Geografía

Placa de Cocos: qué es, ubicación, características, composición


¿Qué es la placa de Cocos?

La placa de Cocos o placa del Coco es una placa oceánica relativamente pequeña ubicada justo al oeste de México, en el Caribe. Se encuentra adyacente a las placa de Norteamérica, del Caribe, de la Rivera y del Pacífico. En esta placa ocurre uno de los procesos tectónicos más significativos de la región caribeña norteamericana.

Se considera que los movimientos tectónicos de esta capa fueron los principales responsables de los terremotos que devastaron Guatemala y México hace casi 20 y 40 años, respectivamente. La placa de Cocos es una de las capas tectónicas más pequeñas del planeta, junto con la placa Scotia, la Árabe y la del Caribe. 

Sin embargo, es una de las placas que más rápido se mueve, avanzando más de 75 milímetros cada año. Su movimiento causa subducciones con las placas adyacentes, lo que ocasiona terremotos en toda la región centroamericana.

Ubicación

La cercanía de la placa de Cocos con la costa mexicana, y con la región centroamericana en general, hace que sus movimientos puedan causar terremotos en cualquier país centroamericano que se encuentre cercano a la costa.

Como consecuencia de esto Chiapas sufrió un terremoto en 2017, el cual se cree fue consecuencia de los movimientos tectónicos de esta placa terrestre.

Los estados mexicanos mayormente afectados por los movimientos de la placa de Cocos son: Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Jalisco, Nayarit, Colima, Sonora y la Baja California Sur.

La placa de Cocos se encuentra del lado oeste de México. Al norte limita con la Placa norteamericana, la cual engloba todo el norte del continente. Al este limita con la placa del Caribe, la cual se ubica en el mar Caribe y en el norte de Sudamérica.

Al oeste, la placa de Cocos limita con la vasta placa del Pacífico, mientras que al sur limita con la placa de Nazca, con la cual suele compartir movimientos tectónicos y ocasionar temblores en la superficie del planeta.

Características de la placa de Cocos

Origen

La placa de Cocos se originó hace millones de años, luego de que la antigua placa de Farallón se fracturase en varias placas pequeñas.

La placa de Farallón era una antigua placa ubicada en lo que hoy es Norteamérica, la cual se fragmentó en varios pedazos luego de la separación de Pangea en el Período Jurásico.

Con el pasar del tiempo, los procesos de subducción de esta placa hicieron que se ubicase completamente por debajo de la placa Norteamericana moderna. Lo único que queda de esta placa son las placas de Juan de Fuca, Gorda y Explorador.

Además, tanto la placa de Nazca como la placa de Cocos son producto de la subducción de esta antigua placa prehistórica. Una gran parte de toda Norteamérica está conformada por restos de la subducción de la placa de Farallón.

Relación con la expansión del suelo marino

Las placas como la de Cocos se crean luego de que ocurre un proceso denominado “expansión del suelo marino”. Esta teoría asegura que la corteza del océano se forma en conjunto con la creación de cadenas montañosas submarinas.

La placa de Cocos se formó como consecuencia de la solidificación del magma, el cual sale del centro de la Tierra tras encontrarse con el agua del océano.

Las características de los movimientos de expansión del suelo marino son las mismas que presenta la placa de Cocos, lo que hace que comparta las mismas peculiaridades físicas que el resto de las otras grandes capas terrestres.

Esto es solo en lo que respecta a su composición; los movimientos de cada una son distintos y, en muchos casos, independientes.

Material y movimiento

La placa de Cocos —al igual que el resto de las placas tectónicas del planeta— se encuentra justo encima de la astenosfera terrestre, una capa de piedra y minerales que está parcialmente derretida. La contextura de esta capa es lo que permite el desplazamiento de las capas del planeta.

Usualmente, las placas no se mueven más de unos pocos milímetros al año. Sin embargo, la de Cocos es una de las que más desplazamiento registra, en parte gracias a la ubicación que tiene con respecto al resto de las placas del planeta.

El movimiento de las placas está relacionado entre una y otra. Es decir, si la placa de Nazca se desplaza, la placa de Cocos también se moverá en respuesta al movimiento inicial de su adyacente.

La placa de Cocos es rígida y no se derrite fácilmente con el calor de la astenosfera; esto ayuda al movimiento de la capa. Sin embargo, los choques de subducción entre una capa y otra ocasionan movimientos bruscos que se sienten en la superficie en forma de terremotos.

Además, cuando dos placas son divergentes, el movimiento que ocasionan causa que el magma sea expulsado desde las profundidades del planeta, lo que a su vez ayuda al movimiento de las placas.

Posibles interacciones con las placas del Pacífico y de Nazca

Además del movimiento que se ocasiona cuando dos capas divergentes interactúan entre sí, las placas oceánicas pueden tener conexiones convergentes. Cuando dos placas convergen, significa que ambas se están aproximando la una a la otra.

En este caso, la placa que esté en un estado más denso es la que termina deslizándose por debajo de la otra placa. Por ejemplo, en un encuentro entre la placa de Nazca y la placa de Cocos, el límite más denso es arrastrado, lo cual causa que la capa sea arrastrada hacia la parte inferior de la menos densa.

Este proceso conlleva a la formación de volcanes (luego de varios siglos de movimientos tectónicos). Las fracciones de la placa más densa son “recicladas” por la Tierra y pueden volver a elevarse miles de años después.

Este tipo de movimientos también es responsable de formar montañas con el pasar del tiempo. Evidentemente, la mayoría de estos movimientos ocurren durante el transcurso de varios años.

Capacidad de causar terremotos

Una de las razones por las cuales los terremotos son tan comunes es por la fricción que se genera cuando las capas chocan sin encontrarse de manera divergente ni convergente. La interacción menos devastadora para las capas es la de transformación.

Cuando ocurre un movimiento de transformación, no sucede ningún tipo de subducción. En cambio, las placas se mueven entre sí y originan una gran cantidad de fricción.

Este tipo de fricciones no es capaz de producir montañas o volcanes, pues el suelo no se eleva. Sin embargo, estas fricciones traen un gran riesgo de terremotos para la superficie.

Cuando se genera fricción entre dos placas de la Tierra las mayores consecuencias se ven en la capa más alta de la litosfera, donde habitan los seres humanos.

Composición

Las placas oceánicas, tales como la placa de Cocos, están compuestas de un tipo de piedra llamada roca basáltica. Esta roca es mucho más densa y pesada que el material que compone a las placas continentales.

En su mayor parte, las placas continentales están compuestas de granito, el cual está conformado por minerales como el cuarzo. El cuarzo, comparado con la roca basáltica, es mucho más liviano en lo que respecta a su composición.

La capa de la corteza terrestre que se encuentra debajo de las placas oceánicas no suele tener más de 5 kilómetros de grosor. Esto se debe al alto peso que tienen los minerales basálticos que conforman estas placas.

Por otra parte, otro tipo de placas que sí son continentales —como la placa Norteamericana, vecina de la placa de Cocos—, tienen una corteza inferior mucho más gruesa. En algunos casos, la corteza que se ubica por debajo de las placas continentales supera los 100 kilómetros de grosor.

Estas composiciones afectan las interacciones que tienen las placas entre sí. La densidad de las placas oceánicas ocasiona que los movimientos entre capas hagan que la subducción mantenga en la parte superior a las capas continentales, mientras que las placas oceánicas pasan a un plano inferior.

Estos movimientos ocurren de manera lenta pero continua en todas las placas del planeta, incluida la placa de Cocos.

Límites

Los límites que separan a la placa de Cocos del resto de las capas que la rodean no pueden ser apreciados a simple vista, pues estos se ubican por debajo de la superficie terrestre, en los océanos.

Sin embargo, es posible determinar el lugar exacto donde se encuentran estos límites gracias a la tecnología satelital moderna.

Los límites o fronteras de las placas terrestres suelen ser centros donde hay bastante actividad volcánica. Además, es allí donde se generan principalmente los terremotos, pues estos límites son el lugar donde diversas capas chocan entre sí.

Cambios

La placa de Cocos suele cambiar su forma con el tiempo. De por sí, la forma de la placa de Cocos es bastante irregular y no sigue un patrón geométrico determinado. El tiempo y los movimientos de subducción y transformación hacen que la capa se fracture, cambiando su forma con el pasar de los siglos.

Es probable que la placa de Cocos desaparezca completamente en un futuro, si los movimientos de subducción hacen que se desplace hacia la parte inferior de alguna capa continental vecina.