M2
El M2 es un agregado monetario que incluye el M1 (monedas y billetes en manos del público y las reservas de los bancos) y a ello le suma los depósitos a corto plazo (hasta dos años), libretas de ahorro, cuentas a la vista y los acuerdos de recompra diaria que las personas tienen en el sistema financiero.
Generalmente, estos depósitos duelen tener un vencimiento no superior a un año.
Este agregado se contabiliza de forma diferente por países y tiene su extensión a los agregados monetarios M3, M4. Si bien es cierto, que es el más utilizado por la Reserva Federal de EEUU. Esta definición de dinero no incluye las inversiones que se realizan en renta variable y en renta fija.
La diferencia fundamental entre los diferentes agregados monetarios es la liquidez de los activos que lo componen. Por liquidez, no solamente se entiende el dinero físico, sino también los títulos y cuentas bancarias, pagarés, cheques.
Utilidad del M2
El M2 sirve para controlar la masa monetaria, esto es, la cantidad de dinero en circulación en una economía o zona económica y es muy importante para un banco central ya que permite el gasto y la inversión e indica el nivel de actividad económica. A su vez, la actividad económica tiene un impacto en el crecimiento y en la inflación.
El banco central podrá incidir a través de su política económica y monetaria en el control de la cantidad de dinero en circulación para sostener la inflación y llevará a cabo un crecimiento sostenido en el tiempo gracias a que potencia el aumento del empleo, el equilibrio en la balanza de pagos y el dinero estable (objetivo de la Fed).
- En periodos expansivos el M2 sube ya que los bancos están más dispuestos a prestar dinero y aumenta la cantidad de dinero en circulación.
- En períodos de recesión, este agregado monetario disminuye ya que los bancos tienen problemas para prestar dinero.
Además, tras las crisis sufridas, los bancos tienen que dotar un ratio mínimo a reservas con la finalidad de cubrir riesgos que puedan surgir provocados por la situación mundial y que pueden generar un efecto de contagio entre países y entre los sectores productivos de las diferentes economías o zonas económicas.