El comunismo es una doctrina ideológica, política, económica y social que propone la igualdad de clases sociales por medio de la supresión de la propiedad privada, la administración de los medios de producción por parte de los trabajadores y la distribución equitativa de la riqueza. Entre las principales características del comunismo, tanto ideológicas como pragmáticas, podemos señalar las siguientes:
1. Se fundamenta en la doctrina marxista
Carl Marx y Friedrich Engels son los ideólogos de este modelo de pensamiento. Juntos redactaron y publicaron en el año 1848 el Manifiesto Comunista. Marx profundizó sus planteamientos en su obra cumbre, El Capital, publicada en 1867. A partir de sus planteamientos, han surgido diferentes corrientes de pensamiento marxista y se han generado diversos regímenes políticos de tipo comunista, como los de la antigua URSS, Cuba, China y Corea del Norte, entre otros.
2. Nace como crítica al capitalismo
El comunismo nace como una crítica al capitalismo liberal desarrollado en Europa desde la revolución industrial, que había supuesto la transformación de los modos de producción y, en consecuencia, del orden social. Entre dichos cambios se cuentan: la consolidación de la alta burguesía como clase dominante, la aparición de la clase obrera o proletariado, la masificación de la sociedad, la absolutización del capital como valor social y la profundización de las desigualdades sociales.
3. Introduce los conceptos de estructura y superestructura
Según Marx y Engels, en la sociedad capitalista se puede distinguir una estructura y una superestructura. La estructura estaría conformada por la sociedad y el aparato productivo. La superestructura correspondería a las instituciones que controlan el imaginario social (la cultura) y justifican la desigualdad, tales como el Estado (capitalista), el sistema educativo, las instituciones académicas, la religión, etc.
4. Se justifica en el principio de lucha de clases
El comunismo se justifica por la existencia de la lucha de clases y la necesidad de alcanzar la igualdad socioeconómica. Si la alta burguesía es la propietaria de los medios de producción, el proletariado es la fuerza de trabajo y está subordinada al poder de la primera.
El comunismo plantea que en el capitalismo el proletariado no tiene control sobre los medios de producción, sobre los productos que elabora o sobre las ganancias que su trabajo genera. Esto deriva en explotación, opresión y alienación. Por ello, existe una tensión inherente al sistema que debe ser liberada por medio de la revolución y la instauración de un nuevo orden.
5. Concibe la alienación como un problema social
El comunismo sostiene que la alienación es un problema social y no estrictamente individual. La concibe como la naturalización y justificación ideológica de la desigualdad social, la explotación y la opresión. La alienación, según el comunismo, es promovida por la cultura dominante y es responsable de que el proletariado no tome conciencia sobre su condición, lo que favorece la perpetuación del sistema capitalista. Por lo tanto, la revolución pretende despertar la conciencia social.
Vea también:
6. Propone la eliminación de la propiedad privada
Para que sea posible la igualdad de clases y el fin de la explotación, el comunismo plantea eliminar la propiedad privada de los medios de producción, lo que se traduce en el control de los trabajadores sobre estos a través del sindicato y las organizaciones colectivas de base. Al no haber propietarios, no puede existir ni la explotación ni la desigualdad.
7. Es anti-individualista
El comunismo es contrario al individualismo, pues hace de la conciencia de clase un principio fundamental e interpreta el individualismo como un rasgo capitalista. Por ello, todo individuo es visto como expresión de su clase, y solo la clase proletaria es considerada como representación genuina del “pueblo” y del bien común. En este sentido, la auto-promoción social y la libertad económica individual no son bien vistas.
Vea también Características del capitalismo.
8. Combate a la burguesía
El comunismo ve a la burguesía como el enemigo a combatir. Esto no se limita solo a la alta burguesía, propietaria de los medios de producción, sino también a la mediana y pequeña burguesía que normalmente ocupa las instituciones estatales, académicas, profesionales, culturales y religiosas, responsables de la formación ideológica (superestructura).
9. Propone una sociedad autónoma
Desde el punto de vista teórico, el comunismo plantea que la sociedad aprenda, eventualmente, a regularse a sí misma sin necesidad de la intervención del Estado o de una élite gobernante. Ninguna experiencia histórica del comunismo ha llegado a este nivel.
10. Los regímenes comunistas se auto-promueven como conciencia del pueblo
Ya que llegar a ser una sociedad autónoma es un proceso largo, le corresponde al Estado revolucionario garantizar la distribución de la riqueza en los términos propuestos. Los regímenes comunistas pretenden actuar, pues, como la conciencia del pueblo, el único intérprete válido de sus necesidades y el único administrador de sus bienes (único distribuidor de la riqueza).
11. Promueve el unipartidismo
Para el comunismo, una sociedad igualitaria pasa por una cultura política unitaria, justificación para rechazar la diversidad ideológica y promover el unipartidismo. Sin embargo, ya que los regímenes comunistas se promueven a sí mismos como sistemas populares y democráticos, puede que el unipartidismo no derive en la ilegalización de los partidos opositores, pero sí en su desmoralización, persecución y arrinconamiento.
Vea también:
12. Tiende al capitalismo de Estado
En algunos modelos comunistas, los medios de producción expropiados permanecen bajo la tutela del Estado que, a su vez, controla a los sindicatos. Por ello, existe la tendencia del comunismo a derivar en un capitalismo de Estado, que actúa como un ente monopolizador.
13. Tiende al totalitarismo
Los regímenes comunistas tienden a penetrar todos los ámbitos de la vida social en virtud de sus principios anti-individualistas. Así, en los regímenes comunistas es común observar el control y censura de los medios de comunicación y los sistemas educativos, la injerencia del Estado sobre la familia, el unipartidismo, la persecución política, la prohibición de la religión, la estatización de los medios de producción, la estatización de la banca y el sistema financiero y la perpetuación de la élite gobernante en el poder.
Vea también: