Quiebra técnica

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La quiebra técnica es concepto contable que se traduce en un patrimonio neto negativo, producido cuando el valor en libros del pasivo exigible de una compañía es superior al valor de los activos.

Es decir, la quiebra técnica ocurre cuando el patrimonio neto de la empresa es negativo. ¿Y cómo es eso posible? Es posible si lo que debemos (las deudas) tiene un valor superior a lo que tenemos (activo).

Para confirmarlo, es necesario analizar el balance de situación de la empresa:

Valor en libros del pasivo exigible > valor en libros de activos => patrimonio neto negativo

Características de una quiebra técnica

Estar en situación de quiebra técnica es sinónimo de estar en situación de insolvencia. La compañía ya no puede hacer frente a sus deudas o prevé que no va a poder hacerlo próximamente de manera regular, utilizando todo su activo.

La empresa en situación de quiebra técnica puede y debe detectar que se halla en estado de insolvencia cuando se incumplen las siguientes obligaciones con carácter generalizado y tiene varios acreedores:

  • Pago de obligaciones tributarias.
  • Pago de salarios, indemnizaciones o cualquier otra retribución a los trabajadores: Mismo plazo.
  • Pago de las cuotas de la Seguridad Social.

Se establece un plazo de incumplimiento de estas obligaciones antes de solicitar el concurso de acreedores. Por ejemplo, en España este plazo equivale a 3 meses, pero dependiendo del país donde esté ubicada la empresa y de la legislación que aplique, esto puede cambiar.

No obstante, antes de iniciar el trámite y solicitar el concurso de acreedores frente a abogados, la empresa puede analizar opciones de refinanciación o reestructuración del pasivo para redistribuir el peso de la deuda en distintos vencimientos o intentar rebajar el tipo de interés. Tomar estas medidas pueden suponer un balón de oxígeno que alivie una situación de insolvencia, provisionalmente.

Proceso de solicitud del concurso de acreedores

Todos los países tienen una ley que regula la situación de quiebra de las empresas. Por ejemplo, en México, esta ley se llama Ley de Concursos Mercantiles y, en Colombia, Ley de Insolvencia Empresarial. Cada una regula las normas de esta situación en su país.

En España esta ley se llama Ley Concursal y dicta que las empresas tienen la obligación legal de solicitar el concurso de acreedores a sus abogados para buscar una solución al estado de insolvencia del deudor. Esta ley recoge un procedimiento mediante el cual se intenta renegociar con los acreedores con el objetivo de lograr la viabilidad de la empresa en la medida de lo posible.

Para ello, la empresa deberá aportar cuando no tenga obligación legal de llevar su contabilidad:

  • La memoria de su evolución económica y jurídica de los últimos tres años, identificando las causas de la situación actual y propuestas para la viabilidad de su patrimonio.
  • Inventario de los bienes y derechos, indicando el valor de compra y la valoración actual de mercado, incluyendo cargas sobre ellos, si las hubiera.
  • Relación de acreedores, con el importe de las deudas y fechas de vencimiento asociadas a cada una, además de identificarlos con su identidad y domicilio.
  • La identidad de todos los socios, el órgano de representación, administradores y auditor de cuentas y también una lista con la plantilla de trabajadores.
  • Indicar si pertenece a un grupo de empresas.

Si la empresa estuviera obligada legalmente a llevar la contabilidad, deberá aportar:

El juez es el encargado de estimar la solicitud y, en caso positivo, dictaría un auto judicial que declararía el concurso de acreedores.