Visir
El visir es el primer ministro de un soberano musulmán, es decir, es la autoridad con el mayor cargo luego del gobernante. Es similar a lo que sería la figura del valido en los reinos europeos, pero en el mundo árabe.
El visir era entonces el funcionario público que cumplía la función de principal gestor del Gobierno.
En el mundo árabe, y algunos países próximos a África oriental y Asia central, se usa la palabra visir para denominar a los ministros que conforman un gabinete, o al primer ministro.
En la práctica, era entonces el visir el encargado de tomar de las decisiones de gestión del reino en nombre del soberano de turno.
Origen del visir
En el Antiguo Egipto, el «chaty» era el funcionario de mayor rango o primer ministro, cuya autoridad solo era subordinada al faraón. Por su similitud al cargo en el mundo musulmán, también se le llama visir.
Entre las funciones del «chaty» se encontraban la gestión de las obras públicas, llevar la contabilidad del reino y ser el máximo encargado de la justicia, teniendo el trabajo de nombrar a jueces, y otras responsabilidades propias de la organización del reino.
Incluso, el «chaty» era responsable de organizar el funeral del faraón y de edificar su tumba, lo cual —como es de conocimiento en la cultura popular— no era una tarea de menor importancia.
Posteriormente, la figura del visir tomó relevancia durante el califato abásida (o abasida). Esta dinastía califal fue fundada por Abu l-Abbás en 750 y duró hasta 1258 en territorios del Medio Oriente. Sus gobernantes también decidieron encargar funciones a un visir.
Asimismo, existieron visires en el califato de Córdoba (929-1031), en territorios de lo que hoy es España, pero que en algún momento estuvieron dominados por pueblos árabes.
De igual modo, en el Imperio Otomano, el cargo de gran visir era el más importante del Gobierno, siendo el equivalente a lo que sería un primer ministro. Su nombramiento era atribución del sultán y solo él lo podía remover. Además, las labores del visir no solo eran administrativas, sino también de representación de su soberano.
Este cargo de gran visir otomano existió hasta 1922, con la ocupación de Estambul por parte de Reino Unido, Francia e Italia. Esto terminó con la partición del Imperio Otomano tras finalizar la Primera Guerra Mundial.