticos.

En todos estos casos es necesario mantener la cadena de frío dentro de los rangos de temperatura especificados por el fabricante.

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