Popularmente se habla de desastres naturales cuando un fenómeno de la naturaleza produce un daño grave o irreparable, dejando grandes pérdidas a su paso.
Aunque hay quien diga que no existen los "desastres naturales" en sí, sino consecuencias desastrosas de un fenómeno natural, en el uso común del lenguaje no se establece esta diferencia.
Así, cuando se habla de desastre natural, normalmente se refieren los siguientes tipos de fenómenos:
Sismos o terremotos
Los terremotos o sismos son fenómenos geológicos que consisten en el movimiento brusco de las capas telúricas de la Tierra debido a una fractura o deslizamiento. El choque entre las placas tectónicas produce ondas sísmicas que se expanden por el interior de la tierra y solo se normalizan cuando logran liberar toda la energía del movimiento y recuperar el equilibrio mecánico.
Vea también Sismo o Terremoto.
Erupciones volcánicas
Las erupciones volcánicas son fenómenos geológicos que consisten en la emisión violenta de material que procede del interior de la Tierra, transformado en lava y gases, como consecuencia del aumento de la temperatura del magma.
Vea también Erupción.
Maremotos y tsunamis
Un maremoto es un movimiento sísmico cuyo epicentro se ubica en el fondo del océano, lo que ocasiona el movimiento brusco de la masa acuática. Este movimiento sísmico puede producirse tanto por el choque de placas tectónicas como por una erupción volcánica.
Tsunami es una palabra de origen japonés que alude específicamente al fenómeno de expansión de una ola de proporciones gigantescas hacia la orilla, y siempre es consecuencia de un maremoto.
Por lo tanto, todos los tsunamis son maremotos, pero no todos los maremotos producen un tsunami. Los maremotos califican como fenómenos geológicos.
Vea también: Tsunami.
Deslizamientos (movimientos de masa)
En esta categoría se pueden reconocer los deslizamientos de masa de materiales, tales como nieve, hielo, rocas, tierra o vegetación que ruedan por una pendiente de manera descontrolada, destruyendo todo lo que encuentran a su paso.
Se pueden mencionar los siguientes:
- avalanchas o aludes, es decir, deslizamientos de nieve o hielo, junto a otros materiales que arrastre;
- corrimientos de tierra que resultan, muchas veces de temblores , erupciones volcánicas o inestabilidad del suelo.
- aluviones o corrimientos de lodo o barro, que resultan de la acción del agua que penetra el terreno.
Vea también Avalancha.
Inundaciones
La inundación es un fenómeno natural que consiste en la ocupación del espacio por el agua que ha sido desviada de su cauce natural debido a la acumulación desproporcionada de la misma. Puede ser resultado de lluvias intensas, del deshielo abrupto, de la acción de huracanes y tifones, de las crecidas de las mareas o de terremotos y tsunamis.
Vea también Inundaciones.
Fenómenos atmosféricos
Se refiere a todos los fenómenos producidos por el cambio de las condiciones atmosféricas. Sin embargo, no todos califican como "desastre natural". En esta categoría podemos mencionar los siguientes:
- los huracanes;
- los tornados;
- las tormentas eléctricas;
- las trombas o mangas de agua;
- las tormentas de granizo que causan daños graves a los cultivos;
- las sequías, que pueden producir hambrunas;
- las ondas de calor;
- las ventiscas;
- las tormentas de arena;
- los simún o “vientos venenosos” del Sahara.
Incendios forestales
Se llama incendio forestal al fuego que se expande por las zonas boscosas, y que causa estragos en la flora y fauna del perímetro afectado.
Este tipo de incendios suele ser difícil de controlar, debido al carácter altamente inflamable de los materiales, a la fuerza de los vientos (que lo expanden más rápido o lo hacen cambiar de dirección inesperadamente) y a la inaccesibilidad de las locaciones.
Ver también Incendio.
Desastres biológicos
Se refiere a las epidemias o pandemias que se expanden de manera descontrolada por la difusión de un agente infeccioso. Como ejemplo, podemos mencionar la Peste Negra en la Europa del medioevo.
Vea también Epidemia.
Fenómenos espaciales
Son aquellos fenómenos naturales que se producen en la órbita espacial y que tienen un efecto para el planeta Tierra, directo o indirecto. En esta categoría califican:
- los impactos de origen cósmico, popularmente llamados meteoritos, los cuales, de acuerdo a su tamaño, pueden producir importantes daños al chocar contra la tierra;
- las tormentas solares, que afectan los satélites, las misiones espaciales y las redes de comunicación.