Qué es Lluvia ácida:
La lluvia ácida es un tipo de precipitación que se caracteriza por contener sustancias contaminantes, como, por ejemplo, ácidos sulfúricos y ácidos de nitrógeno, que causan efectos nocivos sobre el medio ambiente.
La principal característica de la lluvia ácida es su nivel de pH, que oscila entre 5 y 3, es decir, menor al de la lluvia normal, que se ubica en 5,65. Esto se debe a la presencia de ácidos que se forman a partir del dióxido de azufre y los óxidos de nitrógeno.
Causas de la lluvia ácida
Los contaminantes atmosféricos son los que producen la lluvia ácida. Si bien tanto la capa vegetal en descomposición como los volcanes en actividad eruptiva pueden liberar algunos químicos que propicien la formación de precipitaciones ácidas, la principal causa de la emisión de sustancias tóxicas a la atmósfera está asociada al factor humano y su actividad industrial.
En este sentido, la quema de combustibles fósiles, como el carbón o el petróleo, en la industria y en las diversas actividades humanas (fábricas, centrales eléctricas, calderas de calefacción, automóviles), libera dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno a la atmósfera.
Estos compuestos, al entrar en contacto con el agua, el oxígeno u otras sustancias, reaccionan formando soluciones diluidas de ácido nítrico y ácido sulfúrico.
A continuación, se desplazan grandes distancias con ayuda del viento antes de precipitarse en forma de lluvia, rocío, llovizna, granizo, nieve o niebla.
Vea también Precipitaciones.
Consecuencias de la lluvia ácida
La lluvia ácida tiene efectos nocivos para el medio ambiente. Cuando esta cae a tierra en forma de precipitaciones afecta todas las superficies con las que entra en contacto, y fluye a través del terreno, ingresando en los acuíferos.
Por su carácter corrosivo, deteriora las superficies de las construcciones y edificaciones, afecta los suelos y los cultivos, las selvas y los bosques.
Sin embargo, donde es más dañino su efecto es en las aguas, pues eleva la acidez en los ríos, lagos, lagunas, arroyos, pantanos, etc., afectando la vida de muchos organismos acuáticos, lo que, a su vez, deriva en un estado de desequilibrio ambiental.
Vea también Equilibrio ambiental.
Prevención de la lluvia ácida
Luchar contra el fenómeno de la lluvia ácida implica adoptar una serie de medidas encaminadas a reducir las emisiones a la atmósfera de las sustancias contaminantes que la originan. Algunas medidas que podrían contribuir en ello serían:
- Usar fuentes de energía alternativas.
- Estimular el uso de gas natural.
- Incentivar el uso de transporte público en detrimento del transporte personal automotor.
- Implementar y ampliar sistemas de transporte eléctrico.
- Establecer regulaciones a la industria para disminuir la emisión de sustancias contaminantes.
- Reducir los niveles de azufre en los combustibles.
- Ahorrar energía en el hogar y el trabajo.
Sin embargo, la responsabilidad de crear controles e implementar regulaciones recae principalmente en los gobiernos y en la industria.
Vea también Impacto ambiental.