Cuáles son los
Principales Contaminantes del Agua

La contaminación del agua o contaminación hídrica refiere a la alteración de las propiedades químicas de ésta, por lo general producto directo o indirecto de las actividades humanas, volviéndola no apta para su consumo por animales y seres humanos, e incluso para el uso recreativo, industrial, agrícola y pesquero. Por ejemplo: hidrocarburos, desechos radioactivos, relaves mineros.

Son numerosas las fuentes contaminantes que asedian actualmente a ríos, mares y lagos, e incluso al agua de la lluvia, y que desbalancean los ciclos biológicos que tienen lugar adentro suyo, acarreando extinciones, mutaciones, migraciones y daños ecológicos irreversibles que, a su vez, conllevan otros daños ambientales secundarios.

Existen numerosas iniciativas de combate contra la polución hídrica, pero resultan insuficientes de cara a la diaria inyección de elementos contaminantes que sometemos al planeta.

Puede servirte:

Contaminantes del agua

  1. Hidrocarburos. No sólo los grandes y dramáticos derrames de petróleo, tragedias ecológicas absolutas que acaban con animales, plantas y microorganismos por igual, sino también las pequeñas emisiones de diésel, gasoil, aceites y otros combustibles derivados del petróleo empleados en el transporte automotor marítimo, hacen sentir su presencia en el balance químico de las aguas, a partir de la introducción de sustancias nocivas de difícil eliminación por las cadenas bióticas ordinarias de los mares.

  1. Vertidos urbanos. Todos los líquidos que desechamos de nuestras casas por el drenaje van a dar, tarde o temprano, a los ríos o al océano. En ese sentido, nuestro modo de vida cotidiano les arroja toneladas de desecho orgánico, de solventes industriales, de limpiadores químicos y de aceites de consumo, que a menudo desbalancean la cadena trófica de los mares, promoviendo la proliferación de ciertas especies por sobre otras, o cuya descomposición desoxigena el agua, impidiendo la reproducción de las especies más débiles.
  2. Materiales de construcción. La industria de la construcción y la cementera vierten a menudo materiales de desecho a las aguas (mediante rutinas de limpieza o de eliminación de residuos), lo cual conlleva a la suspensión de elementos tóxicos (metales, polvos densos) en el agua, alterando poco a poco sus niveles de pH y haciéndolos menos compatibles con la vida.
  3. Sustancias y desechos agrícolas. Mucho del material de desecho de la industria agrícola y ganadera es vertido a los ríos, que lo conducen al mar. Esto incluye materia orgánica, abono sobrante y, a menudo, pesticidas, plaguicidas y agroquímicos de naturaleza tóxica, que se filtran a las aguas del subsuelo o son lavados por la lluvia y luego envenenan el agua. Muchas de estas sustancias luego se hallan en el interior de peces y mariscos que gustosamente comemos.

  1. Vertidos de centrales eléctricas. Las aguas tomadas por las plantas de generación de electricidad a menudo se encuentran a temperaturas distintas a las del mar o los ríos. Una vez retornadas esas aguas a su curso, varían la temperatura total del medio, causando daños ecológicos a las especies que dependen directamente de la temperatura del agua, e indirectamente a las que de ellas se alimentan.
  2. Relaves mineros. A menudo fruto de actividades de minería ilegal y por ende difícil de controlar, el derrame en los ríos de mercurio y otras sustancias empleadas en la extracción de minerales preciosos surte un grave efecto en la fauna y flora local, amén de la que acarrea la destrucción del suelo y la tala indiscriminada, actividades comunes a este ámbito industrial ilegal.
  3. Desechos comerciales sólidos. Mucho del material que descartamos va al mar o a los lagos, en donde se convierte en un agente nocivo para la fauna y flora local, debido a sus propiedades químicas o físicas. Los metales, por ejemplo, se oxidan en el agua y reaccionan alterando el balance químico de la misma, mientras el plástico, difícil de biodegradar, se acumula y a menudo va a dar al interior del cuerpo de peces, tortugas y aves, ocasionándoles la muerte.

  1. Desechos radiactivos. El gran punto en contra de las centrales eléctricas nucleares es que generan material radiactivo altamente dañino para la vida en todas sus formas y que sólo puede contenerse en barriles de plomo. Muchos de ellos son luego desechados al agua en mares profundos o fosas oceánicas, donde el ciclo de oxidación del plomo los libera antes de que haya culminado su vida activa, esparciendo la radiactividad a todas las especies locales.
  2. Desechos químicos industriales. La mayoría de los procesos de manufactura y de obtención de materiales, subproduce sustancias que luego son desechadas al río o a los lagos, en donde reacciona de maneras incontroladas e imprevistas con los hábitats locales, pudiendo incluso contaminar a los habitantes indirectamente con sustancias cancerígenas, altamente tóxicas o simplemente destruyendo el balance químico local.

  1. Sustancias que producen la lluvia ácida. La polución de los aires y las aguas acarrea el fenómeno de la lluvia ácida, en la que sustancias tóxicas acompañan el agua en su ciclo o se integran a ella en la atmósfera y luego se precipitan junto con las gotas de lluvia, deteriorando la salud de las especies locales y a menudo de la población.

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