Modo de producción capitalista

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El modo de producción capitalista es una de las formas en las que puede presentarse la forma de organizar la producción de bienes y servicios en una economía. Esta teoría fue desarrollada por Karl Marx, el cual clasificó la historia en distintos modos de producción en orden cronológico.

El modo de producción capitalista, de acuerdo con Marx, la historia cuenta con una cronología por la que han pasado una serie de distintos modos de producción. Todos ellos, basados en las fuerzas productivas y las relaciones de producción. Al modo de producción capitalista, de acuerdo con Marx, le sigue el modo de producción socialista.

El modo de producción capitalista fue definido por Karl Marx y Friedrich Engels.

Aunque el modo de producción capitalista está considerado un sistema económico, los marxistas lo definen como un modo de producción.

Características del modo de producción capitalista

Entre las características que definen al modo de producción capitalista podemos destacar varias. No obstante, estamos hablando de corrientes ideológicas que parten de un punto de vista subjetivo. Esto quiere decir que las expresiones que recoge este texto están tomadas como una expresión del propio autor.

Las características que lo definen serían las siguientes:

  • La producción se establece bajo un sistema de propiedad privada.
  • Los bienes y servicios se adquieren en los mercados a través de la fluctuación de los precios.
  • Los dueños de los medios de producción son lo que Marx denomina “clase dominante”. Así, la clase dominante explota la fuerza de producción del trabajador para generar plusvalías.
  • Para Marx, la clase capitalista genera la servidumbre del proletariado. En este sentido, el trabajador depende del propietario del capital para generar una renta para vivir.

Estas características, aquí recogidas, resumen los principios que Marx utilizó para definir el modo capitalista.

El modo de producción capitalista y el modo de producción socialista

Para Marx, los modos de producción seguían una sucesión cronológica, en tanto en cuanto, la sociedad se iba desarrollando. Así, al modo capitalista le sucedía el modo de producción socialista. Para Marx, el modo de producción socialista era el modo de producción definitivo. Y es que, este era el modo de producción que Marx consideraba aceptable, ya que la propiedad privada era abolida por el proletariado.

Así, esto acababa generando que la clase trabajadora tuviese los medios de producción, no dependiendo de los dueños del capital. Este fenómeno que Marx proponía pretendía acabar con lo que él denominaba “jerarquía de clases”. Generando, de este modo una sociedad igualitaria donde las fuerzas del trabajo se destinasen al enriquecimiento personal y colectivo, pero derivado de la explotación propia. Es decir, que el capitalista no genere plusvalías por el mero hecho de tener el capital, perdiendo esa virtud de clase dominante.

Críticas al concepto

Para Marx, el modo de producción capitalista era un modo de producción fallido. Pues este contemplaba el modo de producción capitalista como un modo que sufría continuas crisis cíclicas. En otras palabras, Marx consideraba que el capitalista debía estar innovando de forma continuada. Esto se producía por la competencia entre los capitalistas para incrementar los niveles de productividad y poder generar mayor rendimiento. Lo que tenía como consecuencia reducciones de costes en unos empleados que no tenían capacidad de respuesta.

Esta incapacidad surgía por lo que Marx denominaba como “ejércitos industriales de reserva”. Es decir, Marx decía que los salarios de los trabajadores podían subir hasta los límites de subsistencia. Es decir, subían hasta el nivel en que un trabajador podía ser suplido por un desempleado con menores exigencias.