Sabemos que las principales sustancias contaminantes del aire son monóxido de carbono, dióxido de carbono, dióxido de azufre, metano, monóxido de nitrógeno, ozono, clorofluorocarbonos y similares. Pero ¿de dónde provienen, qué los produce y qué consecuencias traen al medio ambiente y a la salud? Conozcamos detenidamente cuáles son las causas y consecuencias de la contaminación del aire.
Causas de la contaminación del aire
Consumo de combustible fósil y emisión de smog
La mayor parte del parque automotor en el mundo, así como otras maquinarias, se mueven con combustible fósil. Este tipo de combustible es una de las fuentes principales de contaminación atmosférica, pues genera alta concentración de gases, especialmente de dióxido de carbono.
El dióxido de carbono, junto al polvo en suspensión, el hollín y otros elementos, produce una nube baja y densa que se cierne sobre las regiones con actividad urbana e industrial. Esta especie de nube altera el aire que respiramos y, además, hace que el calor de la actividad humana se condense y se eleve la temperatura ambiental.
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Prácticas agrícolas y agropecuarias
Los sectores agrícola y agropecuario tienen un impacto en la contaminación del aire. En el caso del sector agropecuario, el aumento exorbitante del número de reses y, con ellas, el aumento de las emisiones corporales de gas metano y dióxido de carbono, son parte de las causas de contaminación atmosférica.
Esto, junto a las prácticas agrícolas como el uso de fertilizantes y plaguicidas, representan un daño importante debido a su escala. Un balance recogido por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) en su página oficial recoge los siguientes datos:
“El ganado representa aproximadamente el 40 por ciento de las emisiones globales, los fertilizantes minerales el 16 por ciento y la combustión de biomasa y residuos de cultivos el 18 por ciento aproximadamente. El amoníaco es un acidificante todavía mayor que el dióxido de azufre y los óxidos de nitrógeno.”
La actividad industrial
Los procesos industriales contaminan de manera importante el aire que respiramos, al ser fuente de emisión de sustancias químicas y minerales en la atmósfera. La actividad industrial se suma de esta manera a las fuentes productoras del smog.
Gestión de desechos
La gestión de desechos sólidos es también fuente de contaminación del aire. Además de causar malos olores, los residuos sólidos generan gases como metano el y dióxido de carbono, acrecentando más contaminación a la atmósfera.
El problema se agrava cuando se aplican técnicas indiscriminadas de incineración, que suponen grandes emisiones de humo, gases tóxicos y partículas que comprometen la respiración de todos los seres vivos.
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Uso de químicos como aerosoles, gases para refrigeración, esmaltes y otros solventes
La actividad cotidiana, sea en los hogares o en los lugares de trabajo, también impacta en la contaminación atmosférica. El uso de aerosoles, gases para refrigeración, esmaltes y otros solventes son algunos de los productos más contaminantes.
Gases y partículas emanados de erupciones volcánicas
Las erupciones volcánicas vienen siempre acompañadas de la emisión de gases tóxicos, así como de la expulsión de material carbonizado y polvo que se acumula en la atmósfera, lo que obliga a la evacuación de las zonas aledañas.
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Partículas de polvo
La acumulación de partículas de polvo en el aire se suma a las causas de contaminación atmosférica. Un aire cargado de partículas de polvo es un aire irrespirable.
Incendios forestales
Los incendios forestales son una fuente de dióxido de carbono. El humo que producen, así como las partículas que resultan de la combustión, impiden la respiración.
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Emisiones de compuestos orgánicos volátiles
Las emisiones de compuestos orgánicos volátiles (COV) afectan el aire que respiramos. Ellos contienen, por ejemplo, tetracloruro de carbono, que afecta la capa de ozono.
Además, los COV producen el llamado smog fotoquímico, que no es otra cosa que una niebla marrón-rojiza. Sus principales daños se producen en la salud respiratoria.
Como ejemplo de COV podemos mencionar pinturas y barnices, los cuales se usan tanto en el hogar como en distintas industrias como la siderúrgica, la maderera, la cosmética y la farmacéutica.
Consecuencias de la contaminación del aire
Efecto invernadero
El efecto invernadero consiste en el aumento de la temperatura ambiental que se produce como consecuencia del aumento desproporcionado de gases tóxicos, especialmente dióxido de carbono.
Vea también Efecto invernadero.
Lluvia ácida
La lluvia ácida es la que se produce por acumulación de sustancias en el aire como ácido sulfúrico y nítrico, los cuales provienen especialmente de las emisiones producidas por motores de combustible fósil. De esta manera, la lluvia ácida aumenta la contaminación del suelo y la contaminación del agua.
Vea también Lluvia ácida.
Variaciones en el comportamiento meteorológico
Investigaciones recientes sugieren que el carbono negro afecta la calidad de las nubes, así como su comportamiento, lo que tiene una incidencia en los ciclos meteorológicos. En consecuencia, se registran cambios en los patrones de pluviosidad en diferentes regiones del mundo.
Daño a la capa de ozono
La capa de ozono se encarga de proteger a la tierra de los rayos ultravioleta (UV). Con la progresiva industrialización, esta se ha visto disminuida por la acción de la contaminación atmosférica, ya que el ozono es destruido por las moléculas de cloro y bromo que provienen del clorofluorocarbono (CFC).
Una de las consecuencias más alarmantes de este problema es la propagación de enfermedades cutáneas, incluido el cáncer de piel.
Vea también Ozono.
Daño en los materiales
Los gases y partículas en el aire también pueden ser causa del daño de ciertos materiales que resultan afectados por la interacción con dichas sustancias.
Reducción de la visibilidad
La contaminación atmosférica genera una reducción de la visibilidad debido a la acumulación de smog y partículas en suspensión, llamadas también material particulado.
Las partículas que resultan de estos procesos, por ejemplo, las partículas del carbón, absorben la radiación solar y la modifica, lo que genera la capa densa característica que cubre el cielo de las ciudades y aumenta la temperatura.
Contaminación de los alimentos
El viento arrastra las partículas y gases en el aire, de manera que los alimentos se ven expuestos a sus efectos. Esto aumenta la posibilidad de sufrir problemas alergénicos e intolerancias alimentarias por acumulación de los factores contaminantes dentro del organismo.
Consecuencias para la salud
Respirar aire contaminado trae serias consecuencias para la salud. Entre ellas podemos contar enfermedades respiratorias de gravedad (asma, alergias, neumonía, cáncer de pulmón), intoxicación por consumo de agua o alimentos contaminados por el aire, mareos, dolores de cabeza sin razón aparente, enfermedades cardiovasculares, etc.
Asimismo, el debilitamiento de la capa de ozono impide que los rayos UV se filtren de la manera correcta, aumentando los riesgos de cáncer de piel y otros problemas cutáneos.
Los grupos más vulnerables son los niños, los ancianos, los enfermos que ya poseen una condición previa o genética y, por supuesto, los sectores empobrecidos que no tienen acceso a una adecuada atención médica.
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