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Coprofobia (miedo a las heces): causas y síntomas


La coprofobia, también conocida como escatofobia, es una fobia específica cuyos afectados manifiestan un miedo irracional e injustificado hacia los excrementos. Los pacientes de este raro trastorno sufren cotas altas de ansiedad cuando se encuentran ante una hez. De este modo, intentan rehuir ver o percibir excrementos siempre que pueden.

Aunque se trata de un malestar poco común, los afectados de coprofobia pueden ver su cotidianeidad alterada y sufrir un malestar que requiere tratamiento psicológico. En este resumen repasaremos en qué consiste la coprofobia, sus causas más frecuentes, sus síntomas y señales y distintos tipos de intervención que pueden ayudar a manejarla.

¿Qué es la coprofobia?

La coprofobia es una alteración de la ansiedad. Es una fobia específica poco habitual y que requiere de intervención sanitaria y/o psicológica en la mayoría de los casos.

Estos sujetos sienten una aversión extrema hacia las heces, apareciendo un miedo inusitado y exagerado hacia los excrementos. Este temor puede estar basado en ciertas creencias o pensamientos irracionales y generan una gran ansiedad.

Características y diagnóstico

No todos los temores o el rechazo hacia las heces pueden etiquetarse con el diagnóstico de coprofobia. De hecho, para que el diagnóstico sea fiable, será imprescindible que existan ciertos síntomas y características concretos. Son los siguientes.

1. Temor exagerado

El miedo hacia las heces que experimentan los afectados de coprofobia es claramente excesivo en su intensidad y en cuanto al malestar que genera. Esto hace que, al verse expuestos ante un excremento, su mente reaccione con síntomas agudos de ansiedad y nerviosismo.

Los excrementos no suponen una amenaza real para los seres humanos, pero los individuos afectados de coprofobia tiene cogniciones distorsionadas y las perciben como altamente amenazantes o peligrosas.

2. Pensamientos irracionales

El miedo que genera la coprofobia es de alta intensidad y exagerado porque no se basa en pensamientos racionales. Estas cogniciones distorsionadas generan ansiedad ante una falsa amenaza.

Las ideas distorsionadas y poco realistas acerca del potencial peligro de las heces son la causa del malestar que manifiesta el sujeto afectado.

3. Temor incontrolable

Otro síntoma característico de la coprofobia es que el temor es incontrolable. Esto es, el individuo afectado no cuenta con ningún recurso para gestionar el surgimiento de sensaciones negativas, así como las indeseadas respuestas de ansiedad.

4. Temor persistente

El miedo también se caracteriza por ser prolongado en el tiempo, es decir, persistente. No es un miedo que surja de forma aislada o puntual, en alguna etapa concreta o tras una vivencia determinada.

De este modo, el temor fóbico hacia las heces puede no solucionarse si no se toman las medidas psicológicas y se realiza una intervención clínica en el paciente.

5. Evitación

Por último, el miedo fóbico hacia los excrementos genera la conducta principal de esta fobia: la evitación. Los sujetos con esta fobia intentan evitar en lo posible exponerse a las heces, incluso escapando de forma súbita para evitar dicho contacto.

Síntomas La coprofobia es un trastorno de la ansiedad, puesto que sus síntomas son principalmente los de un paciente ansioso.

Las expresiones que tiene la coprofobia en la conducta y la mente del afectado pueden ser de tres tipos: síntomas cognitivos, síntomas físicos y síntomas comportamentales.

1. Síntomas físicos

El miedo que padecen las personas con coprofobia generan el surgimiento de una larga lista de alteraciones en el correcto funcionamiento de su organismo cuando el afectado se ve expuesto a excrementos.

Esta alteración es causada por un desajuste de la actividad normal del sistema nervioso autónomo. Este incremento puede conducir a una serie de señales propias de la ansiedad, como las siguientes:

  • Aumento del ritmo cardiaco
  • Aumento del ritmo en la respiración
  • Palpitaciones
  • Taquicardias
  • Tensión muscular
  • Sudoración
  • Sensación de irrealidad
  • Mareos, náuseas y vómitos

2. Síntomas cognitivos

Además de las señales físicas, la coprofobia también produce una serie de alteraciones de tipo cognitivo. Estas se fundamentan en ideas irracionales y pensamientos acerca del malestar y la amenaza que suponen los excrementos.

Estos pensamientos surgen con mayor fuerza e intensidad cuando la persona afectada es expuesta al elemento fóbico. Además, los síntomas físicos retroalimentan e incentivan la ansiedad que produce el estímulo fóbico.

3. Síntomas comportamentales

Por último, la coprofobia también presenta varios síntomas de tipo conductual o comportamental. Estas manifestaciones surgen como respuesta a los síntomas físicos y cognitivos, por el aumento de la ansiedad y el malestar general que sufre la persona afectada.

Los comportamientos más habituales en este trastorno son la evitación y la huida. La evitación se define como esa serie de comportamientos que hace el paciente con el fin de no entrar en contacto con los excrementos. Por otra parte, la huida es el comportamiento que se lleva a cabo cuando el individuo no puede evitar entrar en contacto con las heces y se aparta de forma instintiva del estímulo fóbico.

Causas

La coprofobia es una fobia que puede deberse a distintas causas y factores que pueden considerarse de riesgo.

La propensión a sufrir ansiedad, el condicionamiento vicario, el condicionamiento verbal, ciertos rasgos de personalidad o factores de riesgo genéticos hacen que una persona tenga más riesgo de desarrollar este trastorno fóbico.

Tratamiento

El mejor tratamiento para este tipo de fobias es la terapia psicológica. En concreto, la terapia cognitivo-conductual ha demostrado ser altamente efectiva para controlar los síntomas y devolver a la normalidad al sujeto.

Esta terapia se fundamenta en la exposición progresiva al estímulo fóbico. Lentamente, el paciente se va acercando (a lo largo de las sesiones de terapia) y habituando a las heces y aprende a gestionar su ansiedad y el malestar que siente.

Referencias bibliográficas:

  • American Psychiatric Association. DSM-IV-TR Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (2002). Barcelona: Masson.
  • Braunstein, N. A. (2015). Clasificar en psiquiatría. 2a. reimpresión. México: Siglo XXI