La Primera Guerra Mundial, llamada por aquel entonces la Gran Guerra, fue un conflicto bélico internacional con epicentro en Europa que abarcó desde 1914 hasta 1918. Veamos en desarrollo sus principales causas y consecuencias.
Causas de la Primera Guerra Mundial
Radicalización del nacionalismo
Hacia finales del siglo XIX ya se había consolidado la ideología del nacionalismo en el imaginario europeo. El nacionalismo planteaba la idea de que un pueblo estaría unido sobre la base de una cultura, lengua, economía y geografía compartida, y que de allí brotaría un destino para el cual habría nacido.
Junto a ello, el nacionalismo abrazaba y se abraza a la idea de que la forma legítima de administrar la nación es un auto-gobierno nacional.
En estas circunstancias, las naciones ya conformadas lucharían por crear un repertorio de símbolos y elementos para definir su identidad y competir contra otros en la consecución de su destino. En aquellas regiones donde persistían modelos imperiales, como el Imperio otomano y el Imperio austrohúngaro, comenzaba un proceso de erosión.
Vea también Nacionalismo.
Desarrollo exponencial de la industria armamentística
La industria armamentística alcanzó también un elevadísimo nivel de desarrollo, que implicó el diseño de nuevo y mejor armamento: armas biológicas, lanzallamas, ametralladoras, granadas, tanques de guerra, acorazados, submarinos, aviones, etc.
Los países habían invertido grandes cantidades de dinero en la fabricación de estas armas y había quienes estaban deseosos de usarlos.
Expansión del imperialismo europeo
En el siglo XX tuvo lugar un exceso en la producción de bienes de consumo industrializados, lo que exigía nuevos mercados, así como la adquisición de más y nuevas materias primas.
Azuzados por el nacionalismo, y habiendo perdido el control sobre América en el siglo XIX, los Estados europeos comenzaron la competición por dominar el territorio africano como cantera de recursos, así como la competición por el control de los mercados no europeos.
El imperialismo representó un grave problema interno para Europa debido, entre otros factores, a la desigualdad en el reparto de las colonias africanas.
Mientras Gran Bretaña y Francia concentraban más y mejor territorio, Alemania tenía poco y era menos ventajoso, y el Imperio austrohúngaro reclamaba alguna participación en el reparto.
Vea también Imperialismo.
Tensiones geopolíticas en Europa
La situación no era mejor en el seno de Europa. Las naciones luchaban entre sí para extender sus zonas de control y demostrar su poder. Así, se abrieron una serie de conflictos dentro de la región que exacerbaron las tensiones. Entre estos podemos mencionar:
- Conflicto franco-alemán: desde la guerra franco-prusiana que tuvo lugar en el siglo XIX, Alemania, bajo el liderazgo de Bismark, había logrado anexionar Alsacia y Lorena. En el siglo XX Francia vuelve a reclamar el dominio sobre la región.
- Conflicto anglo-alemán: Alemania rivalizaba por el control del mercado con Gran Bretaña, que lo dominaba.
- Conflicto austro-ruso: Rusia y el Imperio austrohúngaro se disputan el control de los Balcanes.
Formación de alianzas internacionales
Todos estos conflictos despertaron la creación o renovación de alianzas internacionales orientadas teóricamente a controlar el poder de unos países sobre otros. Estas alianzas fueron:
- La unión alemana en manos de Otto von Bismarck (1871-1890), la cual pretendía conformar una unidad germánica y sirvió para contener a Francia temporalmente.
- La Triple Alianza formada en 1882. En esta, inicialmente se encontraban Alemania, el Imperio austrohúngaro e Italia. Sin embargo, durante la guerra, Italia no brindará su apoyo a la Triple Alianza y se pondrá del lado de los Aliados.
- La Triple Entente, establecida en 1907 contra Alemania. Los países que la conformaron originalmente fueron Francia, Rusia y Gran Bretaña.
Vea también Triple Entente.
Asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria.
El asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria fue, no tanto una causa, como sí un detonante de la Primer Guerra Mundial.
Se produjo el 28 de junio de 1914 en la ciudad de Sarajevo, capital de lo que para entonces era una provincia del Imperio austrohúngaro, Bosnia-Herzegovina. Fue perpetrado por el extremista Gavrilo Princip, miembro del grupo terrorista serbio Mano Negra.
Como consecuencia inmediata, el emperador austrohúngaro, Francisco José I, decide declarar la guerra en contra de Serbia el día 28 de julio de 1914.
La alianza franco-rusa se levantó en defensa de Serbia y Gran Bretaña se alineó con ellos, en tanto que Alemania se posicionó en favor del Imperio austro-húngaro. Así dio inicio la Primera Guerra Mundial.
Vea también Primera Guerra Mundial.
Consecuencias de la Primera Guerra Mundial
Pérdidas humanas y materiales
La Primera Guerra Mundial fue el primer conflicto bélico de escala masiva conocido por la humanidad. El saldo fue realmente terrorífico, y dejó a Europa sumida en miles de dificultades.
¿El problema mayor? Los europeos fueron al campo de batalla con la mentalidad del siglo XIX, pero con la tecnología del siglo XX. El desastre fue descomunal.
Desde el punto de vista humano, la Gran Guerra, como entonces se le conocía, dejó un saldo de muertes de 7 millones de civiles y 10 millones de soldados durante los ataques, solo durante los ataques.
Aparte, se considera el impacto de las muertes indirectas producidas por hambrunas, por la expansión de enfermedades y por accidentes discapacitantes ocasionados durante los ataques, los cuales generaron problemas como invalidez, sordera o ceguera.
Firma del Tratado de Versalles
La Primera Guerra Mundial finaliza con la firma del Tratado de Versalles, a partir del cual se establecen condiciones de rendición para los alemanes, cuya gravedad será una de las causas de la Segunda Guerra Mundial
Con la firma del Tratado de Versalles, se aprobó la conformación de la Sociedad de Naciones en 1920, antecedente inmediato de la Organización de Naciones Unidas. Este organismo velaría por mediar entre los conflictos internacionales a fin de garantizar la paz.
Vea también Tratado de Versalles.
Consecuencias económicas
En términos económicos, la Primera Guerra Mundial significó grandes pérdidas de dinero y de recursos. Lo primero fue la destrucción del parque industrial, especialmente el alemán.
En términos generales, europa se vio expuesta a un aumento de la brecha social entre ricos y pobres, derivada tanto de las pérdidas materiales como de la discapacidad física tras el combate, la viudez y la orfandad inducidas.
Las sanciones económicas establecidas contra Alemania dejarían sumido al país en la pobreza extrema y dificultaría su recuperación, lo que generaría un gran malestar y resentimiento en contra de los países aliados.
A pesar de todos los esfuerzos europeos por mantener su dominio, la Primera Guerra Mundial le propinó un duro golpe económico que minó su hegemonía internacional y favoreció el ascenso de la hegemonía económica norteamericana.
Consecuencias geopolíticas
Como consecuencia de la Primera Guerra Mundial, desaparecieron los imperios alemán; austrohúngaro; Imperio otomano y ruso. Este último se vio fracturado por la Revolución rusa que tuvo lugar en 1917, movida, entre otras razones, por la participación de este Imperio en la Gran Guerra.
El mapa europeo se reestructuró y aparecieron naciones como: Checoslovaquia, Hungría, Estonia, Finlandia, Letonia, Lituania, Polonia y Yugoslavia.
Además, Alemania sufrió grandes pérdidas territoriales que, numéricamente, representaron el 13% de sus dominios solo en Europa.
Alemania debió entregar Alsacia y Lorena a Francia; a Bélgica entregó las regiones de Eupen y Malmedy; a Dinamarca, el norte de Schleswig; a Polonia, algunas regiones de Prusia Occidental y Silesia; a Checoslovaquia, Hultschin; a Lituania, Memel y, finalmente, a la Sociedad de Naciones le cedió el control de Danzig y la región industrial de Saar, que quedó bajo su administración por unos tres lustros.
A esto se sumó la entrega de sus colonias en ultramar, las cuales fueron repartidas entre los aliados.
Vea también Revolución rusa.
Consecuencias ideológicas
Las consecuencias de la Primera Guerra Mundial no fueron solo económicas o materiales. Nuevos discursos ideológicos aparecerían en la escena.
A la extrema izquierda, la expansión del comunismo, que había ascendido por primera vez al poder con la Revolución rusa de 1917, desde su formulación teórica en el año 1848.
A la extrema derecha, el nacimiento del nacional-socialismo (nazismo) en Alemania y del fascismo en Italia, con sus respectivos focos de irradiación.
A pesar de sus profundas diferencias, todas estas teorías tendrían el común el rechazo al modelo del capitalismo liberal.
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