Giro fusiforme: anatomía, funciones y áreas
El giro fusiforme es una estructura del cerebro, en forma de circunvolución, implicada en distintos procesos que tienen que ver con el procesamiento visual, la comprensión del significado de un texto escrito o el reconocimiento de las caras, entre otras funciones.
Como veremos más adelante, un daño en esta estructura provoca graves alteraciones sensoperceptivas.
En este artículo te explicamos qué es el giro fusiforme, cuál es su ubicación y estructura, cuáles son sus funciones y sus áreas principales, así como los trastornos más habituales relacionados con un daño en esta estructura cerebral.
¿Qué es el giro fusiforme?
El giro fusiforme es una circunvolución del cerebro que forma parte del lóbulo temporal y del lóbulo occipital implicada en aspectos como el reconocimiento visual de palabras y rostros o la identificación de categorías.
Esta circunvolución fue descrita por primera vez en 1854 por el anatomista Emil Huschke, quien etiquetó esta estructura con dicho nombre debido a que era más ancha en el medio que en sus extremos, con una forma similar a la de un huso.
Cabe señalar que la corteza cerebral contiene multitud de circunvoluciones y surcos que le dan ese aspecto arrugado tan característico a este órgano y que todos conocemos. Estos pliegues aumentan la superficie total del cerebro, de modo que permiten que se puedan agrupar más núcleos neuronales y, por lo tanto, que aumente asimismo la capacidad para procesar información.
Ubicación y estructura
A nivel neuroanatómico, el giro fusiforme es una de las mayores estructuras insertas en la corteza temporal ventral. Esta circunvolución cerebral está situada en la superficie basal de los lóbulos temporal y occipital, entre el giro parahipocampal y el giro lingual (medialmente), y el giro temporal inferior (lateralmente). . El giro fusiforme se compone de dos porciones: una porción temporal anterior y una occipital posterior. La parte más anterior de su porción temporal se encuentra cerca de los pedúnculos cerebrales y, por lo general, es curva o en forma puntiaguda, mientras que la porción occipital se halla por debajo del giro lingual.
El surco colateral separa el giro fusiforme del giro parahipocampal y el surco occipitotemporal lo separa del giro temporal inferior. Cabe señalar que el giro fusiforme forma parte del área 37 de Brodmann, junto con las circunvoluciones temporales inferior y medial.
Las áreas de Brodmann clasifican las distintas partes de la corteza cerebral según su implicación en diferentes funciones cognitivas y conductuales, formando un mapa topográfico del cerebro que ayuda a los profesionales del ámbito de la neurociencia a entender mejor el funcionamiento de cada estructura cerebral.
Funciones
La función principal del giro fusiforme implica el procesamiento de la información visual, incluida la identificación y diferenciación de objetos. Además del procesamiento visual de alto nivel, esta estructura cerebral participa en procesos cognitivos como la memoria, la integración multisensorial o la percepción.
En lo que respecta al lenguaje, esta área del cerebro está implicada en aspectos como la categorización semántica, la recuperación y la generación de palabras, la comprensión de metáforas o la conexión entre los componentes ortográficos y fonológicos; a nivel de procesamiento de la memoria, participa en el reconocimiento de recuerdos verdaderos y falsos, así como en la codificación espontánea.
También se cree que el giro fusiforme podría tener una estrecha relación funcional con el giro angular, ya que esta estructura está involucrada en el procesamiento de los colores. El giro fusiforme se comunica con la vía visual y el giro angular, lo que permitiría la asociación de colores y formas.
Por otra parte, si bien la relevancia funcional exacta del giro fusiforme sigue sin estar clara, se ha sugerido que podría estar implicado en los siguientes sistemas neurológicos relacionados con el procesamiento y reconocimiento de la información visual:
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Reconocimiento facial
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Reconocimiento corporal
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Reconocimiento de palabras
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Identificación de características dentro de categorías
El área fusiforme de las caras
El área fusiforme de las caras es, quizás, la estructura más conocida de esta región del cerebro. Se encuentra en la superficie lateral de la mitad del giro fusiforme y juega un papel fundamental en la identificación de caras, incluido el reconocimiento del rostro de uno mismo.
En la actualidad, existe un debate abierto en la comunidad neurocientífica acerca de si esta región se dedica únicamente al procesamiento de caras o de si también está involucrada en el reconocimiento de otros objetos. Una de las hipótesis (conocida como la hipótesis de la experiencia) sugiere que esta región sería importante para discriminar e individualizar objetos visualmente parecidos. Por ejemplo, cuando una persona experta en ajedrez identifica un peón o una reina.
Una de las controversias en torno a esta región surge a raíz de la observación de que esta área no se desarrolla completamente hasta la adolescencia, a pesar de que los bebés ya muestran cierta capacidad para diferenciar caras, como la de sus madres, y preferencia por caras femeninas. Los estudios con resonancia magnética tampoco han confirmado que esta área participe de dichas funciones.
Con todo, el giro fusiforme y el área fusiforme de las caras no constituye la única región cerebral que facilita la identificación de caras. Aunque el área fusiforme de las caras es un componente importante, se requiere de una red de distintos núcleos neuronales de la corteza capaz de reconocer rostros, incluidas las áreas adyacentes al lóbulo occipital (principal área encargada del procesamiento visual).
Trastornos relacionados
Uno de los trastornos más conocidos relacionados con el daño en el giro fusiforme es la prosopagnosia o ceguera visual, una afección que se caracteriza por la incapacidad de reconocer caras familiares (incluso la de uno mismo). Este trastorno puede ser consecuencia de lesiones aisladas en el área fusiforme de las caras del giro fusiforme.
Se sabe que otras funciones involucradas en el procesamiento visual, como el procesamiento de palabras, permanecen intactas en pacientes con prosopagnosia; cuando ésta es adquirida, generalmente resulta de una lesión en la circunvolución fusiforme y suele ocurrir en adultos, mientras que en la prosopagnosia congénita el sujeto nunca desarrolla la capacidad para reconocer rostros.
Otra afección que puede producirse por un daño en estructuras relacionadas con el giro fusiforme es la sinestesia, una condición neurológica que provoca que la estimulación de una vía sensorial genere una experiencia involuntaria en otra vía también sensorial; por ejemplo, ver colores cuando se escuchan ciertos sonidos.
Los subtipos más comunes de sinestesia incluyen: el grafema en color, que consiste en asociar cualquier signo o letras con un determinado color; y la música en color, cuando el individuo ve varios colores en función del tipo de música que escuche.
Por último, otra de las afecciones que se han relacionado con una menor activación y una menor densidad de la materia gris del giro fusiforme es la dislexia, un trastorno que provoca confusión y alteración de la precisión y la fluidez en la lectura,
Referencias bibliográficas:
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McCarthy, G., Puce, A., Gore, J. C., & Allison, T. (1997). Face-specific processing in the human fusiform gyrus. Journal of cognitive neuroscience, 9(5), 605-610.
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Snell, R. S. (2007). Neuroanatomía clínica. Ed. Médica Panamericana.