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Quetzal: características, hábitat, reproducción, alimentación


El quetzal (Pharomachrus mocinno) es un ave de colores muy llamativos, perteneciente a la familia Trogonidae. Su gran belleza se debe al contraste en los colores de su plumaje, al brillo de los tonos verde iridiscente y a sus coberteras de cola superiores, las cuales son más largas que el resto de su cuerpo.

Se encuentran localizados desde Chiapas, en México, hasta la región oeste de Panamá. Sin embargo, por la reducción de su hábitat natural, el quetzal ha reducido su población. Debido a esto, ha sido catalogado como un espécimen amenazado de extinguirse.

El quetzal resplandeciente, como también se le conoce, ha jugado un papel muy importante en algunas culturas mesoamericanas. En Guatemala es el ave nacional, encontrándose su imagen en el escudo de armas y en la bandera. Además, la moneda de este país lleva su nombre: el quetzal guatemalteco.

Es un ave cautelosa, desconfiada y generalmente tiene hábitos solitarios. Es frecuente verlos acicalarse picoteando bajo sus alas y alrededor del pecho.

Índice del artículo

Características generales del quetzal

Color del plumaje

En el quetzal existe un marcado dimorfismo sexual, sobre todo en las tonalidades de sus plumas. Los tonos verdosos en esta especie suelen ser iridiscentes, lo que implica que pudiera observarse de otro color, dependiendo del ángulo con que el rayo luminoso incida sobre la superficie.

Macho

La cabeza, el cuello y el pecho tienen un color verde dorado. En la zona inferior del vientre y pecho es rojo brillante. Las plumas que se encuentran en el ala mayor tienen forma alargada, siendo su extremo de color negro. Las alas primarias, retráctiles y secundarias son negras.

Las 3 rectrices exteriores son blancas, presentando ejes en negro sobre un tono base gris o negro. El plumaje de la región del muslo es negro, con un tono verde en las que están en la parte inferior.

En la cabeza, las plumas forman una especie de cresta. La parte superior de la cola tiene plumas muy largas y verdes, cruzándose por encima de la cola.

Hembra

En general, la hembra de esta especie luce un colorido más opaco que el macho. La corona, la espalda, la cabeza, los escapularios, la grupa, las coberteras del ala y las superiores son verdes dorado iridiscentes. Tienen una cresta menos voluminosa que los machos.

Las coberteras superiores del quetzal hembra no están extendidas más allá de la punta de su cola. La zona ventral y los lados suelen ser grises. Su cola es negra, con las tres rectrices exteriores negro y blanco. La zona de la garganta es de color marrón grisáceo. Los muslos son negros con tonos verde brillante.

Patas

Las patas y sus dedos son café oliva en los machos y naranja oscuro en las hembras. Los dedos de sus patas son heterodactílicos, el primer y segundo dedo están detrás y el tercero y cuarto delante.

Tamaño

El quetzal mide entre 36 y 40 cm, siendo el mayor representante del orden Trogoniformes. Las alas del macho tienen una longitud entre 189 y 206 mm, mientras que en las hembras están alrededor de los 193 y 208 mm.

La cola, en promedio, mide en el macho 187.4 mm y en la hembra 196.8 mm. Su peso oscila entre 180 y 210 gramos.

Piel

La piel del Pharomachrus mocinno es sumamente delgada, rasgándose con facilidad. Debido a esto su organismo ha desarrollado un denso pelaje que lo protege.

Cabeza

En la cabeza se encuentran sus ojos grandes, con un iris marrón oscuro o negro brillante, sin la presencia de anillo orbital. Su visión está adaptada a la poca luz, propia de su hábitat natural.

Su pico, el cual está parcialmente cubierto por plumas verdes, es de color amarillo en los machos adultos y negro en las hembras.

Vocalizaciones

Los sonidos que emite el quetzal tienen diferentes características, debido a que para casi cualquier situación existe una llamada. Esta puede describirse como una mezcla sonora entre profunda, suave y poderosa. Las hembras suelen tener notas tenues y más débiles que los machos.

Son empleadas durante el cortejo, el apareamiento y el marcaje y la defensa del territorio. Algunas de estas vocalizaciones son: el silbato de dos notas, la charla, el silbato de voz y el zumbido.

Los quetzales también tienen llamadas no musicales que pudieran ser utilizadas como advertencia. Estas vienen acompañadas, por parte del macho, de un levantamiento de las plumas de la cola. Durante el apareamiento, la llamada es de tipo quejumbrosa.

Importancia en la cultura

A través de la historia, el quetzal ha estado ligado fuertemente a las diferentes culturas que han existido en América Central. En México, esta ave se encuentra relacionada con Quetzalcóatl, el dios del viento y un gran héroe cultural. Este es representado como una serpiente emplumada.

Debido a que se pensó que esta ave no era capaz de sobrevivir en cautiverio, llegó a ser el representante de la libertad de los indígenas de México y de América Central. Sus brillantes plumas verdes tenían el significado de la fertilidad, pudiendo ser utilizadas solamente por los sacerdotes y los nobles.

El tono verde iridiscente también fue símbolo del maíz, del agua y del crecimiento de las plantas. En la cultura maya, las plumas eran consideradas tan valiosas como el oro, por lo que matar a un quetzal era tomado como un crimen capital.

Para elaborar los tocados hechos con plumas del quetzal, el animal era capturado, tomándole algunas plumas de su larga cola, y posteriormente era puesto en libertad.

Peligro de extinción

La población del quetzal ha descendido notablemente durante las últimas décadas. Esto lo ha llevado a ser incluido en la Lista Roja de la UICN (BirdLife International 2009), como un espécimen que se encuentra fuertemente amenazado de extinguirse.

El rápido declive poblacional está relacionado directamente con la deforestación generalizada de su hábitat natural. En la región de Monteverde, Costa Rica, el principal problema es la destrucción y la fragmentación de los bosques donde esta ave habita en su etapa no reproductiva.

Además, las variaciones del clima han favorecido que los tucanes de pico de quilla (Ramphastos sulfuratus) migren hacia las tierras altas. Allí habitan los P. mocinno, por consiguiente se genera entre estas dos especies una competencia por los hoyos de nidos.

Esto pudiera acarrear que, al aprovecharse del nido del quetzal, el tucán rompa los huevos que allí se encuentren. Posiblemente en México, a pesar de las medidas de protección, todavía exista la caza de este animal.

Otros factores que influyen en el decrecimiento del número de quetzal silvestre es su caza y la captura, para ser vendidos como animales exóticos.

Medidas de conservación

El quetzal se encuentra legalmente protegido en México, Costa Rica, Guatemala y Panamá. En Costa Rica se han creado varios parques nacionales. Algunos de estos son: Braulio Corrillo, Monteverde, Chirripó, Pos, La Amistad, y la reserva de nubes de Los Ángeles.

La legislación de Guatemala ha creado programas educativos que promueven la  toma de conciencia hacia la necesidad de proteger a la especie.

La Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres ha prohibido el tráfico de esta especie vivas, muertas, en productos o en cualquier subproducto.

Por otra parte, en México, la NOM-059-Semarnat-2010 clasifica al Pharomachrus mocinno en peligro de extinción, estableciendo varias zonas protegidas para salvaguardar la especie.

Investigaciones recientes

Uno de los problemas que se está presentando con las reservas proteccionistas es que estas suelen tener un área bastante reducida, por lo que tienden a excluir las verdaderas regiones críticas que necesitan ser resguardadas.

Basados en los movimientos estacionales, algunos estudios han determinado que los quetzales tienen migración local bastante complicada, vinculando cuatro áreas montañosas.

Estos datos concluyeron que la reserva Monteverde, un área natural que abarca unas 20.000 hectáreas, carece de la distribución espacial suficiente que permita ser una zona de reserva biológica, adecuada pata este emblemático animal.

Taxonomía

  • Reino Animal.
  • Subreino Bilateria.
  • Infrareino Deuterostomia.
  • Filum Cordado.
  • Subfilum Vertebrado.
  • Infrafilum Gnathostomata.
  • Superclase Tetrapoda.
  • Clase Aves.
  • Orden Trogoniformes.
  • Familia Trogonidae.

Género Pharomachrus

Especies Pharomachrus mocinno

Subespecies

  • Pharomachrus mocinno costaricensis.
  • Pharomachrus mocinno mocinno.

Hábitat y distribución

Este espécimen se localiza en los bosques nubosos montanos del sur de Guatemala, México, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Nicaragua y al oeste de Panamá.

En Costa Rica, es común encontrar a este animal en los bosques nubosos, en la cordillera de Talamanca y en el Parque Nacional La Amistad. Este parque se extiende hasta Panamá, donde también puede vivir en el Cerro San Antonio, en Veraguas.

En Nicaragua se localizan en el cerro Kilambe y en el Arenal. El conocido Parque Nacional Sierra de Agalta, en Honduras, es conocido por la presencia de esta hermosa y colorida ave. En Guatemala, donde es un símbolo nacional, es común observarla en la Sierra de las Minas y en la de Yaliux.

Hábitat

Esta especie se encuentra usualmente en el dosel de los árboles que forman los bosques montanos, barrancos, bosques nubosos y acantilados. Estos últimos con vegetaciones epífitas y con alto nivel de humedad.

También pueden encontrarse en pastizales o en áreas abiertas con árboles dispersos, aunque esta especie prefiere los bosques nubosos o nublados, con árboles de 30 o 45 metros de altura. En México, habita en regiones con abundancia de plantas fructíferas.

Debido a que su alimentación pudiera depender de la familia Lauraceae, la distribución y fenología de esta especie vegetal pareciera determinar la ocurrencia de las migraciones estacionales del Pharomachrus mocinno.

Debido a esto, su hábitat suele estar en altitudes estacionales de 1.000 a 3.000 m.s.n.m.. Sin embargo, si no están en periodo de reproducirse, podrían encontrarse en zonas más bajas. Esta ave puede viajar a bosques cercanos para forrajear y para anidar.

Reproducción

El quetzal es un animal monógamo que se reproduce estacionalmente. Durante la época de primavera, el macho realiza grandes exhibiciones de vuelo. Mientras asciende sobre el dosel de los árboles, vocaliza para atraer a la hembra.

Con frecuencia, cuando desciende de su vuelo, ya ha formado pareja. En el caso contrario, varios machos pudieran perseguir a la hembra.

El nido

Muchos investigadores señalan que la construcción del nido por parte de la pareja, pudiera ser parte del cortejo. Estos son excavados, utilizando los picos, por el macho y por la hembra, en árboles que pudieran estar secos o encontrarse en pedazos. La entrada suele medir unos 10 cm y 30 cm de profundidad.

Los nidos no están llenos de hojas o paja, simplemente se posan sobre el fondo de material descompuesto del propio árbol donde se encuentra.

El apareamiento

Una vez que el nido está construido, se aparean dentro de él. La hembra pone los huevos, usualmente, en el piso. Estos son de forma elíptica y tienen un tono azul claro. Miden aproximadamente unos 39 x 33 mm.

Tanto el macho como la hembra se turnan para la incubación de los huevos. La hembra lo hace en la noche hasta el mediodía siguiente, siendo reemplazada en el tiempo restante por el macho. Tras alrededor de 17 o 18 días, los huevos del Pharomachrus mocinno eclosionan.

Las crías

Las crías nacen con los ojos cerrados y sin plumas. Los pichones se desarrollan muy rápido, a los ocho días abren los ojos y en la segunda semana ya su cuerpo está cubierto de plumas, excepto en su cabeza. Estas son suaves y de colores tenues.

Durante los primeros días, ambos padres alimentan a las crías, casi siempre con pequeños insectos. La hembra se encarga de retirar cualquier resto de comida que pudiese quedar dentro del nido.

Poco después de tres semanas, las crías aprenderán a volar. Sin embargo, mientras sean jóvenes, seguirán pasando tiempo con sus padres.

Alimentación

Cuando son adultos, los quetzales son considerados como comedores de frutas especializados. Sin embargo, las crías suelen comer mayormente insectos. Estos animales incluyen con frecuencia en su alimentación a hormigas y sus larvas, avispas, ranas y pequeños lagartos.

La gran mayoría de las frutas que forman la dieta de esta ave pertenecen a la familia Lauraceae. Dentro de estas, la preferida por el quetzal es el aguacate silvestre, que arranca de los árboles y traga casi entero.

Suelen alimentarse con mayor frecuencia en las horas del mediodía. Esto ocurre principalmente mientras vuela, lo cual está sustentado por los grandes músculos destinados al vuelo.

El sistema digestivo del Pharomachrus mocinno está adaptado para comer frutas con una gran semilla. La flexibilidad de la mandíbula y de la clavícula hace posible que pueda tragar frutos mucho más anchos de la abertura de su pico.

Su esófago está formado por una elástica y delgada pared y por anillos con músculos circulares. Estas características contribuyen en la regurgitación de las semillas grandes. La morfología de los sacos del intestino y del ciego indican que probablemente tengan una digestión de tipo bacteriana.

Referencias

  1. Wikipedia (2018). Resplendent quetzal, Recuperado de en.wikipedia.com.
  2. Pena, E. (2001). Pharomachrus mocinno. Animal Diversity Web. Recuperado de animaldiversity.org.
  3. ITIS (2018). Pharomachrus mocinno. Recuperado de itis.gov.
  4. BirdLife International (2016). Pharomachrus mocinno. The IUCN Red List of Threatened Species . Recuperado de iucnredlist.org.
  5. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Gobierno de México. (2018). Quetzal, el ave más bella de América. Recuperado de gob.mx.