Tópicos Cerebro Neurociencia Neurotransmisor

​GABA (neurotransmisor): qué es y qué funciones desempeña


El GABA (ácido gamma-aminobutírico) es un neurotransmisor ampliamente distribuido en las neuronas del córtex cerebral. ¿Qué significa esto? Pues que el GABA es un tipo de sustancia que es utilizada por las neuronas del sistema nervioso a la hora de comunicarse entre sí a través de unos espacios (llamados espacios sinápticos) por los cuales se conectan entre ellas.

Ahora bien, el GABA es tan solo uno de muchos tipos de neurotransmisores de los muchos que actúan en el cerebro. Es por eso que realiza algunas funciones que otros neurotransmisores no hacen. Su función es la de ser un neurotransmisor inhibitorio.

GABA, el neurotransmisor inhibitorio

El GABA es un neurotransmisor (como la serotonina o la dopamina) y, por tanto, envía mensajes químicos por el cerebro y el sistema nervioso. En otras palabras, participa en la comunicación entre neuronas.

El rol del GABA es inhibir o reducir la actividad neuronal, y juega un papel importante en el comportamiento, la cognición y la respuesta del cuerpo frente al estrés. Las investigaciones sugieren que el GABA ayuda a controlar el miedo y la ansiedad cuando las neuronas se sobreexcitan.

Por otro lado, los niveles bajos de este neurotransmisor se asocian a trastornos de ansiedad, problemas para dormir, depresión y esquizofrenia. También se ha constatado que las neuronas jóvenes son más excitables que las antiguas, y esto es debido a la función que ejerce el GABA sobre las últimas.

El GABA Contribuye al control motor, la visión o regula la ansiedad, entre otras funciones corticales. Existen distintos fármacos que aumentan los niveles de GABA en el cerebro y se utilizan para tratar la epilepsia, la enfermedad de Huntington o para calmar la ansiedad (por ejemplo, las benzodiazepinas).

Hay que tener en cuenta, sin embargo, que aún se sabe poco de cuáles son las funciones y procesos en los que interviene el GABA, y por lo tanto es precipitado dar por sentado que su utilidad es simplemente la que he descrito. Además, este neurotransmisor interviene en mayor o menor medida en otras dinámicas de comunicación entre neuronas en las que otros neurotransmisores tienen un papel más relevante.

La relación del GABA respecto al miedo y la ansiedad

El GABA fue descubierto en 1950 por Eugene Roberts y J. Awapara, y desde entonces se han llevado a cabo diversos estudios para conocer mejor su relación con los trastornos de la ansiedad.

En las últimas décadas, las investigaciones sobre el GABA y las benzodiacepinas han sido numerosas, básicamente para buscar tratamientos contra las alteraciones patológicas del miedo y la ansiedad. Estos estudios han concluido que el GABA está implicado en dichas emociones, pero no parece que su papel sea otro que el de modulador inhibitorio de los otros sistemas de neurotransmisión como el de la noradrenalina.

Además, otros estudios también han aportado conclusiones interesantes respecto a como el efecto de este neurotransmisor es capaz de reducir los efectos del estrés en los individuos. En un experimento publicado el Journal of Neuroscience se demostró que cuando los individuos realizan ejercicio físico de forma regular, el nivel de neuronas GABA aumenta en el cerebro, lo que afecta al hipocampo ventral, una región del cerebro vinculada a la regulación del estrés y la ansiedad. Otro estudio, esta vez llevado a cabo conjuntamente por la Universidad de Boston y la Universidad de Utah, constató que también se produce un incremento de este neurotransmisor en los practicantes de yoga.

Para saber más sobre los beneficios psicológicos del ejercicio físico y del yoga puedes leer nuestros artículos:

¿Cómo se sintetiza el GABA?

El GABA se sintetiza a partir de la descarboxilación del glutamato gracias acción de la enzima glutamato descarboxilasa (GAD), un proceso que ocurre en las neuronas gabaérgicas en el cerebelo, los ganglios basales y muchas áreas de la corteza cerebral, también en la médula espinal. Si se inhibe la síntesis de este neurotransmisor se producen ataques convulsivos.

Los receptores GABA

Los receptores GABA probablemente son los más numerosos en el sistema nervioso de los mamíferos. Se estima que están presentes en al menos un 30-40% de las células nerviosas del cerebro de los humanos.

Existen tres tipos de receptores para el GABA: GABA-A, GABA-B y GABA-C. Este último es considerado un subtipo del receptor GABA-A, y también recibe el nombre de GABA-A rho.

El receptor GABA-A, el más conocido

El receptor ionotrópico GABA-A, que está situado en la membrana plasmática del terminal post sináptico, es el que se relaciona con las benzodiazepinas como el Diazepam (más conocido como Valium), los barbitúricos o el alcohol. Es el receptor más conocido y está compuesto de cinco subunidades polipeptídicas: α, β, γ, δ, ε, cada una con funciones distintas.

Si quieres saber más sobre este receptor, en el siguiente vídeo se explica la estructura y el funcionamiento del receptor GABA-A:

El receptor GABA-B es metabotrópico, y se encuentra en la membrana plasmática de los terminales pre y post sinápticos. El receptor GABA C, igual que el GABA-A, es ionotrópico.

Receptores ionotrópicos y metabotrópicos

Los receptores ionotrópicos reciben este nombre porque están acoplados a un canal iónico, que cuando se une el ligando a ellos el canal se abre y entra o sale un ion por el canal. En el caso del receptor GABA-A entra cloro (Cl-), lo que produce la respuesta inhibitoria. Su efecto es rápido pues solo hay que abrir el canal para producir la acción.

Por contra, los receptores metabotrópicos, como el GABA-B, son receptores más lentos y están acoplados a proteínas G, que, concretamente en el caso de este receptor, conducen a la activación de canales Potasio (K+) para la despolarización de la célula.

Otros neurotransmisores y sus funciones

Además del GABA, en Psicología y Mente ya hemos hablado de otros neurotransmisores y su funcionamiento dentro del cerebro. Entre ellos la serotonina, también conocida como la hormona de la felicidad, y la dopamina, un químico relacionado con las conductas placenteras y el refuerzo. Así que no te pierdas los siguientes artículos:

Referencias bibliográficas:

  • Bloom, F. 1994. Psychopharmacology. The fourth generation of progress. Raven Press.