Técnicas de auditoría

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Las técnicas de auditoría son aquellos procedimientos y metodologías emprendidas por la persona responsable (auditor) de evaluar o analizar (auditar) una organización.

La relación de técnicas de auditoría, ampliamente extendidas en el ámbito empresarial, tienen que ver con los distintos planteamientos o metodologías que emprende un auditor en su trabajo.

Abarca todos los enfoques empleados por un profesional auditor a la hora de realizar su labor. Además, están condicionados y son adaptables a los distintos tipos de empresa u organización objeto de este proceso analítico.

En ese sentido, las técnicas propias del trabajo de auditoría tienen una naturaleza claramente formal, ya que conforman el método analítico y de investigación necesario para la elaboración de conclusiones y evaluaciones. Además, en muchos países, estas están reguladas en la legislación.

Características de las técnicas de auditoría

Independientemente del tipo de auditoría que analicemos, las técnicas de auditoría aplicables cuentan con una serie de rasgos a tener en cuenta:

  • Tienen naturaleza formal, pues componen el hábito del auditor mediante la configuración de procedimientos analíticos.
  • Son aplicables a todo tipo de empresa o institución, ya que la metodología del auditor engloba herramientas y prácticas aplicables en multitud de campos.
  • Se focalizan en puntos o hechos concretos del funcionamiento empresarial: actividad económica, empleo de recursos y estados financieros, principalmente.
  • Es la combinación aplicativa de estas técnicas la que define el procedimiento de auditoría.

Tipologías de las técnicas de auditoría

Atendiendo a su aplicación práctica, es posible encontrar distintas tipologías en el ámbito de las técnicas de auditoría.

Esta diferenciación ayuda a la vez a valorar los distintos empleos de estas en el ejercicio cotidiano del auditor. Así, es posible clasificarlas del siguiente modo:

  • Valoración o estudio general: Permite evaluar en un amplio plano la naturaleza de la organización evaluada, así como su funcionamiento con relación a su principal actividad.
  • Motivación analítica: Dentro de la labor evaluadora, existen enfoques más pormenorizados y centrados en fases o segmentos más específicos. Ejemplo claro de ello sería el estudio o seguimiento exhaustivo del día a día contable de una empresa.
  • Inspección y valoración de inventarios: Existen labores analíticas centradas en el control y análisis de inventarios. Se centran en el seguimiento de los activos de la empresa, de su almacenaje de mercaderías o su uso del stock.
  • Validación formal: El auditor cuenta con distintos métodos, o técnicas, para dar validez y confirmación a distintos ratios, o resultados, que presente una compañía. Es decir, existen técnicas de auditoría centradas en la certificación de operaciones o hechos contables.
  • Recopilación de datos de la empresa: A través de encuestas, entrevistas o seguimiento del personal de una organización, el auditor recoge nuevos datos de análisis con el fin de elaborar sus conclusiones.
  • Evaluación práctica: Más allá de datos financieros o la evaluación de ratios económicos presentados, los auditores, a menudo, realizan labores de observación de la actividad cotidiana de la empresa y los procesos que esta engloba.
  • Realización de comprobaciones: En el aspecto numérico y más intrínsecamente económico, el auditor debe contar con técnicas de cálculo aritmético. Su objetivo será comprobar y dar validez empírica a los datos que arroje la auditoría.
  • Certificación frente a terceros: Todo proceso de auditoría finaliza con la creación de unas conclusiones formales que identifiquen las fortalezas y debilidades del ente observado. Es decir, se elaboran certificaciones de dicha labor en forma de informes de auditoría.