Solana

Solana aúna facilidad de uso con rapidez. Además, tiene un protocolo cuyo objetivo es la creación de aplicaciones descentralizadas.

De esta forma, combina un consenso de prueba de historia (PoH) con uno de prueba de participación (PoS).

Anatoly Yakovenko se une a Greg Fitzgerald para fundar el proyecto Solana Lab. Yakovenko comenzó su carrera en Qualcomm y fue ingeniero de software de Dropbox. Fitzgerald había sido compañero de trabajo de Yakovenko.

Por otro lado, en 2020 lanzaron el protocolo y su criptomoneda SOL a través de la fundación Solana, cuya sede estaba en Ginebra (Suiza). Sin embargo, la idea inicial y los trabajos previos comenzaron en 2017.

Vamos a ver, a continuación, algunos datos de interés sobre Solana. Datos que la convierten en una excelente plataforma con base en la tecnología blockchain.

• El consenso de prueba histórica, mencionado más arriba y desarrollado por Yakovenko, incrementa en gran medida la facilidad de uso.
• Sus destinatarios pueden ser tanto clientes individuales como empresariales. Además, ambos tienen una promesa, no verán incrementar las tarifas e impuestos.
• Por otro lado, tiene unos costes de transacción bajos, unido a una escalabilidad garantizada y un procesamiento rápido.
• Ese procesamiento rápido de su protocolo híbrido permite tiempos de transacción reducidos. Esto ha atraído el interés institucional también.
• En febrero de 2021 ocupaba el puesto 42 en el ranking de CoinMarketCap.

SOL es la criptomoneda digital de Solana. En septiembre de 2021 tuvo una capitalización en el mercado de algo más de 47.000 millones de dólares. Esto suponía un porcentaje sobre la capitalización de este tipo de activos del 2.25%.

Es la séptima criptomoneda y se sitúa por encima del 99% de sus competidoras con relación a su capitalización. Además, su valor subió de forma exponencial, comenzando por unos 60 centavos y llegando hasta los 191,04 dólares.

Ante todo lo comentado, podemos acabar diciendo que Solana y SOL parecen ser una buena idea.