Aprendizaje memorístico: características, tipos y ejemplos
El aprendizaje memorístico es una forma de adquirir nuevos conocimientos que se basa en la internalización de datos de forma pura, sin relacionarlos con otras ideas almacenadas previamente. Por lo tanto, no requiere que la persona entienda lo que está memorizando, lo que produce una serie de características en la manera en que se adquiere la información.
El aprendizaje memorístico tiene tanto ventajas como inconvenientes. Por ejemplo, es la única manera en la que podemos almacenar datos puros, como por ejemplo nombres, números de teléfono, o datos sobre un destino que queremos visitar. Al mismo tiempo, es muy poco eficiente, y en general, requiere llevar a cabo un gran esfuerzo consciente.
La memorización es uno de los procesos más utilizados en el aprendizaje, especialmente dentro del sistema educativo formal. Debido a ello, a lo largo de los años se han desarrollado una serie de técnicas que hacen el proceso de almacenar información en la memoria más eficiente y sencillo de llevar a cabo.
El aprendizaje memorístico tiene cada vez menos importancia en nuestra sociedad, debido a la facilidad con la que podemos acceder a casi cualquier tipo de información pura en todo momento. Sin embargo, sigue siendo uno de los pilares de la educación, además de tener aplicaciones muy prácticas en algunos contextos.
Índice del artículo
- 1 Características
- 2 Tipos de aprendizaje memorístico
- 3 Diferencias con aprendizaje significativo
- 4 Técnicas
- 5 Ejemplos
- 6 Referencias
Características
Almacena datos puros
El aprendizaje memorístico es muy inusual dentro de los procesos de adquisición del conocimiento, en el sentido de que es el único que permite almacenar información pura sin necesidad de relacionarla con otras ideas previas ya conocidas por la persona. Por ello, es el único método que podemos utilizar para recordar datos, fechas y elementos similares.
Existen varias formas de utilizarlo
La memorización no siempre se lleva a cabo de la misma manera. Generalmente, cuando queremos internalizar una serie de datos puros, los repetimos una y otra vez hasta que somos capaces de recordarlos. Esta técnica, a pesar de ser la más sencilla de usar, es también la menos eficiente.
Nuestro cerebro no está especialmente bien preparado para interiorizar datos puros, ya que estos no existían en abundancia en el entorno en el que nos desarrollamos como especie.
Por el contrario, nuestra mente es experta en recordar aquello que nos provoca emociones (especialmente negativas) o que parece importante o relacionado con lo que ya sabemos.
Debido a ello, en las últimas décadas se han desarrollado técnicas de aprendizaje memorístico que permiten almacenar datos puros aprovechando este funcionamiento de la mente. El conjunto de habilidades y procedimientos utilizados para ello se conoce como mnemotecnia.
Utiliza distintos tipos de memoria
Disciplinas como la psicología llevan décadas intentando entender cómo funciona el aprendizaje memorístico, a fin de mejorar el proceso y ayudar a alumnos y aprendices de todo tipo a conseguir mejores resultados. En este tiempo, se ha descubierto que no existe un solo tipo de memoria, sino varios relacionados entre sí.
Básicamente, los humanos tenemos tres tipos distintos de memoria: a corto plazo, a largo plazo, y de trabajo. Los tres intervienen en el proceso de aprendizaje memorístico, pero lo hacen de distinta manera; y en función de cuál predomine en cada momento, los resultados conseguidos serán diferentes.
La memoria a corto plazo se encarga de almacenar datos durante un periodo de tiempo inferior a un día. Es la que se utiliza, por ejemplo, al repasar información minutos antes de un examen para poder contestar a más preguntas durante el mismo. Está en un nivel más consciente, y a no ser que se pase a la de largo plazo, los datos se acaban perdiendo.
Por el contrario, la memoria a largo plazo se encarga de almacenar datos durante periodos mucho más largos de tiempo. Técnicamente, tiene una capacidad ilimitada, y los recuerdos almacenados en ella no desaparecen; aunque con el tiempo se van volviendo más borrosos.
Por último, la memoria de trabajo es la que nos permite mantener una serie de datos en la conciencia durante unos pocos segundos o minutos. Se utiliza, por ejemplo, cuando alguien nos dice un número de teléfono y lo mantenemos en nuestra cabeza hasta que lo marcamos, para olvidarlo inmediatamente después.
Presenta imperfecciones
Durante mucho tiempo, se pensaba que la memoria era capaz de almacenar información de forma totalmente precisa. Sin embargo, investigaciones más recientes han demostrado que el aprendizaje memorístico dista mucho de ser totalmente objetivo: los datos que recordamos no son iguales que aquellos a los que nos expusimos en un principio.
Así, una de las ramas más importantes de la investigación sobre el tema de la memoria es la que se encarga de estudiar los fallos y sesgos más habituales que aparecen cuando la utilizamos. Los resultados de estos estudios muestran que, incluso cuando creemos que somos objetivos en nuestro recuerdo, esto en realidad no es cierto.
Dos de los efectos más conocidos de la memoria son el de primacía y el de recencia. Estos implican que la información recordada con mayor fiabilidad es la primera y la última parte del contenido que queremos memorizar. Por ejemplo, al estudiar una lista de verbos irregulares en inglés, tenderemos a olvidar con más facilidad los que estén en el centro.
Por si esto fuera poco, cuando memorizamos algo no somos conscientes de las modificaciones que ha sufrido la información en el proceso. Debido a ello, tendemos a pensar que nuestros recuerdos son mucho más fiables de lo que son en realidad, lo que puede traernos todo tipo de problemas.
Tipos de aprendizaje memorístico
En función de la manera en que se lleve a cabo el aprendizaje memorístico, y la profundidad con la que se hayan interiorizado los nuevos conocimientos, podemos distinguir entre tres versiones de este proceso: memorización superficial, memorización profunda, y aprendizaje mnemotécnico.
Memorización superficial
La memorización superficial es el tipo de aprendizaje memorístico más común, especialmente en contextos como la educación formal. Cuando se da, la persona es capaz de almacenar datos e información, pero de una manera imperfecta; y estos nuevos conocimientos no se pasan por completo a la memoria a largo plazo.
Cuando alguien lleva a cabo una memorización superficial sobre un tema, por norma general le será imposible recordar todos los datos que supuestamente ha almacenado. Por el contrario, se producirá un fenómeno conocido como “reconocimiento”, por el cual si vuelve a exponerse a ellos, tendrá la sensación de haberlos visto anteriormente.
Además, en el proceso de memorización superficial, es mucho más probable que los nuevos datos almacenados se acaben olvidando con el tiempo, o que se vean distorsionados. Esto es lo que ocurre, por ejemplo, cuando un alumno estudia para aprobar un examen y olvida todo lo aprendido nada más terminarlo.
Memorización profunda
Durante la memorización profunda, la persona es capaz de hacer que los nuevos datos adquiridos pasen a la memoria a largo plazo. Debido a ello, aunque sigan apareciendo algunos errores a la hora de evocar la información, al individuo le será mucho más sencillo recordar aquello que ha estudiado.
Los recuerdos conseguidos mediante la memorización profunda son también más duraderos; y con este proceso, no solo se producirá el efecto de reconocimiento, sino que la persona podrá evocar la información a voluntad, sin necesidad de ningún tipo de ayuda.
Para llevar a cabo una buena memorización profunda, la técnica más habitual es repetir con mayor frecuencia los datos que se quieren almacenar, hasta que se consigue grabarlos en la memoria a largo plazo. Esto ocurre, por ejemplo, al practicar un idioma: con el suficiente tiempo, las nuevas palabras quedan integradas y pueden utilizarse a voluntad.
Aprendizaje mnemotécnico
El aprendizaje mnemotécnico consiste en un conjunto de herramientas que buscan mejorar el almacenamiento de datos puros aprovechando el funcionamiento de nuestro cerebro. De esta manera, trata de relacionar la información que se quiere aprender con una emoción poderosa, de tal manera que la memorización se produzca de forma automática.
Un ejemplo muy básico de aprendizaje mnemotécnico es el que se da cuando una persona es capaz de memorizar la letra de una canción que le gusta mucho después de haberla escuchado tan solo un par de veces. Las emociones despertadas por la melodía le ayudan a almacenar con mayor facilidad los datos puros de la letra.
Existen una gran cantidad de herramientas mnemotécnicas que pueden aplicarse en todo tipo de contextos, desde la enseñanza reglada como el aprendizaje de un nuevo idioma. Con estas técnicas, la memorización se produce de manera automática, casi sin esfuerzo, y los recuerdos son mucho más duraderos y claros que con los otros tipos de memoria.
Diferencias con aprendizaje significativo
En muchos aspectos, el aprendizaje memorístico y el significativo son completamente opuestos. Mientras que el primero busca almacenar información y datos puros, sin ninguna relevancia para la persona, el segundo trata de relacionar lo que se quiere aprender con la experiencia previa del individuo y las situaciones reales que se dan en su vida.
Debido a esto, el aprendizaje significativo casi siempre produce resultados mucho mejores que el puramente memorístico. La excepción a esto se produce con el uso de la mnemotecnia, que aprovecha muchos de los principios del aprendizaje significativo para almacenar datos puros en la memoria.
Otra de las principales diferencias entre los dos tipos de aprendizaje es la clase de conocimiento que se puede adquirir con cada uno de ellos. Mientras que el memorístico está más relacionado con información pura, el significativo tiene más que ver con actitudes, creencias, y formas de ver el mundo.
De hecho, es imposible utilizar el aprendizaje significativo para, por ejemplo, interiorizar fechas o nombres; mientras que la memoria pura no puede usarse para cambiar creencias o adquirir una nueva forma de entender la realidad.
Técnicas
A continuación veremos algunas de las técnicas más utilizadas en el aprendizaje memorístico. Por supuesto, existen muchas más; pero las de esta lista son las más habituales.
Repetición
La técnica memorística más básica consiste en repetir la información que se quiere almacenar una y otra vez hasta que se ha conseguido interiorizarla. Por ejemplo, si se quiere memorizar una fecha, mediante esta técnica se iría repitiendo en voz alta o escribiéndola varias veces hasta conseguir recordarla.
Una versión más poderosa de esta técnica es la repetición espaciada, que consiste en ir aumentando cada vez más el periodo de tiempo que ocurre entre repeticiones para conseguir relegar la nueva información a la memoria a largo plazo.
Recuerdo activo
La técnica de recuerdo activo consiste en el uso de pequeños “tests” o exámenes para obligar al individuo a integrar nueva información en la memoria de manera más eficiente. Una versión muy común de esta técnica es el uso de tarjetas de memoria, por ejemplo en el aprendizaje de un idioma nuevo.
Método de la historia
Esta herramienta, perteneciente al campo de la mnemotecnia, consiste en crear una historia inventada que incluya una serie de palabras que se quieren memorizar.
Pongamos por ejemplo que una persona quiere memorizar los siguientes términos: perro, sobre, trece, lana, y ventana. Para conseguirlo, podría inventar la siguiente historia:
“Un perro se quedó atrapado en un sobre, que fue enviado por correo a trece gatos negros que estaban jugando con lana al lado de la ventana”.
Teóricamente, este tipo de historias son más sencillas de recordar que los datos puros, porque generan una emoción en la persona. Generalmente, cuanto más absurda o creativa sea la historia, más fácil será la memorización y más duradero el recuerdo.
Palacio de la memoria
Esta técnica consiste en que una persona se imagina un lugar (generalmente una mansión o palacio) con distintas habitaciones. En su mente, el individuo “introduce” cada elemento que quiere memorizar en una de estas habitaciones, para así poder recordarlos con más facilidad más adelante.
El palacio de la memoria lleva utilizándose durante miles de años. De hecho, en la Antigüedad clásica formaba parte de los currículums educativos en las escuelas formales, a fin de ayudar a los alumnos a memorizar datos puros de forma más efectiva.
Ejemplos
El aprendizaje memorístico es uno de los más versátiles que existen, y se da en muchos contextos distintos. Algunos de los más comunes son el aprendizaje de datos para un examen, la adquisición de vocabulario en un nuevo idioma, la memorización de la letra de una canción o el aprendizaje del nombre de una persona que acabmos de conocer.
Referencias
- “Aprendizaje memorístico – significativo” en: Universidad de Palermo. Recuperado en: 20 Abril 2019 de Universidad de Palermo: fido.palermo.edu.
- “Memorizing vs Understanding” en: Learning Scientists. Recuperado en: 20 Abril 2019 de Learning Scientists: learningscientists.org.
- “Types of memory” en: Human Memory. Recuperado en: 20 Abril 2019 de Human Memory: human-memory.net.
- “Aprendizaje memorístico: Cuando retenemos datos sin profundizar en su significado” en: Cognifit. Recuperado en: 20 Abril 2019 de Cognifit: blog.cognifit.com.
- “Memorization” en: Wikipedia. Recuperado en: 20 Abril 2019 de Wikipedia: en.wikipedia.org.