Fallo del Estado

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Un fallo del Estado es, en economía, una ineficiencia que se produce en la economía causada por la actuación del Estado mediante la intervención.

El fallo del Estado surge, en contraposición del fallo de mercado, para cuestionar la actuación del Estado y su intervención en la economía.

Así, en la década de 1960 surge una corriente muy crítica con la regulación estatal. Dicha regulación trataba de regular lo que se conoce como los fallos de mercado. Por tanto, economistas de corriente liberal plantean nuevas teorías que trataban de medir, igual que lo hacían con el mercado, fallos que, por la intervención del Estado, se producían en la economía.

Así, un fallo del Estado muy criticado ha sido la asignación ineficiente de los recursos por la intervención estatal.

Historia del concepto

La historia del fallo del Estado se remonta a 1964. En dicho año, el economista británico de la escuela de Chicago, y premio Nobel de Economía, Ronald Harry Coase comparó dos sistemas económicos

En esta comparación, el economista compara un sistema económico real con un sistema utópico de regulación económica. Así, dicho economista se trató de definir la situación que se da cuando la aplicación de determinadas medidas por parte del Estado fracasan. A esto le denominó fallo del Estado. 

Tras la aparición del término, innumerables economistas han hecho referencia a los fallos del Estado. Su fin ha sido el de cuestionar la labor intervencionista de los Gobiernos y su supuesta eficiencia en la economía real. 

Economistas como el liberal Thomas Sowell acuñó frases al respecto como: “Las políticas siempre deben medirse por los efectos que estos tienen en la sociedad, no por la intencionalidad con la que se aplicaron”. Dicha frase hace referencia a esos fallos del Estado que, pese a no ser voluntad del Gobierno, se producen debido a su intervención.

El fallo del Estado y el liberalismo

Entre los más críticos con los fallos del Estado se encuentran los economistas de corte liberal. Dichos economistas, debido a los principios que promueve el liberalismo, son muy críticos con la intervención estatal, destacando su supuesta ineficiencia en la gestión de la economía.

A lo largo de la historia, dicha intervención se ha estado justificando por una serie de fallos de mercado que ocasionaban problemas en la economía, en la sociedad, así como un mal funcionamiento de la misma. Sin embargo, dichos fallos de mercado, cuando no eran corregidos por el Estado, no existía figura que cuestionase la labor del Estado en la solución de dichos problemas.

Así aparece el fallo del Estado. Este permitía calificar aquellas situaciones en las que la intervención del estado genera peores resultados que la interacción libre de los agentes socioeconómicos.

Ejemplo de fallo del Estado

Un claro ejemplo de fallo del Estado se produce en la economía de la URSS, cuando el Gobierno nacionalizó la producción de pieles en el país.

En este contexto, dicha producción de pieles se mostraba como una producción artificial, al no contar con una demanda tan elevada como para satisfacer tan elevada oferta que estaba generando el Gobierno. Esta mala calibración del Gobierno soviético llevó a que miles de pieles quedasen podridas en naves, ante la escasa demanda que estas tenían. 

Además, los recursos que se destinaban a dicha fabricación no podían tener usos alternativos, pues el Estado soviético se centró en la fabricación de pieles y no contemplaba nuevos usos para dichas pieles.

Lo anterior provocó una mala asignación de los recursos, teniendo el Gobierno que asumir el coste de todas las pieles, con sus consecuentes pérdidas. Por tanto, dando pie a que dicho acto se reconociera como un fallo del Estado en la economía.