La contaminación ambiental es hoy en día es una amenaza concreta y directa a la calidad de vida y a la subsistencia. Aunque resulta muy difícil revertir totalmente los daños, podemos minimizar el impacto de la acción humana en el entorno y reducirla.
Aquí te proponemos más de una solución para reducir la contaminación ambiental.
Reutiliza
Fuente: El comercio, Perú.
La industria y las estrategias de mercadeo nos ha acostumbrado a comprar y botar para luego volver a comprar, sin calcular el enorme impacto que esto genera en el ambiente. Tanto como puedas, reutiliza aquellas cosas que, normalmente, tirarías a la basura.
Si algo se ha dañado, repáralo. ¡No corras a comprar otro igual solo porque puedes! Si no tiene arreglo, o si se trata de un producto que ya se ha consumido, entonces, dale un nuevo uso a los elementos útiles.
Por ejemplo, tus frascos de mayonesa pueden convertirse en hermosas y creativas lámparas para tu jardín, tu pórtico o tu sala.
Recicla
Una forma de reducir la contaminación ambiental es ayudar en el proceso de reciclaje. ¿Cómo puedes hacerlo? Clasifica la basura en tu casa (basura orgánica, papel/cartón, vidrio, plástico y aluminio) y viértela en los contenedores especiales para ello.
Vea también: Símbolo de reciclaje.
Reduce
Reduce el consumo. ¡Sí! Tal como lo oyes. Si no necesitas algo realmente, ¿para qué lo vas a comprar? No necesitamos tantas cosas como nos hacen creer, y muchas de nuestras necesidades, las podemos resolver de otra manera.
Por ejemplo, reduce la compra de agua embotellada. ¿Sabías que el agua embotellada es una de las principales fuentes de contaminación en plástico? ¿Sabías también que en los países donde el agua de grifo es potable, el agua embotellada tiene el mismo origen que la de tu casa?
No desperdicies tu dinero y ayuda a prevenir la acumulación de plástico en el ambiente.
¿Otro ejemplo? Te lo damos: ¿para qué las pajillas? Son plástico inútil y peligroso para el ambiente, que no te va a garantizar que las bacterias se mantengan lejos de tu organismo. ¡Descártalas!
Siembra y cuida
El aire que respiramos cada vez está más contaminado. No es solo por la emisión de gases tóxicos, sino también por la progresiva deforestación. Comienza por limpiar el aire de tu hogar.
Llena tu casa de plantas que purifiquen el ambiente, tanto en el interior como en el exterior. Y cuando puedas, participa activamente en campañas de reforestación.
Además, protege y cuida el ambiente verde a tu alrededor. No hagas fogatas en la montaña, no cortes pinos en los bosques, y no consientas en prácticas que destruyan o alteren la vegetación.
Elimina el uso de pesticidas y aerosoles
Cuando plantes tu jardín o cuides tus matitas, no uses pesticidas. Además, evita toda clase de aerosoles, o al menos confirma que sean seguros para el ambiente.
No arrojes el aceite por las cañerías
Un solo litro de aceite de cocina puede contaminar hasta 40 mil litros de agua, sin hablar del daño que produce en las tuberías. No tires el aceite por las tuberías, ya sea en el fregadero o en el retrete.
¿Alternativas? Puedes hacer varias cosas. Por ejemplo, cuando el aceite usado esté frío, viértelo en un viejo envase de aceite o de agua que tengas sin uso y séllalo bien. Luego, deposítalo en los contenedores de “desechos no reciclables” o llévalos a un centro de reciclaje de aceite.
También pueden verter el aceite usado en varias láminas de papel periódico arrugadas para que absorban la mayor cantidad posible. ¿Su destino? El contenedor de “desechos no reciclables”.
Evita hacer ruido
La contaminación sónica también es un grave problema ambiental. Tanto como puedas, evita sumar más decibeles a la ya ruidosa ciudad.
Por ejemplo, usa la corneta o el claxon solo en caso de real necesidad. Cuando escuches música con tu teléfono, usa los audífonos y no molestes a los demás. En casa, no excedas el volumen recomendado de los equipos de audio.
Vea también Tipos de contaminación.
Invierte en energía renovable
Si está dentro de tus posibilidades, invierte en energía renovable. Compra paneles solares para complementar el sistema de energía de tu casa. A largo plazo, además, ahorrarás mucho dinero.
Opta por productos reutilizables
Sabemos que quieres y necesitas una vida más cómoda, pero los productos desechables para necesidades de larga duración son una de las causas más graves de acumulación de desechos no biodegradables.
Por ejemplo, los pañales representan el 50% de la basura acumulada en el mundo y mucha gente los tira al agua, lo que agrava el problema.
En el caso de los pañales, prueba usar aquellos hechos con materiales biodegradables. Pueden optar también por pañales ecológicos reutilizables. Cada vez hay más opciones en el mercado que puedes aprovechar.
Esta misma ecuación trata de aplicarla sobre otros productos. Antes de comprar algo, piensa si realmente lo necesitas, de qué material está hecho, y de qué manera puedes impactar menos el ambiente al usarlo.
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