Tecnoestructura

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La tecnoestructura es un término acuñado en la década de 1980 por Jhon Kenneth Galbraith, y en él se refiere al equipo de profesionales especialistas que normalizan el funcionamiento de las empresas, gracias al conocimiento técnico.

Así como la estructura organizacional se compone de diferentes áreas funcionales; como el área comercial, de finanzas, recursos humanos, operaciones y otros. Existe un tipo de estructura que está presente en la mayoría de las empresas, y que ha emergido principalmente con la modernidad y las tecnologías. Se trata de la tecnoestructura.

Si bien, existen empresas que son dirigidas por sus propietarios, donde son ellos quienes se encargan de supervisar y orientar el funcionamiento de la cadena productiva del negocio, existen otras, que por su envergadura deben ser gerenciadas por otras personas que, a su vez, tienen un equipo de profesionales a su cargo y que día a día toman decisiones que son estratégicas. Estas personas son parte de un sistema llamado tecnoestructura.

Profesionales que componen una tecnoestructura

Dentro de los profesionales que se pueden encontrar en una tecnoestructura, están los ingenieros, contadores, abogados, periodistas, diseñadores y todos aquellos especialistas y/o expertos en un área específica fundamental para el desarrollo de la empresa, y que juntos, crean un sistema de funcionamiento óptimo.

Importancia de la Tecnoestructura

Tal como se señalaba anteriormente, en una empresa de gran envergadura, con sistemas automatizados, que atienden un gran número de clientes y cuyas decisiones no pueden ser solo intuitivas, es necesario evaluar cada decisión estratégica. En este sentido, la tecnoestructura brinda soporte en conocimientos específicos para esas decisiones, siendo asesores directos de la gerencia general e impactando en el desempeño económico de la organización.

Las decisiones de los accionistas vs las decisiones de la tecnoestructura

Suponiendo que una empresa es dirigida por un directorio, el cual toma decisiones de inversión para el futuro de la empresa, es inevitable que en algún momento estas decisiones estén en una línea diferente de las recomendaciones que la tecnoestructura pudiera entregar.

Es aquí donde Galbraith consideró interesante escribir sobre este tema, a través de su libro “The New Industrial State” (El Nuevo Estado Industrial), en el año 1985. Donde ponía en frente a la tecnoestructura, llamándolo el “capitalismo gerencial”, contra los inversores y accionistas, quienes por intuición, conveniencia o recomendaciones externas tomaban decisiones empresariales que podrían poner en riesgo el futuro de la compañía.

Ciertamente ambos pueden tener algo de razón, ya que sus fuentes de información son legítimas. Sin embargo, la tecnoestructura, por su rol especialista y experto en el proceso empresarial y comercial, podrá entregar recomendaciones con mayor seguridad sobre cómo mejorar la gestión de los procesos y con ello, reducir costos o mejorar el impacto de las inversiones. Aspectos que probablemente son menos rentables que una medida que desde el directorio pudiera tomarse, considerando la proporcionalidad del riesgo que esas decisiones significan.

En síntesis, la tecnoestructura es un componente fundamental en las organizaciones y en el siglo XXI requiere de profesionales cada vez mejor capacitados y especializados. Es por ello que el mercado profesional ha sufrido una “inflación académica”, debido a que no son suficientes los profesionales titulados, sino que además, contar con un posgrado y/o máster parece imprescindible en las organizaciones que desean ser más competitivas en sus procesos y fortalecer su tecnoestructura.