Guerra comercial

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Una guerra comercial es la confrontación entre dos o más países mediante la imposición de barreras arancelarias y no arancelarias.

Las guerras comerciales pueden generarse por dos principales razones:

  1. Se desea proteger a la industria local en detrimento de los productores extranjeros, y
  2. Se desea mejorar la balanza comercial reduciendo el déficit.

Para llevar a cabo esta acción, los gobiernos utilizan las siguientes herramientas:

  • Barreras arancelarias: Se imponen aranceles a la comercialización de bienes, bien sea a las importaciones o exportación, o a ambos. De esta forma, el comercio exterior se vuelve menos atractivo para las empresas. Debido a que la tasa encarece el precio de los productos para los compradores.
  • Barreras no arancelarias: Con este tipo de medidas se imponen restricciones específicas al comercio. Por ejemplo, se establece una cuota comercialización en unidades monetarias o cantidades para cierto bien o servicio. También se puede imposibilitar por completo. Otro ejemplo sería establecer engorrosos requisitos que desestimulan a los empresarios.

Proteccionismo y guerra comercial

Las políticas proteccionistas son contrarias al libre comercio y al libre mercado. Si bien representa restricciones a la actividad económica, no necesariamente las motivaciones son mantenerlas a largo plazo. Por ejemplo, un gobierno puede estar interesado en la proliferación de la industria textil. Dado que es un sector bastante competitivo, puede establecer barreras comerciales que permitan desarrollarlo a nivel local. Posteriormente puede ser revertida la medida.

Sin embargo, también puede presentarse el caso de que la medida proteccionista solo busque favorecer a un grupo en particular. Esto, sin ninguna consideración económica al respecto. Estas son las medidas más perjudiciales para los países.

Balanza de pagos y la guerra comercial

Disminuir el déficit comercial es otra motivación importante para implementar barreras comerciales. Por tanto, el país en cuestión reduce el financiamiento a actividades externas para revertirlo e impulsar la industria nacional. Dado que los déficit comerciales implican el impulso de las economías foráneas.

Beneficios de las guerras comerciales

Las industrias nacionales que son favorecidas por el proteccionismo son las privilegiadas. Bien sea por la competencia desleal o para fomentar su crecimiento. Puesto que estas empresas pueden experimentar un aumento de la demanda de sus productos o servicios. Finalmente, se estimula el empleo local y hay posibilidades para invertir en la actividad.

Perjuicio de las guerras comerciales

Las guerras comerciales generan efectos negativos inmediatos sobre los consumidores:

  • El producto o servicio se encarece, disminuyendo el excedente del consumidor. Es decir, se genera inflación.
  • Se reduce la oferta de productos, impidiendo que los consumidores adquieran la cantidad que desean o necesitan.
  • Estas opciones, desalientan el consumo, es decir, se reduce la utilidad de los compradores.

La geopolítica y las guerras comerciales

Un país puede imponer restricciones al comercio con otro país por considerar sus prácticas desleales o poco éticas. Se puede castigar la industria sensible de otro con las imposición de estas medidas y afectar su crecimiento económico. El fin de esta acción es el cambio de las políticas económicas de la contraparte.

Lamentablemente, como consecuencia, se deterioran las relaciones diplomáticas entre naciones. Además, el intercambio cultural puede detenerse producto de la confrontación.