Modo de producción socialista
El modo de producción socialista, para Karl Marx, es el modo de producción en el que se organiza la producción en una economía socialista. La teoría de Marx definía el sistema como el más desarrollado de todos.
El modo de producción socialista, en otras palabras, hace referencia a un sistema de producción en el que los medios de producción se basan en la propiedad social y no privada.
Es decir, para Marx, los medios de producción en una sociedad capitalista estaban en manos de una clase dominante que explota al proletariado. Así, el modo de producción socialista sucedía al modo de producción capitalista, dotando a los trabajadores de los medios de producción para generar sociedades más justas y enfocadas al beneficio social y colectivo.
Para Marx, el modo de producción socialista era el modo de producción alcanzado por aquellas sociedades más desarrolladas y avanzadas.
Así, Marx consideraba el modo de producción socialista como la herramienta para suceder al sistema capitalista. Pues este, para él, era deficiente y presentaba grandes dificultades.
Características del modo de producción socialista
Para Marx, el modo de producción en el que se basaba el sistema socialista destacaba entre sus características la abolición de la propiedad privada. No obstante, además de esta característica, su teoría incluye otra serie de características que veremos a continuación.
- Propiedad colectiva.
- Sistemas igualitarios.
- Igualdad económica, social y política.
- Supresión de la competencia.
- Economía planificada.
- Fijación de precios.
- Control económico total y absoluto.
- Trabajo y salario en función de las necesidades.
El modo de producción capitalista y el modo de producción socialista
Para Marx, los modos de producción seguían una sucesión cronológica, en tanto en cuanto, la sociedad se iba desarrollando. Así, para Marx el modo de producción socialista era el modo en el que se organizaba la producción en aquellas sociedades que más grado de avance presentaban.
La desaparición del modo de producción capitalista derivaba en la supresión de la lucha de la clases. En este sentido, el trabajador poseía los medios de producción, impidiendo que la clase dominante generase plusvalías a través de la fuerza laboral de terceros.
Por tanto, Marx lo consideraba como una fase más avanzada que la capitalista. Pues las crisis cíclicas a las que consideraba que este sistema debía enfrentarse, lo convertían en un sistema caduco para el largo plazo.
Sin embargo, al no existir tensiones dentro del modo de producción socialista, Marx creía que era un sistema más longevo que el capitalista. Además, un sistema en el que se perseguía una igualdad y un objetivo social moralmente superior a los predecesores.
Críticas al concepto
Entre las críticas más comunes al concepto podemos destacar varios escenarios que los detractores del autor señalaron respecto a la propuesta.
Críticas como la falta de incentivos en el trabajo, al estar hablando de sistemas igualitarios. También la pérdida de libertad económica, pues hablamos de sistemas en los que no existe la libertad para la iniciativa privada. Por otro lado, también la concentración del poder en manos del Estado.
Muchas críticas que se centran en ese poder del Estado que pierde la sociedad. Críticas, también, como la inadecuada asignación de recursos por parte del Estado. También la incapacidad del Estado para controlar los precios de todos los recursos, bienes y servicios. En resumen, una serie de críticas que se han ido sucediendo desde la publicación de la obra de Marx y su compañero Engels.