Texto Literario sobre el Amor

Texto Literario sobre el Amor

A continuación, hallarás algunos fragmentos de obras literarias que abordan el tema del amor, así como una breve reseña de sus respectivos autores.

“Los amorosos” (fragmento)

Autor: Jaime Sabines

Género: poesía

Los amorosos callan.

El amor es el silencio más fino,

el más tembloroso, el más insoportable.

Los amorosos buscan,

los amorosos son los que abandonan,

son los que cambian, los que olvidan.

Su corazón les dice que nunca han de encontrar,

no encuentran, buscan.

Los amorosos andan como locos

porque están solos, solos, solos,

entregándose, dándose a cada rato,

llorando porque no salvan al amor.

Les preocupa el amor. Los amorosos

viven al día, no pueden hacer más, no saben.

Siempre se están yendo,

siempre, hacia alguna parte.

Esperan,

no esperan nada, pero esperan.

(…)

Sobre el fragmento y el autor

Jaime Sabines (1926-1999) fue un poeta y político de nacionalidad mexicana, conocido como “el francotirador de la literatura” y considerado uno de los grandes creadores literarios mexicanos del siglo XX. Publicó numerosos poemarios, en los que el amor tiene una fuerte presencia, aunque hacia el término de su vida su obra se fue volviendo más política.

Sabines también recibió numerosos y prestigiosos premios nacionales de literatura, como el Premio Xavier Villaurrutia (1973) o el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Lingüística y Literatura (1983).

Este poema forma parte de una de sus últimas obras y es quizá el más conocido del autor. Aunque aquí hemos mostrado solo un fragmento, es posible ver que se trata de una descripción poética de quienes están enamorados, de sus conductas y sus obsesiones, observados por el poeta sin involucrarse, como quien observa un fenómeno de la naturaleza.

“Rayuela” (fragmento)

Autor: Julio Cortázar

Género: Novela

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad, elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde el aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces, mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llenas de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

(…)

Sobre el fragmento y el autor

Julio Cortázar (1914-1984) fue un escritor y traductor de nacionalidad argentina, considerado entre los más grandes autores latinoamericanos del siglo XX. Integrante del llamado “Boom Latinoamericano”, su obra ha sido catalogada como experimental y surrealista, y en ella predomina la prosa poética, aunque fue esencialmente un escritor de cuentos y novelas.

El fragmento que hemos presentado pertenece a su novela Rayuela (1963), quizá la obra más conocida del autor, en la que propuso un modo enteramente nuevo de leer una novela, ofreciendo al lector la posibilidad de saltar entre capítulos o de hallar su propio orden de lectura. Por ello se la suele llamar “antinovela” o “contranovela”. La trama tiene que ver con los amores del protagonista, Horacio Oliveira, con una mujer uruguaya llamada Lucía, a quien apodan a lo largo de la novela como “la Maga”.

“La llama doble. Amor y erotismo” (fragmento)

Autor: Octavio Paz

Género: Ensayo

El amor es una de las respuestas que el hombre ha inventado para mirar de frente a la muerte. Por el amor le robamos al tiempo que nos mata unas cuantas horas que transformamos a veces en paraíso y otras en infierno. De ambas maneras el tiempo se distiende y deja de ser una medida. Más allá de felicidad o infidelidad, aunque sea las dos cosas, el amor es intensidad; no nos regala la eternidad sino la vivacidad, ese minuto en el que se entreabren las puertas del tiempo y del espacio: aquí es allá y ahora es siempre. En el amor todo es dos y todo tiende a ser uno (…).

Sobre el fragmento y el autor

Octavio Paz (1914-1998) es uno de los grandes nombres de la literatura hispanoamericana. Fue un poeta, ensayista y diplomático mexicano, ganador en 1981 del Premio Cervantes y en 1990 del Premio Nobel de Literatura. Su obra, extensa y experimental, es difícil de clasificar en una sola tendencia estilística, ya que como poeta incursionó en diferentes movimientos artísticos. Sus ensayos, por otro lado, son muy valorados, y en ellos se abordan temas tan distintos como el amor, la construcción imaginaria de América Latina o el origen de la poesía.

En este fragmento que hemos extraído de su ensayo La llama doble. Amor y erotismo (1993), puede verse el modo en que reflexiona sobre la naturaleza del amor. Se trata de un libro en el que intenta explicar la forma en que hemos pensado el amor en Occidente, desde tiempos antiguos hasta la contemporaneidad, y lo hace a través de un lenguaje rico en metáforas y de un claro tinte poético.

“El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha” (fragmento)

Autor: Miguel de Cervantes

Género: Novela

Hízome el cielo, según vosotros decís, hermosa, y de tal manera que, sin ser poderosos a otra cosa, a que me améis os mueve mi hermosura; y, por el amor que me mostráis, decís, y aun queréis, que esté yo obligada a amaros. Yo conozco, con el natural entendimiento que Dios me ha dado, que todo lo hermoso es amable; mas no alcanzo que, por razón de ser amado, esté obligado lo que es amado por hermoso a amar a quien le ama. Y más, que podría acontecer que el amador de lo hermoso fuese feo, y, siendo lo feo digno de ser aborrecido, cae muy mal el decir “Quiérote por hermosa; hazme de amar aunque sea feo”. Pero, puesto caso que corran igualmente las hermosuras, no por eso han de correr iguales los deseos, que no todas hermosuras enamoran; que algunas alegran la vista y no rinden la voluntad; que si todas las bellezas enamorasen y rindiesen, sería un andar las voluntades confusas y descaminadas, sin saber en cuál habían de parar; porque, siendo infinitos los sujetos hermosos, infinitos habían de ser los deseos. Y, según yo he oído decir, el verdadero amor no se divide, y ha de ser voluntario, y no forzoso. Siendo esto así, como yo creo que lo es, ¿por qué queréis que rinda mi voluntad por fuerza, obligada no más de que decís que me queréis bien?

Sobre el fragmento y el autor

Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616) es el máximo autor de las letras hispanas. Fue un poeta, novelista y dramaturgo nacido en España, autor entre muchas obras de la que es considerada como la primera novela moderna: El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha (1605), una de las mayores obras de la literatura universal y el segundo libro más traducido y publicado de la historia de la humanidad, después de la Biblia.

Este fragmento que escogimos, sin embargo, no muestra ni al Quijote ni a su fiel escudero, Sancho Panza, sino que forma parte del monólogo de la pastora Marcela, quien se refiere al amor y el enamoramiento en términos muy avanzados para su época, lo cual constituye sin duda una muestra del genio de Cervantes. La pastora Marcela es casi una precursora del feminismo, ya que prefiere la soledad del campo a aceptar los mandatos amorosos que la sociedad les impone a las mujeres.

¿Qué es un texto literario?

Un texto literario es un tipo de escrito que va más allá del mero hecho de comunicar una idea o un sentido y que apuesta, por lo tanto, por brindar al lector una experiencia estética, o sea, una experiencia de la belleza. Esto quiere decir que un texto literario le da mucha importancia no solo a lo que dice, sino a cómo lo dice y a la pluralidad de significados que puede expresar a través de las palabras adecuadas.

Los textos literarios forman parte de la tradición artística de la humanidad desde tiempos remotos, es decir, de la literatura, y se organizan en grandes grupos conocidos como géneros, los cuales presentan rasgos básicos más o menos comunes. En la actualidad, los géneros literarios son: la poesía, la narrativa (el cuento, la novela, la crónica) y la dramaturgia (o sea, los textos teatrales).

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