Métodos de amortización financiera
Los métodos de amortización financiera son aquellos que se utilizan para la extinción de una deuda proponiendo unas condiciones de pago en las que se incluyen capital e intereses.
Por tanto, los métodos de amortización financiera son las diferentes formas de pagar lo que debemos.
En los préstamos bancarios, normalmente es la entidad que lo concede la que decide. En los contratos privados entre empresas o particulares se suele llegar a un acuerdo entre prestamista y prestatario. El método elegido dará lugar a una serie de cuotas que incluirán cantidades diferentes de intereses.
Principales métodos de amortización financiera
Los cuatro métodos más habituales son los que mostramos a continuación. Además, existen otros como los de cuotas crecientes o decrecientes, aunque su uso es menos frecuente. Por último, dentro de cada modalidad, los tipos de interés pueden ser fijos o variables referenciados con un indicador como el euribor en Europa.
- El método francés tiene como principal característica que las cuotas periódicas (capital más intereses) son constantes. Los intereses pagados van disminuyendo cada año, a la vez que lo hace el capital vivo sobre el que se calculan. Mientras, la parte de capital amortizado aumenta. Hay que decir que el tipo de interés puede ser variable. En este caso, la cuota mensual será constante en cada período entre revisiones, que suelen ser anual.
- En el metodo italiano, lo que permanece constante es la amortización del capital. De esta forma, cada mes o cada año los intereses van disminuyendo y la cuota total, o término amortizativo, también lo hace. Esto es debido a que los intereses se calculan sobre el capital vivo, que cada vez será menor.
- El método alemán. En el ámbito académico, se considera como una variante del francés, pero con intereses pagados por anticipado. Sin embargo, en otros es asimilado al italiano, con cuotas de capital constantes. Nosotros optamos por la primera definición, ya que es la que suele enseñarse en los planes de estudio.
- El método americano. En este caso solo se abonan de forma periódica los intereses y al final de la vida del préstamo, un pago único de todo el capital. De esta manera, la cuota de interés permanece constante en todo el período. Una variante de este sistema permite ir generando un fondo asociado para poder realizar ese pago único al vencimiento.
Algunas peculiaridades de cada uno
Cuando se pide un préstamo o si se firma un acuerdo privado entre un prestamista y un prestatario hay que leer la letra pequeña y preguntar lo que sea necesario. Nosotros vamos a mostrar, para terminar, algunas peculiaridades de cada método y así ayudar en la decisión, en caso de tener que tomarla.
- El francés es el más habitual en casi todos los préstamos. Un ejemplo típico sería una hipoteca en la que pagamos una cuota fija cada mes. Por este método, los primeros años se pagan sobre todo intereses.
- El italiano es menos frecuente que el anterior. Es debido, sobre todo, a la incomodidad de no tener una cuota fija y poder planificar los gastos. Las tarjetas de crédito suelen ofrecer esta opción (para amortizar la parte dispuesta) junto al sistema francés o el pago único.
- Respecto al alemán, como hemos dicho, es una versión del francés. En este caso, se paga la primera cuota de interés (capital prestado por tipo de interés) por adelantado. El tipo efectivo del préstamo va a ser un poco menor y, por tanto, los intereses totales también.
- Por último, en relación al americano, este ofrece la posibilidad de pagar todo el importe del préstamo al final. Si vamos generando a su vez un fondo, esto no causaría ningún problema de liquidez. Eso sí, es el que paga un mayor monto de intereses, ya que el capital vivo no se va amortizando y estos, por tanto, no se reducen.