Libertad de expresión
La libertad de expresión es un derecho humano y fundamental mediante el cual toda persona tiene la capacidad de expresar sus opiniones libremente sin ningún tipo de reprimenda legal.
El derecho a la libertad de expresión está recogido en todas las constituciones y ordenamientos jurídicos de cualquier país democrático. De hecho, este es uno de sus pilares, necesario para que todo Estado democrático y de derecho sea denominado como tal. Consiste en que cualquier persona, organización o grupo puede expresar libremente sus opiniones o preferencias sobre cualquier tema, sin ser por ello castigado o represaliado por parte de las autoridades públicas.
En la práctica, justificadamente o no, posee muchas limitaciones. Hay leyes que limitan las opiniones, pudiendo ser uno de estos límites el llamado “delito de odio”. Al margen de la censura externa, otro de estos límites es la autocensura. Motivada, en mayor parte, por la reprimenda social.
El derecho a la libertad de expresión
La libertad de expresión es uno de los derechos más importantes. Está recogida no solo en las Constituciones particulares de cada país, sino que también se encuentra en textos supranacionales.
Es el caso de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, cuyo artículo 19 establece: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.
En Europa, este respaldo normativo también lo encontramos en la Carta de los Derechos fundamentales de la Unión Europea. En el Capítulo segundo, el artículo 11 dice: “Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o de comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber injerencia de autoridades únicas y sin consideración de fronteras”.
Como vemos, además de que cada país recoja este derecho en su constitución propia, este se encuentra reflejado en otras organizaciones internacionales, como puede ser la ONU o la UE.
Límites de la libertad de expresión
La libertad de expresión, como cualquier otro derecho, no es absoluta, tiene sus limitaciones.
De las libertades, en general, se suele decir “tu libertad acaba donde empieza la mía”. Esto es así debido a que en una sociedad sin límites posiblemente reinaría el caos. De forma genérica, la libertad de expresión está limitada por otros derechos fundamentales. Tales como el derecho al honor, a la honra, a la intimidad, a la integridad, etc. Depende, concretamente, del país del que estemos hablando. Esto es así para que, hechos como las injurias y calumnias, que menoscaban el honor y la imagen del damnificado, no queden impunes.
Otros límites que tiene es la apología de la violencia o incurrir en un delito de odio. A menudo, la línea que separa la libertad de expresión de lo que no lo es es muy delgada, y varía según quien la interprete. Por ello, es común que los propios juristas tengan diversas opiniones sobre lo que debe o no debe amparar este derecho.
Regulación de la libertad de expresión por países
Ahora, para ver como la recogen países diferentes, vamos a poner algunos ejemplos de su regulación.
La libertad de expresión en Argentina
En Argentina, la libertad de expresión está recogida en el artículo 14 de la Constitución: “Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamente su ejercicio: (…) de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa”.
En este caso, la libertad de expresión va unida, de forma implícita, a la libertad de prensa. El artículo 32 también va en esta dirección: “El Congreso federal no dictará leyes que restrinjan la libertad de imprenta”.
La libertad de expresión en España
En España, la libertad de expresión está recogida en el artículo 20 de la Constitución, dentro del capítulo segundo “Derechos y libertades”. En este caso, al contrario que en Argentina, sí que se encuentra de forma explícita y, además, ampliamente desarrollado. Su apartado primero dice: “Se reconocen y protegen los derechos: a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción».
Además, el apartado segundo recoge la prohibición de la censura. Y el cuarto establece su N en el resto de derechos del mismo título.
La libertad de expresión en México
La Constitución mexicana también recoge explícitamente el derecho de expresión, lo hace principalmente en su artículo 6.
Este artículo es muy amplio, ya que recoge todo sobre este concepto y otros similares, pero podemos destacar lo siguiente: “la manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa”. Y, seguidamente, establece unas limitaciones: “sino en el caso de que ataque la moral, la vida privada o los derechos de terceros, provoque algún delito, o perturbe el orden público”.