Factibilidad técnica

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La factibilidad técnica determina si se dispone de los conocimientos, habilidades, equipos o herramientas necesarios para llevar a cabo los procedimientos, funciones o métodos involucrados en un proyecto.

De esta forma, permite conocer si es factible (realizable) un proyecto con los recursos técnicos existentes o ampliando estos si fuera necesario.

Estos recursos técnicos o tecnológicos son aquellos que sirven de apoyo a otros como los productivos, comerciales o financieros. Por ejemplo, un programa de gestión y contabilidad.

La importancia de la factibilidad técnica

Realizar este tipo de estudios es esencial. En primer lugar, porque con ellos averiguamos si podemos llevar a cabo un proyecto con los recursos técnicos disponibles. En segundo término, porque en caso de tener que adquirir otros, podremos saber cuántos, cuándo y cuál podrá ser su coste. De esta forma, se podrán cuantificar a través de la factibilidad financiera.

Como veremos a continuación, hay que realizar una serie de pasos y, sobre todo, hay que estudiar en profundidad las diferentes opciones. Esto es esencial, porque seguir un procedimiento permite llevar a cabo el estudio de forma ordenada y eficiente.

El proceso para analizar la factibilidad técnica

Existen muchos tipos de factibilidad, como la comercial, la operativa o la que estamos estudiando en este artículo. Sin embargo, todas ellas tienen procesos parecidos para su realización.

  • El analista de sistemas es el que suele llevarlo a cabo. Este conocerá todos los aspectos técnicos necesarios y sobre todo, se encargará de averiguar las necesidades de la empresa.
  • Hay que presentar el informe mostrando todas las ventajas e inconvenientes. Por supuesto, hay que incluir los recursos que consideremos óptimos. Por otro lado, no podemos olvidar una serie de requisitos mínimos o máximos que nos permitan un margen de actuación.
  • Por último, hay que estudiar la factibilidad propiamente dicha. Es decir, si lo que necesitamos puede implementarse con los recursos disponibles o ampliando estos si fuera necesario.
  • Los resultados obtenidos se deben entregar a la gerencia. Desde esta se determinará, contactando con otras direcciones, la viabilidad del proyecto.

Ejemplo de factibilidad técnica

Imaginemos una empresa que requiere de un nuevo software de gestión. Se pone en contacto con su analista y este con los diferentes departamentos y les pregunta qué es lo que cada uno necesita. Una vez tiene esta información, comprueba los recursos disponibles en la empresa, como los equipos, Internet, instalaciones, etcétera. Entonces, realiza un primer borrador.

A continuación, se lleva a cabo el proceso de análisis de la factibilidad técnica. Una vez se conocen los requisitos óptimos y los márgenes, se elabora el informe. En él se especifica como será el programa, sus características o las necesidades técnicas. Por ejemplo, si se trabaja en la nube (o en la niebla), averiguará si el servidor será adecuado para que pueda utilizarse sin problemas.

Este informe se envía a la gerencia para que esta lo apruebe, si es viable. Una vez decidido, se pondrá en marcha el proyecto y se crea el sofware con todo lo necesario para su funcionamiento. También se plantearán una serie de plazos para realizar controles para comprobar si hubo desviaciones respecto a lo planeado y corregirlas.