Grado de inversión
El grado de inversión (o investment grade) es una categoría de calificación crediticia que engloba varios tipos de rating con menos probabilidad de quiebra frente a la categoría non investment grade.
Por tanto, es labor de las agencias de calificación crediticia puntuar acerca de un determinado activo financiero, empresa o Estado, y que indica que este tiene un riesgo de quiebra (default en inglés) o insolvencia de pagos bajo o relativamente bajo.
La capacidad de pago adecuada para considerarse grado de inversión para Moody’s es el rating Baa y para S&P y Fitch es el BBB.
Categorías de grado de inversión
Existen dos categorías de calificación crediticia, investment grade y non investment grade, un grado de alto riesgo, especulativo y donde se encuentra la categoría high yield (alto rendimiento). Las agencias de calificación crediticia más importantes a nivel mundial son Moody’s, Standard & Poor’s y Fitch.
Es muy importante distinguir entre ambas categorías, sobretodo cuando los inversores (sobretodo los fondos de inversión) tienen en cartera activos financieros con calificación muy cerca de la línea divisoria, pues si una agencia reduce a grado de no inversión dicho activo los inversores deberán deshacerse del mismo, vendiéndolo y provocando oleadas de ventas en cadena.
Las categorías de investment grade que establecen cada uno de ellos son las siguientes:
- Capacidad de pago muy fuerte: Para Moody’s el rating es el Aaa y para S&P y Fitch es el AAA.
- Capacidad de pago fuerte: Para Moody’s el rating es el Aa y para S&P y Fitch es el AA.
- Capacidad de pago buena: Para todas las agencias es el A.
- Capacidad de pago adecuada (Pueden existir riesgos en el medio/largo plazo): Para Moody’s el rating es el Baa y para S&P y Fitch es el BBB.
Estas notas son de gran importancia para los inversores a la hora de invertir en los mercados financieros y en algunos casos pueden ser muy relevantes en el miedo en la inversión en éstos. Las agencias de calificación crediticia son organismos de gran influencia económica a nivel mundial.
Dentro de estas categorías anteriormente mencionadas existen subcategorías, dependiendo del tipo de emisión y del emisor en cuestión. Por ejemplo, no será los mismo ni tendrá la misma seguridad en el pago una emisión de un bono de una empresa pequeña que de un bono soberano o de un Estado. La empresa pequeña tendrá peor calificación crediticia y la rentabilidad del bono será mayor, debido a que tendrá que competir en rentabilidad para ser más atractiva su colocación y, por tanto, al ser un activo de mayor riesgo, los inversores demandarán un mayor rendimiento.
Por otro lado, la calificación crediticia es muy importante para valorar un activo financiero ya que influirá directamente en su prima de riesgo, si su valoración no es buena, la prima de riesgo se disparará y, por tanto, los inversores exigirán una mayor rentabilidad para asumir ese riesgo.
Análisis de las agencias de calificación crediticia
Las agencias de calificación hacen análisis de las cuentas y los balances económicos de Bancos, Estados, Compañías de Seguros y todo tipo de productos financieros. Realizan análisis de por ejemplo el nivel de deuda, patrimonio, recursos propios, historiales de pago, modelos financieros de amortización, financiación ajena y financiación propia, el nivel de apalancamiento.
A su vez, hay que tener en cuenta que sus clientes son las empresas a las que analizan y, de este modo, tras las crisis de 2008 se destapó su falta de credibilidad y grado de independencia en sus evaluaciones.
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