Pensamiento creativo: características y técnicas
El pensamiento creativo es una forma de pensar con la que se crean soluciones no existentes previamente a problemas nuevos o antiguos. Es un concepto relacionado con la creatividad que puede ser estimulado tanto por un proceso no estructurado como la lluvia de ideas, como por un proceso estructurado como el pensamiento lateral.
Algunos de los componentes del pensamiento creativo más importantes son el pensamiento crítico, preguntas socráticas, cambios de perspectivas o no aceptación de lo establecido/status quo.
El pensamiento creativo, como su propio nombre indica, hace referencia a una forma de pensar que tiene la facultad de crear; es decir, tener la habilidad de pensar de tal modo que el propio pensamiento sea capaz de crear, inventar o producir algo nuevo.
Este tipo de pensamiento permite tener nuevas ideas y obtener conceptos distintos en relación a algún aspecto. Por ejemplo, si tienes tu propio negocio y quieres encontrar la fórmula de publicitar bien tu producto, necesitarás un buena idea.
Para obtener esta idea necesitarás utilizar tu pensamiento creativo, de modo que con todos los conocimientos que tienes ya en tu cabeza, puedas crear uno nuevo que sea útil para tu propósito.
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Características
Lo que hace realmente extraordinario este tipo de pensamiento es que cuando aparece, aporta soluciones y pensamientos muy útiles. El pensamiento creativo debe basarse en buscar ideas que no hayan demostrado su fiabilidad o utilidad, pero que al encontrarlas se descubra que sí lo son.
Por ejemplo, al buscar una idea de publicitar un negocio se puede pensar en realizar un anuncio para que salga en la radio.
Si la idea final es esta, se habrá obtenido una solución (una idea a priori útil), pero no se habrá utilizado el pensamiento creativo, ya que no se ha creado nada nuevo, se ha tomado una idea ya existente.
El objetivo que tiene el pensamiento creativo es obtener una serie de ideas o conceptos nuevos, de los cuales no se conoce el resultado, pero que al materializarlos demuestren tener su valor.
Cuando Albert Einstein empezó a formular la teoría de la relatividad no sabía si esta iba a ser cierta o no, si iba a idear algo útil o no. Fue en el momento en el que lo materializó cuando descubrió la utilidad de su idea.
¿Para qué sirve?
El pensamiento creativo permite engendrar pensamientos y tener ideas inéditas, pero en realidad sirve para muchas más cosas, vamos a ver cuáles son sus utilidades:
- Perfeccionar: permite encontrar nuevas mejoras para cualquier cosa y descubrir mejores formas de llevar a cabo cualquier acción.
- Resolver problemas: la creatividad también permite descubrir o crear nuevas soluciones, alcanzar conclusiones distintas, u obtener resultados nuevos que sean útiles para remediar o prevenir cualquier cuestión.
- Valor añadido: en la actualidad, las organizaciones al igual que las personas, cada vez aumentan más su competitividad, y eso hace que el valor añadido, el incremento de beneficio o la generación de oportunidades que te puede brindar el pensamiento creativo obtenga mucha importancia.
- Motivación: la creatividad es probablemente la mayor fuente de motivación que puede tener una persona, ya que esta genera la esperanza de encontrar siempre algo mejor, alcanzar logros y obtener una vida más interesante.
Técnicas
Lluvia de ideas
La lluvia de ideas consiste en reunir a un grupo de personas que por turnos dirán sus ideas para solucionar algún problema. Para hacer este proceso adecuadamente hay que cumplir con estos principios:
- Todo el mundo tiene puede tener una opinión diferente.
- Todas las ideas son igualmente valoradas.
- No se permite ninguna crítica de las ideas de otras personas.
El principio que sustenta la efectividad de la lluvia de ideas es la reflexión de Linus Pauling de que la mayoría de las ideas no son muy buenas.
Así que la mejor manera de tener una buena idea es generar muchas ideas, descartar las ideas poco prácticas e inapropiadas y quedarse con las buenas. El problema es que no hay una fórmula científica para el número de ideas que necesita generar para encontrar una buena, o una garantía de que se podrá encontrar una a pesar de que se generen muchas.
Usar el “cerebro derecho”
Otro proceso conocido para pensar creativamente es usar el cerebro derecho o hemisferio derecho. El hemisferio derecho del cerebro participa en las actividades más creativas e innovadoras. El lado izquierdo del cerebro está más centrado en la lógica y el orden.
Hay evidencia de que hacer actividades físicas que involucran las áreas creativas del cerebro puede ayudar a pensar de manera diferente.
Sal de tu zona de confort
El primer requisito para que puedas desarrollar tu pensamiento creativo es salir de tu zona de confort. Si te quedas siempre en casa o en el trabajo, funcionando de un modo rutinario y monótono, nunca estimularás tu creatividad.
Necesitas salir, mantenerte activo, recibir estímulos. No dejes que la monotonía se apodere de ti, si lo hace, estarás privándote de desarrollar un pensamiento creativo. Para poder tener creatividad tienes que estar abierto a ella, por lo que tienes que tener una forma de ver las cosas y un modo de vida dinámico.
Debes interesarte por los aspectos de tu alrededor, estar despierto, tener curiosidad, experimentar cosas nuevas. De algún modo, tienes que adaptar tu personalidad y tu forma de ser a un estilo activo y receptivo.
Si consigues interactuar de este modo con el exterior de forma habitual ya le habrás abierto la puerta a la creatividad.
Apunta siempre tus ideas
No menosprecies nunca ninguna de tus ideas, ve a la papelería, cómprate una libreta de bolsillo y llévala siempre contigo para poder anotar todos los pensamientos que te puedan surgir durante el día.
Si funcionas de modo activo y dinámico, seguro que aparecerán montones de ideas en tu cabeza. De hecho, aunque podamos pensar lo contrario, todos tenemos multitudes de ideas durante el día, lo que pasa es que muchas veces no les hacemos caso.
Muchas veces puedes pensar que son ideas inútiles o conceptos vagos sin ningún interés, pero cuando desarrollas tu pensamiento creativo eso no importa.
No importa si cuando te viene la idea o pensamiento crees que es una tontería. No importa que cuando pienses algo no creas que es lo mejor que se te ha ocurrido nunca. Los pensamientos creativos de por si no son ni útiles ni pragmáticos, ya que son ideas nuevas.
Y es que el elemento primordial para tener un pensamiento creativo es la abundancia de ideas y raciocinios. Cuantos más acumules, más material tendrás para trabajar posteriormente y más opciones tendrás para desarrollar tu pensamiento creativo.
Interacciona con los demás
Otro aspecto vital para generar ideas y adquirir puntos de vista distintos es compartir tus pensamientos con los demás. No pretendas adquirir la creatividad tú solo, si hablas con los demás y te dan su opinión las ideas se multiplicarán y tu creatividad lo tendrá mucho más fácil.
Cuatro ojos siempre verán más que dos, dos cerebros siempre pensarán más que uno. Benefíciate de los demás para abrir tu campo de visión, pensar en cosas que quizá tú nunca pensarías y promover un pensamiento creativo.
Cambia tu foco de atención
Para empezar a desarrollar tu creatividad es mucho más sencillo si empiezas con pensamientos pequeños. Normalmente, las grandes ideas no nacen de pensamientos muy amplios o muy abstractos, sino de pensamientos más focalizados y de ideas muy detalladas.
Un pensamiento creativo muy pequeño puede evolucionar y producir resultados finales espectaculares. Así pues, cambia tu foco de atención y acostúmbrate a focalizarte en pequeñas cosas.
Una simple pregunta como: “¿se podría fabricar un recipiente para la leche más cómodo de manejar?” mientras te preparas el café con leche por la mañana puede convertirse en una gran idea.
Evidentemente, esta pregunta es un simple ejemplo, pero me sirve para mostrarte de una forma práctica cómo debes focalizar tu atención.
Concéntrate en pequeños detalles, piensa sobre cosas simples por las que nunca te has preocupado y estarás potenciando tu pensamiento creativo.
Cuestiónate el por qué de las cosas
Los seres humanos estamos acostumbrados a vivir en un ambiente determinado, donde prácticamente todo se da por hecho y casi nunca no cuestionamos el por qué de las cosas.
¿Por qué esto se realiza de esta manera? ¿No se podría realizar de otra forma? ¿Qué alternativas podrían existir? Estas simples preguntas dirigidas a prácticamente cualquier aspecto de la vida pueden llevarte directamente a un pensamiento creativo.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que el cuestionamiento creativo es totalmente distinto al cuestionamiento crítico. El pensamiento crítico lo que hace es evaluar si una cosa es correcta o no, sin embargo el cuestionamiento creativo que tienes que realizar no debe ser así.
El cuestionamiento creativo debe responder siempre a la pregunta ¿por qué?, con la intención de encontrar alternativas, mejoras o perfeccionamientos.
Experimenta mentalmente
Con el experimento mental se trata de que pienses de una forma alocada durante unos minutos. Toma todas las ideas que has ido apuntando en tu libreta o las que se te ocurran en este preciso momento y cuestiónate: ¿Qué pasaría si…?
Muchas veces los grandes descubrimientos o las ideas geniales son fruto del azar, son fruto de probar una cosa nueva que nadie se podría imaginar. Así pues, toma los pensamientos o ideas que has tenido y formula hipótesis con ellas.
Da igual si la idea es vaga, poco definida o a priori sin ninguna utilidad, si has pensado en ello por algo será, y evidentemente siempre es mejor hacer algo con un pensamiento que no dejarlo en el olvido.
“¿Y si para publicitar mejor mi nuevo producto se lo vendo a la competencia?”. Es un pensamiento loco, sí, pero ¿por qué no pensar en ello?
¿Por qué nunca pensar en cosas en las que nunca pienso? ¿Por qué no me pregunto cosas o formulo hipótesis sobre cosas no habituales?
Sí quieres tener un pensamiento creativo debes hacerlo, así que somete tus ideas a todo tipo de preguntas, por extravagantes que te parezcan.
Crea mientras duermes
Finalmente, una estrategia muy útil para incrementar tu capacidad creativa es utilizar esos pensamientos que tienes cuando duermes. Puedes pensar que cuando estás durmiendo tu mente también lo está, pero esto no es así.
La actividad cerebral que tenemos cuando dormimos es mucho más elevada que la que tenemos cuando estamos despiertos. Así pues, ¿por qué no vamos a aprovecharnos de ella?
La respuesta puede parecer simple: “porque estamos dormidos”, ya que es evidente que cuando dormimos no somos conscientes de nuestros pensamientos. Sin embargo, sí que podemos intentar recuperar el máximo de información posible que se produce en nuestro subconsciente mientras dormimos.
Para hacerlo te propongo que justo antes de dormir destines un rato a pensar sobre el problema o tema relacionado con las ideas que quieras tener, y dejar un libreta y un bolígrafo en la mesita de noche.
Programa el despertador para que suene aproximadamente unos 40 minutos después de dormirte, y cuando te despiertes anota todo lo que te venga a la mente en ese momento.
Esta técnica suele ser compleja y puede no ser eficaz para todo el mundo, sin embargo si coges práctica en realizarlo te puede resultar muy útil.
Temas de interés
Juegos para entrenar el cerebro.