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Los 7 tipos de sedantes (y sus características)


¿Cuántos sedantes existen? Esta pregunta tiene muchas respuestas en función de lo que consideremos un sedante.

Si nuestra definición de sedante es cualquier medicamento hecho específicamente para dormir, calmar o tranquilizar los barbitúricos y las benzodiacepinas serían los fármacos que mejor representan a este grupo.

Sin embargo, si incluímos también los fármacos que tienen efectos sedantes, tanto secundarios como terapéuticos, la lista de los tipos de sedantes se hace más extensa.

A continuación veremos qué fármacos inducen en mayor o menor medida a la sedación.

Los principales tipos de sedantes (clasificados y explicados)

Los fármacos sedantes son aquellos medicamentos que inducen a efectos sedantes, tranquilizantes e hipnóticos.

En función de qué clasificación se consulte, unos consideran que los fármacos sedantes son principalmente los barbitúricos, aunque si miramos los efectos de varios psicofármacos podemos considerar también que hay antidepresivos, antipsicóticos y remedios naturales que entrarían en la categoría de sedantes.

Básicamente, cualquier fármaco que induzca algún efecto depresor en el sistema nervioso central se puede considerar un sedante, un tranquilizante o un medicamento hipnótico.

A lo largo del presente artículo vamos a ver qué medicamentos tienen efectos sedantes y, por lo tanto, se podrían considerar como pertenecientes a la categoría o, al menos, ser considerados como tales.

1. Barbitúricos

Los barbitúricos son un conjunto de fármacos derivados de una sustancia conocida como ácido barbitúrico. Su poder sedante sobre el sistema nervioso central es bastante conocido, siendo este uno de sus principales usos. La intensidad de sus efectos varía bastante dependiendo de la sustancia y la cantidad utilizada, y puede ir desde la sedación más bien suave a la anestesia más potente. Debido a esto, son recetados como potentes ansiolíticos, hipnóticos y anticonvulsivos y a veces como analgésicos.

Dado que son fármacos con alto potencial de adicción y pueden provocar la muerte por sobredosis, los barbitúricos han sido reemplazados por las benzodiacepinas en la práctica médica rutinaria de problemas como la ansiedad y el insomnio. No obstante, sigue habiendo uso de los barbitúricos, usándose en la anestesia general, la epilepsia y, en algunos países, el suicidio asistido.

Entre los barbitúricos encontramos:

  • Fenobarbital
  • Secobarbital
  • Pentobarbital
  • Amobarbital
  • Fenobarbital

Clases de sedantes

2. Benzodiazepinas

Las benzodiacepinas son sustancias cuya estructura química está compuesta por un anillo de benceno, el cual se une a otro de siete miembros heterocíclicos conocido como diazepina. Estos medicamentos poseen efectos sedantes, hipnóticos, ansiolíticos, anticonvulsivos, relajantes y amnésicos.

Gracias a su versatilidad y a que son fármacos más seguros que los barbitúricos, las benzodiacepinas se usan habitualmente en la terapia de la ansiedad y el insomnio, así como otros problemas como la epilepsia, la abstinencia alcohólica y los espasmos musculares.

Estos fármacos son usados para calmar el estado anímico de personas que han abusado de psicoestimulantes, además de tratar los estados de pánico provocados por intoxicaciones con alucinógenos. También se usan en procedimientos invasivos como la endoscopia o en intervenciones dentales, sobre todo cuando el paciente muestra ansiedad ante la intervención.

Entre las benzodiacepinas tenemos:

3. Antidepresivos

Si bien los antidepresivos son conocidos por ser la principal opción en el tratamiento farmacológico de la depresión, es cierto que algunos tienen efectos sedantes, tanto como efecto deseado a la hora de abordar un trastorno de ansiedad o algún tipo de condición psiquiátrica en la que el individuo está sobreexcitado, o bien en forma de efecto secundario no deseado.

3.1. Antidepresivos tricíclicos

Los antidepresivos tricíclicos son un grupo de medicamentos aplicados en el tratamiento de la depresión cuya estructura química se caracteriza por tener una cadena de tres anillos. Estos son uno de los tipos más importantes de psicofármacos usados en el tratamiento médico de los trastornos del estado de ánimo, tanto en la depresión como en los trastornos bipolares.

Entre los antidepresivos tricíclicos sedantes tenemos

3.2. Antidepresivos tetracíclicos

Son fármacos antidepresivos que, a diferencia de los anteriores, los tetracíclicos poseen cadenas de cuatro anillos. Dentro de este grupo podemos encontrar fármacos con propiedades sedantes como:

  • Amoxapina
  • Maprotilina
  • Mianserina
  • Mirtazapina
  • Trazodona

Cabe destacar que la mirtazapina y la trazodona son los antidepresivos con efectos sedantes más usados. De hecho, son dos fármacos que se usan como alternativa a otras sustancias con efectos hipnóticos pero que no han surtido efecto.

4. Antihistamínicos

Los antihistamínicos son conocidos como los fármacos usados en el tratamiento de las alergias, tanto para reducir sus síntomas como para eliminarlos. Actúan bloqueando la acción de la histamina, una sustancia química que se libera en el cuerpo cuando se da una reacción alérgica. Los antihistamínicos, como su nombre sugiere, actúan bloqueando la acción de la histamina durante las reacciones alérgicas.

La histamina tiene la función de mantener despiertas a las personas. Los receptores histamínicos H1 están en muchas partes del cuerpo, pero cerca de la mitad se encuentran en el hipotálamo, que regula entre otras cosas los ritmos del sueño y vigilia. Es debido a esto que, cuando tomamos un antihistamínico, nos produce somnolencia y calma.

5. Antipsicóticos

Los antipsicóticos, también llamados neurolépticos, son fármacos usados habitualmente para el tratamiento de los trastornos psicóticos, aunque no de forma exclusiva.

Se usan en trastornos como la esquizofrenia para hacer desaparecer las alucinaciones, y en los trastornos bipolares para reducir la sintomatología asociada a un episodio maníaco, con o sin síntomas psicóticos.

Los neurolépticos se usan también en problemáticas como la depresión, las lesiones cerebrales y las enfermedades neurodegenerativas que cursan con síndromes confusionales agudos. También son usadas para tratar las psicosis provocadas por el abuso de sustancias.

Tienen efectos sedantes, tanto terapéuticos como en forma de efectos adversos. Entre los efectos adversos que provocan estos medicamentos tenemos, a parte de la sedación, enlentecimiento de la conducción cardíaca, hipotensión, discinesia y acatisia tardía, agranulocitosis, aumento de peso y apetito incrementado, resistencia a la insulina, hiperglucemia e hiperlipidemia.

Tanto los antipsicóticos de primera (antipsicóticos típicos) como de segunda generación (antipsicóticos atípicos) bloquean los receptores de la vía de dopamina cerebral y algunos tienen efectos antihistamínicos y antieméticos, confiriéndoles su poder sedante. Esto hace que puedan prevenir el mareo y los vómitos, motivo por el cual algunos son recetados en pacientes de quimioterapia o como medicamentos para evitar el mareo.

Como hemos comentado, estos se pueden dividir en dos grupos, que veremos a continuación.

Antipsicóticos típicos (tranquilizantes pesados)

  • Flufenazina
  • Haloperidol
  • Tiotixeno
  • Trifluoperazina
  • Loxapina
  • Perfenazina
  • Proclorperazina
  • Clorpromazina
  • Levomepromazina

Antipsicóticos atípicos (tranquilizantes no pesados)

6. Remedios herbales sedantes

Si bien no son tan potentes como los psicofármacos, hay ciertos remedios herbales con efectos sedantes. Aunque no son opciones recomendables para el tratamiento de trastornos mentales graves como la depresión, trastornos bipolares y psicóticos, sí que se consideran una ayuda para el estrés y ansiedad no patológicos. Entre estos remedios herbales sedantes encontramos:

  • Nepeta
  • Valeriana
  • Mandrágora
  • Pasiflora
  • Justicia pectoralis
  • Piper methysticum (Kava)
  • Verbena officinalis

7. Otros sedantes

Por último tenemos un grupo compuesto por diferentes fármacos que se encuentran en diferentes grupos farmacológicos. Todos ellos presentan efectos sedantes, tanto como efecto terapéutico como en forma de efectos adversos. Entre ellos encontramos:

  • Eszopiclona
  • Ramelteon
  • Metacualona
  • Etclorvinol
  • Hidrato de cloral
  • Meprobamato
  • Glutetimida
  • Metiprilon
  • Gamma-hidroxibutirato
  • Alcohol etílico (bebida alcohólica)
  • Dietil éter (Éter)
  • Metil triclorado (Cloroformo)
  • Zopiclona
  • Zolpidem
  • Alpidem
  • Zaleplon

Efectos genéricos de los sedantes

Al existir tantos tipos de fármacos que se pueden considerar sedantes, los efectos que provocan en el sistema nervioso central son muy variados. Algunos de ellos aumentan la actividad del ácido gamma-aminobutírico o GABA, una sustancia química que inhibe la actividad cerebral y que da lugar tanto a efectos sedantes como hipnóticos. Es decir, son calmantes y producen somnolencia, siendo este el motivo por el que la mayoría de ellos son usados como tratamiento de la ansiedad y los trastornos del sueño.

Las personas que toman fármacos sedantes suelen sentirse soñolientas, manifestando problemas de coordinación durante las primeras semanas del tratamiento hasta que su organismo se ajusta a los efectos secundarios. Otros efectos, en cambio, pueden ser provocados porque el organismo del individuo reacciona de forma no esperada ante fármaco o bien por sobredosis:

  • Confusión
  • Mareos
  • Habla distorsionada
  • Problemas de concentración y memoria
  • Dolores de cabeza
  • Sequedad de boca
  • Problemas motrices
  • Respiración lenta
  • Menor presión arterial

Incluso pueden darse efectos secundarios opuestos a los efectos sedantes y calmantes, por los que son consumidos. Entre estos efectos encontramos:

  • Pesadillas
  • Ansiedad
  • Agresividad y ataques de ira
  • Irritabilidad

Según el fármaco y en función de si es seguro o no, cuando una persona lleva un tiempo tomando sedantes es posible que necesite dosis mayores para lograr los efectos terapéuticos. Este aumento de la dosis debe ser inicado y supervisado por un médico, puesto que el consumo continuo de sedantes puede conducir a la dependencia y provocar síntomas de abstinencia cuando se reduce súbitamente la dosis del fármaco o se deja por completo el tratamiento. En algunos casos, interrumpir el tratamiento con sedantes pueden provocar problemas de salud serios.